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Las anunciadas crecidas de los ríos, fruto del deshielo por las altas temperaturas y de las intensas lluvias caídas el lunes en las cabeceras de los principales ríos de la comunidad, comenzaron a causar ayer los primeros problemas en forma de desbordamientos del Duero o ... el Cega, entre otros, en distintos puntos de las provincias de Soria (el primero) y Segovia. El principal río de la región anegó buena parte del casco urbano de la localidad soriana de Salduero mientras que su afluente anegó a su vez tierras de cultivo en el municipio segoviano de La Velilla. Las puntas alcanzadas en dichos ríos, unidas a las crecidas experimentadas en paralelo en otros afluentes del Pisuerga y el Duero, como el Eresma (también en Segovia) o el Arlanza (Burgos) hacen prever un crecimiento moderado a partir de hoy mismo tanto del Pisuerga como del Duero, y de sus respectivos afluentes, especialmente al sur, en la provincia vallisoletana.
El Pisuerga, por ahora, roza los paseos inferiores junto al puente de Poniente, con un caudal estabilizado por encima de los doscientos metros cúbicos por segundo, y el Esgueva, en paralelo, duplicó ayer casi su caudal y también comenzó a colarse en los paseos situado al borde del cauce entre Pajarillos y Pilarica. Más llamativa fue la crecida que ayer mismo experimentó el Duero, cuyo caudal superaba ya con creces los cien metros cúbicos en Herrera y los trescientos en San Miguel del Pino.
Los principales ríos que bañan la provincia están, por ahora, lejos aún de los niveles de alerta. Sí estaban ayer en esta situación e, incluso, por encima de sus niveles de alarma, muchos ríos de la comunidad en las cabeceras, con avisos activados por posibles desbordamientos emitidos por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) en el Arlanza (Lerma y Peral de Arlanza), el Eresma (Pontón Alto y Segovia), el Duero (Cuerda del Pozo y Navapalos), el Riaza (Riaza y Languilla) y el Ucero (Burgo de Osma).
Y todo ello en mitad de un inusual veranillo, que dejará máximas superiores a los quince grados hasta el viernes –mañana se esperan registros inéditos para este mes–, y a la espera de la llegada de una nueva borrasca, bautizada como 'Justine', que traerá vientos muy fuertes en toda la comunidad y nevadas. Será la guinda para un enero plagado de efemérides meteorológicas.
Los que ya conocen las consecuencias de estos vaivenes climáticos son los vecinos de la localidad soriana de Salduero, donde el Duero anegó su plaza mayor hasta superar el medio metro de altura, además de colarse en algunas casas y de inundar algunas fincas. Un problema, según advertía ayer su alcalde, Guillermo Abad, que se repite cada año en época de deshielo. Por fortuna, apuntó el regidor, «en la mayoría de viviendas donde entra el agua normalmente no vive nadie, pero en las otras la gente es muy mayor, en una de ellas hay viviendo un vecino de más de noventa años que ha tenido que cambiarse de casa y los hijos han tenido que sacar los electrodomésticos y otras pertenencias por si seguía subiendo el agua como ocurrió en la crecida de 2009».
El regidor urge una intervención de la CHD y considera necesario abrir el cauce en el punto en el que se produce un embotellamiento, «algo que en teoría tiene una solución lógica y no muy complicada, porque al cauce tiene cuarenta metros de ancho pero aguas abajo se estrecha a quince».
El río Duero, también en la provincia de Soria, anegó el área recreativa del Refugio de Pescadores en Covaleda y el río Lobos hizo lo propio en su parque natural, informa Isabel G. Villarroel.
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