Enrique Miguelsanz, en STARTinnova: «Para emprender no hay edad, el reto es el mismo»

«Constancia, analizar mucho el mercado, formación continua y adaptarte a la demanda». Ese es el resumen que hace Enrique Miguelsanz, fundador de Drontecnic, de aquellas cualidades o pautas que debe seguir un emprendedor. Al menos, son las que a él le han dado resultado desde que allá por el año 2015 fundó esta empresa en la que fabrican y venden equipos y preparan a las personas en todo lo relacionado con los multirrotores, un concepto más amplio que el de los propios drones.

Enrique Miguelsanz explicó cómo nació el proyecto, sus apoyos, logros y mayores dificultades, a los estudiantes que participan en el programa STARTinnova, que impulsa El Norte de Castilla y patrocina el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León a través de Fuescyl, la Fundación Michelin y Adecco y cuyo objetivo es que los participantes conozcan las características de las personas emprendedoras: la visión, la proactividad, la capacidad de planificación o de negociación.

Especialista en electrónica y vinculado durante años de manera laboral al mundo de la informática, su afición al aeromodelismo influyó de manera definitiva para que diera el paso al emprendimiento en un mundo entonces, bastante desconocido, pero con muchas posibilidades. «Hay que arrancar con muchas ganas y tener la idea clara para luego materializarla», dijo a los estudiantes, «para emprender no hay edad, el reto siempre es el mismo: lanzarte a una aventura convencido de lo que vas a hacer».

Antes de dar el paso definitivo al mundo empresarial, tuvo un año para diseñar y dar forma a su idea y un segundo ejercicio que dedicó a la formación. Precisamente a este aspecto dio mucha importancia el empresario a lo largo de su charla. Las limitaciones no fueron pocas al principio por la propia regulación de esta especialidad, pero su finalidad de «dar una solución integral» a sus clientes ha sido su meta desde el origen. Una solución que pasa por fabricar el propio aparato y adaptarle sensores en función de las necesidades demandadas, sin olvidar que también forma a aquellos que se van a encargar de desarrollar la actividad. Y es que, una parte fundamental es «dar una solución, no es necesaria tanta explicación, el cliente quiere soluciones». Los drones se están convirtiendo en herramienta básica en muchos sectores, entre ellos se mencionó la agricultura, pero los drones de Enrique también han participado en incendios y de hecho, algunos de sus trabajos se han reconocido con premios.

Sobre el éxito, el de este profesional ha sido rotundo: «El éxito es poder vivir de ello, tengo unos ingresos razonables, no me voy a forrar, pero es un trabajo en el que estoy a gusto».

Finalmente, reconoció que en su campo de trabajo «nos queda mucho», no solo los vuelos con personas, también el transporte de mercancías.

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