Raúl de la Hoz (Palencia, 1973) es procurador de las Cortes desde 1999. Portavoz del grupo parlamentario del PP, tiene ahora entre sus funciones engarzar la bicefalia con el Cs de Arrimadas en el hemiciclo mientras atiende a las necesidades de un Ejecutivo en el ... que entra el Cs de Igea.
-Usted empezó muy joven. Entró en un momento de mayorías absolutas consolidadas. ¿Cómo ha vivido estos cambios que han llevado a un Gobierno de coalición, algo que parecía impensable en Castilla y León?
-Tuvimos un calentamiento, por así decirlo, la pasada legislatura, en la que estábamos empatados y por lo tanto, sin tener un Gobierno de coalición, sí que teníamos un acuerdo que íbamos renovando periódicamente con Ciudadanos y que nos sirvió de experiencia muy buena por ambas partes para afrontar una situación que efectivamente nunca había habido, un Gobierno de coalición en Castilla y León. Soy sincero, cuando comenzamos, al menos yo en la responsabilidad que quiso encargarme Alfonso Fernández como portavoz del grupo parlamentario y. por lo tanto. enlace entre el Gobierno y las Cortes de Castilla León y del grupo parlamentario de Ciudadanos, tenía miedo y lo veía difícil. Pero el tiempo nos llevó a comprobar que cuando hay buena voluntad por ambas partes, como la ha habido en este caso, el trabajo es ciertamente sencillo. Hoy puedo afirmar con claridad, y creo que nuestros socios también, que la coalición goza de perfecto estado de salud. Sabemos cuál es el papel que tenemos cada uno, tenemos un modelo de trabajo conjunto que está funcionando muy bien. Evidentemente no todos son acuerdos absolutos, todo conlleva una negociación, pero sana, sincera, que no piensa en el beneficio cortoplacista de cada uno de los partidos que forman la coalición, sino que mira mucho más allá, al beneficio que puede generar cualquiera de las decisiones que adoptamos para los ciudadanos.
-Hay una doble articulación, o más, en el Gobierno regional. Por un lado el equipo de Gobierno con dos partidos, por otro los grupos parlamentarios, y al mismo tiempo en Ciudadanos una tendencia en las Cortes y otra en el equipo de Gobierno, con dos corrientes diferenciadas. ¿Cómo se engrana todo eso?
-No tanto, a veces los medios de comunicación reflejan la parte más florida de cada una de las decisiones que se adoptan, pero la sintonía es muy buena a todos los niveles. Evidentemente hay una negociación diaria dentro de la Junta de Castilla y León, yo diría trabajo conjunto diarioentre los miembros de Cs y los miembros del Partido Popular. Aquí también hay un trabajo diario conjunto entre el grupo parlamentario popular y el grupo parlamentario de Cs, y todo eso lo ponemos en común en un órgano que llamamos comisión paritaria en el que nos solemos reunir periódicamente y vemos aspectos que sobrepasan el día a día de los grupos parlamentarios.
«No pensamos en si Cs está o no está, si Igea va o viene o si Arrimadas ha ofrecido un pacto al PSOE por los presupuestos»
-A veces se dan circunstancias en las que no hay acuerdos. Pero cuando David Castaño, portavoz de Cs, pregunta dos veces seguidas la misma cosa en el Pleno, se percibe cierta tensión.
-Lo que es evidente es que somos dos partidos. Muchas veces se lo he escuchado a Igea, que se lo preguntan muchas veces. Somos dos partidos distintos con legítimos intereses de partido diferentes pero en este momento con un rumbo único. Formamos un único Gobierno y hay un único Gobierno con dos partidos. ¿Significa esto que somos hermanos ad aeternum? En absoluto. Tenemos diferencias. Y en ocasiones, diferencias importantes. Pero intentamos resolver esas diferencias que existen desde el diálogo, la moderación y no aireando en absoluto en las diferencias que puedan existir. No somos el mismo partido, somos dos partidos diferentes.
-¿Siguen de reojo esta evolución de Cs en la que el PP ya no es el «socio preferente» y apuestan por pactar a derecha o izquierda? ¿Les inquieta?
-Sinceramente, no. Nuestro planteamiento no es pensar lo que pueda suceder en el futuro, en las próximas elecciones. Algunos empiezan ya a hacer cábalas sobre si Ciudadanos será o no será, qué pasará… Sinceramente, nos preocupan los ciudadanos y más en este momento, lo que estamos viendo día a día, el desarrollo del proyecto común, de ese pacto que suscribimos al inicio. Y no es impostado. No pensamos en lo que pueda suceder mañana. Las cosas van bien, a lo mejor también porque estamos en un momento complejo de nuestra vida como comunidad autónoma. Y cuando tenemos una pandemia frente a nosotros, y vemos diariamente las cifras de contagios y demás… Te puedo asegurar que no pensamos en si Cs está o no está, si Igea va o viene o si Arrimadas ha ofrecido al PSOE un pacto por los presupuestos.
