Castilla y León

Los sindicatos convocan 14 manifestaciones para el 1 de mayo

«Pedimos a los trabajadores y al conjunto de los ciudadanos que participen pasivamente. El objetivo principal este año es pedir a los empresarios que se sienten en la mesa de negociación del acuerdo estatal de negociación colectiva para llegar a acuerdos, porque el principal problema de este año, que arrastramos desde el anterior, «es la pérdida de poder adquisitivo en los salarios», afirmó Temprano.

En ese sentido, Vicente Andrés señaló que en estos momentos hay en Castilla y León 91 convenios sectoriales pendientes de firma, que caducaron en el año 2022 y este mismo año, que afectan en la comunidad a 191.000 trabajadores, que siguen cobrando las mismas cantidades que en 2021. «Estamos en el ridículo salarial en esta autonomía, y es una situación intolerable. O hay reparto o habrá conflicto frente a las empresas, por su egoísmo de no repartir el aumento de sus beneficios. Eso traerá complicaciones», auguró mientras Temprano recalcaba que «si no hay acuerdo, habrá movilizaciones».

Para Temprano el «reparto de la riqueza» será el «eje central» de las concentraciones convocadas este año. En ese sentido, defendió que ambos sindicatos no piden «el oro y el moro», ni ganar poder adquisitivo, sino «mantenerlo». Así lo apuntó antes de recordar que en Castilla y León el IPC está un punto por encima de la media estatal mientras que los salarios de los convenios firmados se encuentran «por debajo de la media nacional».

Así, reclamó al Gobierno medidas para contener el «crecimiento brutal de los precios» que se está produciendo, y señaló que sus reivindicaciones no van contra los autónomos y pymes de la comunidad (en Castilla y León más del 95% de las empresas tienen menos de 10 trabajadores), si bien afirmó que «es imprescindible subir salarios para poder seguir produciendo y mantener el empleo». En su opinión, las grandes empresas son las que están «perjudicando» a autónomos y pymes, ya que cuando subcontratan les quitan una parte importante de los beneficios».

«Los empresarios no pueden agarrarse a que la subida de la energía conlleve congelaciones salariales, porque muchas empresas están repercutiendo los costes sobre el precio del producto», señaló antes de censurar que la reducción del IVA en algunos productos esenciales no haya permitido contener los precios y reivindicar «otras medidas».

Asimismo, criticó que la Junta haya «finiquitado» la «principal seña de identidad de Castilla y León», en alusión al diálogo social. «Nuestros principales problemas están aumentando: despoblación, pérdida de población activa, marcha de jóvenes, falta de política industrial, desmantelamiento de organismos que la ayudaban… El estado del bienestar está disminuyendo», resumió.

Por su parte, Vicente Andrés defendió la «coalición permanente por la defensa de los intereses de los trabajadores» entre CCOO y UGT, que llevan 34 años organizando de forma conjunta las concentraciones del 1 de mayo. En su intervención recordó que el mundo atraviesa una «situación difícil», donde «la guerra marca el nuevo posicionamiento geopolítico global y tiene consecuencias en la economía mundial», con el «encarecimiento de las materias primas, fundamentalmente las energéticas», algo que provoca «una inestabilidad enorme».

Además, el país afronta «un contexto electoral muy intenso», con las elecciones locales y autonómicas en doce comunidades del próximo 28 de mayo, las generales a finales de año, y las europeas en mayo de 2024. «Se van a renovar todos los gobiernos. Estamos en un momento determinante. Está por definir cuál será el nuevo modelo energético del mundo, que es lo que mueve el mundo», señaló antes de recalcar que, además, el cambio climático está provocando «una situación nueva en el planeta», que derivará en «importantísimas catástrofes». «Primero hay que reconocer esa realidad para luego abordarla», apuntó además de referirse al cambio en el modelo productivo, que «debe llevar a una economía más sostenible e igualitaria».

A su juicio, el balance de los últimos doce meses es «positivo», tras haber logrado «grandes acuerdos», entre los que citó la reforma laboral, la subida del SMI y el acuerdo para las pensiones, y subrayó que ahora «las exigencias pasan por los salarios». «Hacemos un llamamiento a que la patronal no sea tan avariciosa. Están en beneficios récord de su historia y muchos trabajadores estamos perdiendo poder adquisitivo», remachó.

«A golpe de movilización y de huelga hay que arrancar a los empresarios un parte del incremento de sus beneficios. Queremos que se sienten a negociar un acuerdo guía para avanzar en salarios y otras cuestiones como la igualdad, flexibilidad laboral, medidas de prevención o reducción de jornadas. Hay que avanzar en las mejoras de las condiciones de vida de los trabajadores, y si no dan ese paso, reclamaremos al Gobierno que toquen el impuesto de sociedades», concluyó.

Respecto a la situación en Castilla y León, pidió «recobrar la cordura». «No podemos seguir en este espectáculo de ridículo diario con el Gobierno autonómico. Estamos de moda para mal. La economía no tira para arriba como en el resto de España y esta política espectáculo que vivimos no puede seguir», afirmó antes de completar: «Hay bases para un consenso y crecimiento en esta comunidad, porque tenemos riqueza».