El reparto de consejerías cierra el pacto para que PP y Cs gobiernen juntos la comunidad

Con la constitución de las instituciones provinciales se aplicaban los últimos flecos de ese pacto diseñado en Madrid que, aunque ha hecho aguas en algunos de sus puntos (caso del Ayuntamiento de Burgos que no ha podido gobernar Ciudadanos y la diputación de esa misma provincia, que finalmente no presidirá tampoco el partido naranja), ha terminado satisfaciendo a ambas formaciones. Por un lado, Ciudadanos ha logrado que se cumpliera el veto impuesto a Jesús Julio Carnero para que no repitiera como presidente de la Diputación provincial de Valladolid y en Zamora, la formación naranja, con un único diputado, se hacía con la presidencia de la institución en ese reparto de cromos en el que se ha terminado convirtiendo el pacto entre PP y Ciudadanos para gobernar juntos. De esta forma, el partido de Albert Rivera empieza a tener presencia en el territorio al liderar el Ayuntamiento de Palencia e incorporar, in extremis, la Diputación de Zamora.

A ello, sumaban el reparto de las consejerías que conformarán el nuevo gobierno de Castilla y León que volverá a contar con diez departamentos, uno más que en la última legislatura de Juan Vicente Herrera. Seis de ellos serán para el Partido Popular, que obtuvo mayor representación en las elecciones del 26 de mayo (29 procuradores frente a los 12 de Ciudadanos), como han hecho valer durante toda la negociación los representantes de la formación conservadora; y Ciudadanos, las cuatro restantes. La presidencia de la Junta de Castilla y León recaerá en Alfonso Fernández Mañueco y la vicepresidencia, en Francisco Igea, que ostentará además la Portavocía del Ejecutivo regional. No obstante, entre las responsabilidades de este área no está incluida la dirección general de Medios que seguirá siendo competencia del Partido Popular.

Junto a esos cargos, Igea ejercerá además de consejero de Transparencia y Gobierno Abierto, un departamento de nueva creación en la Junta de Castilla y León por el que ha peleado especialmente la formación naranja durante todo el proceso de negociación y que se encargará de aplicar las 18 medidas pactadas en el acuerdo programático rubricado hace algo más de una semana entre el PP y Cs, como recordó ayer el líder de Ciudadanos. El objetivo es, según su ya socio de gobierno, velar por la «calidad democrática de la comunidad», en palabras de Mañueco. Serán también competencia de Ciudadanos las consejerías de Sanidad, la de Industria y Empleo (que no llevará aparejadas las cuestiones relacionadas con economía, competitividad y energía, como actualmente), y la de Cultura y Turismo.

Por el contrario, el Partido Popular asumirá los departamentos de Agricultura y Medio Rural; el de Fomento y Medio Ambiente; el de Educación; el de Familia e Igualdad de Oportunidades; el de Economía y Hacienda, y la consejería de la Presidencia. De esta última cuelgan las citadas competencias de relaciones con los medios de comunicación; las relaciones con las Cortes de Castilla y León; Función Pública y Administración local. Ciudadanos se encargará, por su parte, del gobierno abierto, participación ciudadana, ordenación del territorio, cooperación al desarrollo y las relaciones con Europa.

Una vez comunicado, a través de un escueto texto difundido por los departamentos de prensa de ambos partidos, Fernández Mañueco se refirió al acuerdo como un pacto para confeccionar un Ejecutivo «conjunto, de colaboración, integración y esfuerzos» a través del cual se hará realidad «el Gobierno que desean las personas de Castilla y León». Visiblemente contento el todavía candidato a la Presidencia de la Junta, se mostró «satisfecho» tras tres semanas de negociación en las que «se ha trabajado mucho», apuntó.

«El acuerdo ha sido complicado todo él», puntualizó previamente Francisco Igea que en un encuentro con la prensa no dudó en sentenciar que el de ayer fue «un buen día para Castilla y León» al haberse garantizado que la comunidad «tendrá por fin un gobierno». «Estamos muy satisfechos y creemos que es bueno para todos», defendió porque, a su juicio, «va a permitir introducir los cambios que nosotros queríamos».

Por segunda vez en la historia de Castilla y León dos partidos formarán parte de un mismo ejecutivo integrado, en esta ocasión, por «dos fuerzas que tienen opiniones diferentes pero que hemos conseguido un buen acuerdo programático», se felicitó Igea. Se mostró convencido de que solo a través de esta fórmula conseguirán hacer realidad el «cambio» que han promulgado durante la campaña electoral y garantizó que las cien medidas recogidas en el acuerdo programático firmado hace algo más de una semana con el PP «van a cumplirse».

Las felicitaciones no tardaron en llegar. A través de su cuenta de Twitter, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera lo calificó de «gran noticia para Castilla y León» porque «tendrá un Gobierno nuevo que aplicará políticas liberales y de regeneración, trabajando para todos los ciudadanos de esta tierra tan abandonada por el bipartidismo. ¡Enhorabuena, @FranciscoIgea y @CsCastillayLeon! ????».

Aún quedan por conocerse los nombres de los titulares de las diez consejerías que integrarán la Junta de Castilla y León porque ni Igea ni Mañueco quisieron dar detalles sobre ello, más allá de las labores que ya se sabe que desarrollará el líder naranja. El resto de los protagonistas se conocerán una vez que el futuro presidente sea investido como tal por la Cámara, algo que ocurrirá en los próximos días y sin que se prevea una demora excesiva después de que el pasado jueves el presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, se mostrara confiado de no agotar los plazos y proponer candidato a la investidura antes del 12 de julio. Eso será después de recibir a los aspirantes a la Presidencia de la Junta que presenten las distintas formaciones políticas de la Cámara.

Después de que Mañueco sea investido presidente, nombrará al resto de consejeros de su gobierno.