La sanidad y las pensiones devuelven el espíritu reivindicativo a Villalar

Veintiún días después, el 26 de mayo, harán lo propio los miembros de la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública que acudieron al Monolito detrás de los pensionistas. Uno de los portavoces, Luis Ocampo, insistía en denunciar «cómo se ha deteriorado la sanidad pública en Castilla y León» y responsabilizó de esta situación al consejero del ramo, Antonio María Sáez, con el que por cierto debatirán el próximo 10 de mayo en Salamanca. «Le plantearemos que otra sanidad es posible. Esperemos que el encuentro sea serio, riguroso y que salgan ideas, pero eso no quiere decir que vayamos a desconvocar después la manifestación. Queremos que la sociedad se implique», explicó.

Con el micrófono en la mano, los integrantes de la protesta insistieron en que la «salud es un derecho y no una mercancía» y así se lo trasladarán a finales de mayo, previsiblemente el día 30, al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, con el que inicialmente se reunirán para analizar la gestión sanitaria.

Precisamente Herrera ha sido uno de los representantes políticos más madrugadores en acudir a Villalar. Él mismo ha reconocido que su estancia allí sería «breve» y la ha aprovechado para mantener un encuentro informal con los trabajadores de Made, junto con la consejera de Economía y Hacienda, Pilar Del Olmo, a los que trasladó la posibilidad de una compra inmediata de la planta por parte de dos empresas que «están interesadas». Los empleados de la factoría medinense agradecieron la labor de la Junta en su conflicto pero no quisieron perder la ocasión de reivindicar su situación y pedir «que no se les olvide». Herrera prometió que no lo harán y tras saludar a los que portaban la pancarta con su protesta, continuó la breve visita por la localidad.

Antes, en las declaraciones efectuadas a los medios de comunicación, había advertido a Mariano Rajoy sobre la necesidad de convocar «cuanto antes» la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera y, entre irónico y cansado, exigió «al ministro (Cristóbal) Montoro que encuentre tiempo para convocarlo» y no solamente para hacer «declaraciones más o menos afortunadas». La antipatía de Herrera con este ministro sumaba un escalón más y se mostró reacio a tener que esperar a que se conforme un gobierno en Cataluña para que haya un representante en esa reunión del CPFF. «A un mes vista de que por ley se tuvieran que convocar elecciones en Cataluña no sabemos si va a haber gobierno en esa comunidad. Creo que los españoles no podemos esperar a que los grupos que le están echando un pulso al Estado, se pongan de acuerdo», advirtió.

También el secretario federal del PSOE, Pedro Sánchez, que fue el más demandado en la campa y no dejaba de saludar y hacerse fotos con los asistentes, se refirió a Cataluña en su intervención desde el Monolito. Sánchez, nombrado oficialmente comunero por Demetrio Madrid, defendió «la España de las autonomías» como heredera de la diversidad y la igualdad y abogó por dar un paso más hacia «la España de la autonomía local». Ni una sola referencia ha hecho a la otrora defensa del estado federal y demandó unidad «ante aquellos que quieren reventarlo todo y que luchan por fragmentar y dividir».

El líder de los socialistas se dejó querer en la campa y aprovechó para criticar la «nula» gestión de la Junta en la lucha contra «la enfermedad silenciosa que es la despoblación» y garantizó «un compromiso fuerte» en nombre de su candidato, Luis Tudanca (del que dijo que es «la esperanza» de Castilla y León) para confeccionar políticas activas contra este problema. Sobre la futura campaña electoral o la previsión de pactos con otras formaciones para garantizar las Alcaldías que ahora conservan como la de Valladolid, Sánchez recomendó «humildad, trabajo, constancia, determinación y convicciones frente a tanto vaivén de otras formaciones políticas y frente al agotamiento del PP». Por cierto que su portavoz, Óscar Puente, prefirió mantenerse en un segundo plano y dejó que su jefe se diera un baño de masas acompañado de la directiva regional. Entre ellos, no se movió de su lado Luis Tudanca que en su discurso ha arremetido directamente contra «todas las derechas, porque son lo mismo». Ya está en modo electoral.

Por la campa de Villalar han pasado también el presidente de Ciudadanos en Castilla y León, Luis Fuentes, que reconoció el avance de la comunidad en los últimos 35 años aunque insistió en la necesidad de no ser conformistas y seguir reivindicando. Pablo Fernández, el líder de Podemos, que se estrenaba en la cita comunera, reclamó el fin de la insumisión y el reconocimiento de la memoria histórica, mientras que el coordinador regional de IU, José Sarrión, imploró que «Castilla y León se ponga en pie» por la igualdad.

La oposición de izquierdas criticó además los proyectos de instalación de minas en Salamanca y Ávila apoyados por colectivos contrarios a estas propuestas que también se han trasladado a Villalar. Y con todo, llamó también la atención una sorprendente pancarta a favor del soterramiento en Valladolid que se situó a los pies del Monolito durante la intervención de los líderes del PSOE. Todo en una jornada calurosa que ha devuelto el espíritu reivindicativo a la fiesta de Villalar.