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Es una zona muy especial de la finca Rento, que es un acrónimo de Renacimiento y que tiene uvas que en su día se llamaron 'fina aragonesa'. Recuerdo haber ido con mi padre a recoger esas uvas para hacer el vino de casa, y a mi madre, que tomaba las del albillo, que en esta finca están mezcladas y que eran para comer» narra con emoción el boguero Carlos Moro al presentar, ayer en Madrid, su vino 'Finca Picón de Zurita' con el que completa su recorrido enológico personal por las seis denominaciones de origen en las que ahora se extiende el grupo empresarial que preside, Matarromera.
Moro ha puesto su nombre a una colección de vinos escogidos por las características de sus parcelas, por las cualidades de la viña, por su antigüedad o por su especial cuidado en la elaboración y esmero en el proceso de maduración. Y ayer cerró el círculo en una presentación en Madrid ante la prensa especializada en el sector vitivinícola y gastronómico en la que ayudado por el cocinero Javier Peña armonizó cada uno de estos seis vinos de fincas singulares con las elaboraciones del chef del Sibaritas Club de Valladolid. Una combinación rompedora, donde fueron los tintos los que hicieron el primer acto de presencia en la mesa. Abrió el espectáculo con 'Finca Valmediano' de la DOToro, procedente de unas viñas centenarias de Valdefinjas, en Zamora. Continuó la experiencia gustativa por el Cigales 'Finca Valdehierro', un tempranillo procedente de un terreno cascajoso de Cubillas de Santa Marta, en Valladolid y cerró el capítulo de tintos, todos con un intenso color, con un 'Finca Viña Garugele' reconocido como 'Viñedo Singular' de la Denominación de Origen Rioja por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el pasado verano.
Los blancos llegaron después, con platos más potentes, como el pulpo o la merluza. El primero se encadenó con un Ribeiro 'Finca San Cibrao' que cuenta con una selección de tres variedades de uvas pertenecientes todas ellas a esta denominación de tierras gallegas y el pescado casó sus sabores con un blanco de color tostado de Rueda 'Finca Las Marcas' fermentado durante seis meses en barricas francesas nuevas y otro semestre más en botella.
El final llegó con la nueva elaboración, el último vino en incorporarse a esta selección, 'Picón de Zurita' un Ribera del Duero de un viñedo situado en una de las parcelas más antiguas que Bodegas Familiares Matarromera posee en esta Denominación de Origen. Todos los terrenos donde se sitúan estos viñedos han sido escogidospersonalmente por Moro y se caracterízan por tener entre los setenta y los más de cien años de antigüedad y reciben un cuidado minucioso y, por supuesto, manual. Cuentan con una triple selección de las uvas, desde la despalilladora especial para ellas, hasta la mesa de selección, «lo que nos asegura un proceso de calidad inmejorable. Las producciones, en todos los casos, no superan las 10.000 botellas numeradas».
Moro se mostró orgulloso de esta colección que sale al mercado al precio de 225 euros y resaltó que al consumidor a quien se dirige esta producción. «En las catas, además de enólogos que valoran las características de cada vino, nos gusta que haya otras personas. Que nos valoren conceptos diferentes. Al final, es el consumidor quien decide la compra», sentenció el empresario.
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