-Pero desde Madrid se impuso este pacto y por tanto Madrid tiene influencia en lo que pueda pasar en Castilla y León. Podría darse esa influencia en sentido contrario.
-Pero es que eso no es nuestro partido. Una cosa que hemos aprendido en coalición es que no hablamos de lo que sucede en Ciudadanos, es su vida interna como partido. Lo respeto, tiene sus procesos democráticos abiertos. No voy a negar en algunos casos sus diferencias, pero es que a nosotros ni nos afectan ni nos repercuten.
«El resultado electoral en Castilla y León no fue bueno, pero luego hubo unas generales y volvimos a ganar»
-Pues hablemos de la vida interna del PP. Porque un partido que pierde las elecciones después de mucho tiempo vuelve a gobernar. ¿Cómo asume primero ese cambio de rol que no se llega a producir del todo?
-El resultado en Castilla León del Partido Popular en las elecciones autonómicas evidentemente no es bueno. Si lo comparamos con otros territorios de nuestro país sí lo es, pero no es consuelo en absoluto. Cuando hacemos el análisis electoral nos damos cuenta de que hay una mayoría de centro derecha en esta comunidad autónoma. La suma de votos, sin contar siquiera a Vox, de Cs y PP supera con creces a la suma de votos de PSOE y Podemos. Vemos la posibilidad de hacer un pacto de Gobierno con Cs y lo desarrollamos. Al poco tiempo hay unas elecciones generales y volvemos a ganar. Y hace poco hemos conocido una encuesta y nos vuelve a señalar al Partido Popular como partido que está por delante.
-Es cierto, sin embargo, que el hecho de perder ha provocado algunos movimientos. Dirigidos desde Génova, para refrescar partes de la cúpula interna del partido.
-No creo que tenga tanto que ver con el resultado electoral como con la dinámica interna del Partido Popular, por lo que estoy viendo en otros territorios. Hay un proceso de renovación interna dentro del Partido Popular a nivel nacional y se extiende también a todas las estructuras territoriales. Es normal, es sano, genera tensiones, como todos los procesos democráticos internos de todos los partidos, pero lo que debemos hacer es ser suficientemente inteligentes como para aprovechar esas tensiones en beneficio del propio partido. Descartar enfrentamientos personales y buscar la confrontación de ideas para mejorar el PP, dentro de un proceso lógico de renovación que trae causa de la llegada de Pablo Casado como presidente del Partido Popular.
-Los procesos internos dejan mucho cadáver por el camino.
-Los procesos internos son positivos. En algunos casos son más complicados que en otros, pero todo proceso electoral interno de cualquier partido político genera tensiones. Lo importante es aprovecharlas en beneficio del proyecto común y al final es en donde nos encontramos todos.
-Le preguntamos a Alfonso Fernández Mañueco hace poco por esos congresos provinciales que están próximos a celebrarse y dijo que no le preocupaban. Y usted coincidía. Pero es algo que está ahí.
-El PP en una Junta directiva nacional planteó, en ese lógico proceso de renovación, la necesidad de celebrar congresos territoriales, provinciales y autonómicos. En ese proceso estamos, ahora mismo en suspenso como consecuencia de la situación de pandemia. Esto ha parado los procesos congresuales, que esperamos retomar en cuanto estemos algo más liberados de la necesidad de adopción de medidas. Un congreso provincial tiene más sentido con carácter presencial que de forma telemática. Si podemos esperar, es mejor hacerlo de forma presencial porque la participación siempre va a ser más activa.
«Siempre he creído un error gravísimo pensar durante la legislatura en el final de la legislatura»
-Los procesos telemáticos son peligrosos, lo hemos visto en otros partidos cercanos…
-Dejémoslo ahí (sonríe).
-Hablaba de encuestas. Una de las últimas arroja una subida importante de Vox. Casado escenificó una ruptura total con Vox y ustedes también marcan mucho la distancia en las Cortes. ¿Les preocupa esa tendencia de las encuestas?
-Me siento muy orgulloso de Pablo Casado, pero el día que intervino en el debate de la moción de censura nos hizo a todos los miembros del PP sentirnos exageradamente orgullosos de nuestro presidente. Porque ese día Pablo Casado abrió claramente el camino a seguir en los próximos tiempos en el PP: dirigir el centro derecha ideológico en nuestro país. Y eso nos exige no mirar a los lados, sino mirar simplemente a los ojos de los ciudadanos. Eso es lo que hizo aquel día Pablo Casado y en eso estamos. El Partido Popular tiene la fuerza suficiente como para, sin necesidad de mirar a los lados, erigirse como principal fuerza política en nuestro país. Y las encuestas nos dicen que estamos en el buen camino. Evidentemente hay otros partidos políticos en las mismas esferas ideológicas, pero no se trata de compararnos con lo que hacen otros, sino ser nosotros mismos.
