Salvador Carmona, rector de la IE University: el economista de la sonrisa amable

Su mirada se dirige hacia el suelo mientras una sonrisa candorosa asoma en la comisura de los labios. No es un gesto fútil, solo le permite ganar unos segundos de tiempo para escoger los pedazos de su su vida personal que quiere guardar solo para sí mismo. Esa sonrisa cambia de rumbo y deja entrever cada uno de los dientes cuando la conversación vira y se dirige hacia la gestión o hacia su investigación. Salvador Carmona esconde tras sus gafas una timidez que desaparece cuando habla de su trabajo como rector en la IE Universidad. Ahí cae el velo y se intuye la pasión que el rector guarda hacia su profesión.

Licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Sevilla, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, sobresaliente cum laude, también por la Universidad de Sevilla, Salvador Carmona ha vivido con un puente entre la empresa y la universidad. Ha sido gestor del Plan Nacional de I+D en España en el área de Economía y Dirección de Empresas, trabaja como consultor para diferentes empresas y lleva a cabo programas de formación dirigidos a la alta dirección de empresas multinacionales. Además, del 2006 al 2011 fue el director de European Accounting Review, una de las revistas de referencia en contabilidad. Hace poco más de un año Salvador Carmona fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Almería, su tierra.

Y es que a pesar de los años que Salvador Carmona lleva en Castilla y León, su acento andaluz aún delata el amor que tiene por su tierra. Andalucía y Almería son su primer amor y no está dispuesto a dejarse seducir por ninguna otra. Aunque es almeriense, en su carné de identidad figura Granada como lugar de nacimiento, ya que su madre tuvo que desplazarse hasta un hospital granadino por complicaciones en el parto. Un lugar de nacimiento que nada tiene que ver con su ADN, puramente de Almería.

Porque mantiene el vínculo con sus raíces a través de la familia que vive allí y le recuerda su infancia, antes de que se fuera a estudiar a Sevilla. La capital andaluza también le dejó una marca indeleble y uno de sus trabajos de investigación más conocidos une el amor por su tierra y su pasión por la historia.

El rector de la IE University participó en un trabajo bajo el título de la 'Real Fábrica de Tabacos de Sevilla', en el que se analiza uno de los casos empresariales más exitosos del siglo XVIII. En aquella época, esta fábrica de tabacos producía un 30% de los ingresos de la corona y 250 años más tarde enciende los ojos de Salvador Carmona tras sus gafas. Los procesos económicos históricos desatan la mente de este almeriense al que los estudiantes tienen un especial cariño.

Los que han estudiado con él o han vivido el duro proceso de un doctorado, le definen como una mente privilegiada pero nada pretenciosa, con una gran capacidad de gestión y ejecución. A pesar de que sus tareas en el rectorado le obligan a estar más alejado del día día en la universidad, siempre tiene tiempo para atender los problemas de su alumnado, tan especial como diferente. Casi el 70% de los estudiantes de esta universidad son extranjeros, por lo que suman problemas adicionales. Dentro de esa humildad que destacan todos sus colaboradores, Salvador Carmona desecha cualquier halago enfundado de nuevo en esa muralla de timidez que impide ver detrás del profesional. Afortunadamente siempre hay algo que derriba la muralla. En su caso es la música.

Apasionado de la música clásica, avezado amante del jazz, Salvador Carmona trata de reservar tiempo para sumergirse en las notas. Antes de que la pandemia llegara, acudía a escuchar ópera y conciertos de clásica y de jazz. Ahora, con el mundo patas arriba, esa felicidad la reserva para casa y para sus viajes en coche. Pero la universidad siempre está en su mente, en una parte trasera que nunca desconecta. Su vida, tan ligada a la empresa, tiene su reflejo en la IE University, donde aplica todo lo que ha investigado desde que se licenciara en Ciencias Económicas y Empresariales. Ese es el reflejo que quiere que todos vean, el de su trabajo. Y bajo llave guarda el resto, escondido tras una sonrisa amable.