-Ese discurso que parece que llevaba casi en secreto hasta el último momento. Incluso, dicen, sorprendió dentro del partido.
-Yo era uno de ellos. A mí me sorprendió, sinceramente. Y creo que a muchos nos sorprendió. Teníamos dudas todos, dentro del partido, de cuál era la posición que debía adoptar el Partido Popular. Incluso si debía de ser el propio Pablo Casado el que llevara la voz cantante, había distintas corrientes dentro del partido. Y Pablo Casado nos demostró que es un líder y que está a una excepcional altura no solo en oratoria sino también como hombre de Estado. Hizo una intervención que marca un antes y un después en el presente y el futuro del Partido Popular.
-Recuerdo ahora a Pablo Trillo (PP) aplaudiendo a Jesús García-Conde, de Vox, en el hemiciclo. Algo que no ocurre habitualmente porque al ser un solo procurador normalmente no recibe aplausos.
-Jesús García-Conde es muy buena persona, compartimos algunas cosas. El día a día nos lleva a comprobar que diferimos en bastantes aspectos, pero ante todo la relación personal con él y con los militantes de Vox en Castilla León es muy buena. Una cosa no quita la otra. Y en ocasiones podemos estar de acuerdo. Esta mañana se ha aplaudido a Por Ávila. Y hace poco en un Pleno aplaudimos una intervención de la representante de Podemos. Eso es bueno. Siempre he dicho que en estas Cortes nos une más de lo que nos separa con los partidos políticos.
-Hablaba antes de encuestas. Conforme se acerquen las siguientes elecciones, Cs tiene dos problemas. Uno, que tiene que poner cara a su candidato, si no es Igea. Y dos, que la teoría dice que en las coaliciones el pez grande se come al chico, y ustedes quieren pescar votos en su caladero. Eso va a crear tensiones en apenas un año y medio.
-Siempre he creído un error gravísimo pensar durante una legislatura en el final de la legislatura. Porque solo nos pone trabas a nosotros mismos. Si pienso en qué le va a pasar a Cs cuando lleguen las elecciones, incluso si pienso en lo que le va a pasar al PP o quiénes van a ser los candidatos del PP dentro de dos años, estoy ayudando muy poco al trabajo que estamos haciendo al día de hoy.
«Si mañana el señor Cosidó es llamado a declarar como investigado, adoptaremos medidas»
-Ya lo están pensando muchos.
-Efectivamente. Es una cosa que nunca me ha gustado de la vida interna de los partidos. Ahora estamos en lo que estamos. Y por respeto a los ciudadanos que nos han votado y que nos están pagando vamos a pensar en lo que estamos haciendo hoy y cómo servir a los ciudadanos. Y en el futuro, cuando lleguen las elecciones, ya veremos quiénes son los candidatos, qué pasa con las coaliciones, contra quién nos vamos a enfrentar, cómo conformamos las listas. Eso ya llegará.
-¿Le pregunto por Cosidó o me responderá como al PSOE, 'y ustedes más'?
-No, no es 'ustedes más', es 'ustedes igual'. De plantear las cosas bajo la misma vara de medir. Respeto la presunción de inocencia de un señor que no es cargo político exactamente igual que respeto la del señor Óscar Puente, que sí lo es. Lo que no puedo justificar es que el PSOE venga exigiendo responsabilidades políticas a quien no es político porque un señor dice que otro ha dicho, pero sin que haya diligencias abiertas… Y con el señor Puente, al que recomiendo que enseñe las facturas de esas vacaciones presuntamente pagadas por un empresario, no. No pediré al señor Tudanca responsabilidades políticas por el señor Puente mientras no se demuestre fehacientemente o indiciariamente que hay indicios de criminalidad. Pero tampoco acepto que nos pida a nosotros responsabilidades por un señor que tiene una relación con los hechos de que alguien ha dicho que otro ha dicho… Ahora, si mañana el señor Cosidó es llamado a declarar en calidad de investigado, pese a no tener responsabilidades públicas en este momento, lógicamente adoptaremos medidas.
-¿Y por qué no explican qué funciones hace, como les han pedido?
-Porque no es un cargo político.
-Pero es un asesor pagado por todos.
-Es un asesor, evidentemente. Esta mañana hablábamos: 1.200 asesores tiene el Gobierno central.
-Ya me está diciendo lo que le dijo al PSOE.
-No, no. Es que es asesor, sí, y hace funciones de asesor. No tengo ni idea de qué funciones desarrolla, es asesor de la Junta y es uno de los 41 que tiene la Junta frente a los 1.212, ahí sí comparo, de Moncloa. Que no sé lo que hace ninguno, que por cierto he descubierto que hay 125 de ellos que tienen solo el graduado escolar. Para cobrar 54.000 euros de media no está mal.