La región inicia la poda tras cosechar 285 millones de kilos de uva de calidad excepcional

La pequeña reducción de la cosecha de uva de calidad viene marcada especialmente por el descenso de la producción registrado en Ribera del Duero. La Denominación de Origen ha bajado en un 11% la cantidad recolectada, con un global de casi 110 millones de kilos de uva vendimiados en las más de 24.000 hectáreas de viñedo de calidad, frente a los 123 millones de la campaña 2020. Las tormentas de pedrisco registradas en varias zonas de la DO en el mes de mayo, las fuertes heladas invernales y las consecuencias del temporal Filomena, han provocado esa reducción. En cualquier caso, se trata de una cantidad que se sitúa por encima de la media histórica de Ribera del Duero. En cuanto a la calidad, los técnicos de la DO apuntan a que se asemeja a la de 2019, calificada como excelente. En esta línea, defienden que se trata de «una añada muy adecuada para elaborar vinos de alta calidad».

Por su parte, la Denominación de Origen Rueda ha terminado su vendimia con un ascenso de cerca de un 10% en su producción. En la zona de calidad, este año, se han recolectado 124,5 millones de kilos, 123.813.474 corresponden a uvas blancas. En 2020 se obtuvieron un total de 112 millones de kilos de uva. El departamento técnico de la Denominación de Origen destaca que calidad de la uva «es muy buena» y las elaboraciones en proceso «tienen muy buena intensidad; incluso mejor boca y estructura que en años anteriores».

Récord de cosecha en la Denominación de Origen Toro. Allí, se han superado los registros históricos de zona, con la recolección de 23,3 millones de kilos de uva. La cantidad supone un ascenso de casi un 14% con respecto a la cosecha anterior y supera las mejores cifras obtenidas en el año 2016. En cuanto a la calidad de la uva, desde la D.O mantienen que es «extraordinaria» y «equilibrada», algo que llevará a la elaboración de «grandes vinos».

Bierzo también ha mejorado los registros de producción, con un 11,12 % de repunte respecto a 2020. En los viñedos amparados por el marchamo se han recogido 12,6 millones de kilos de uva. Tomando como referencia las cinco últimas cosechas, la vendimia está un 7,94% por encima de la media. El estado sanitario de la uva, así como el grado de maduración, fueron muy buenos, según la D.O, aunque con una graduación más baja que en cosechas anteriores. «Los vinos de este año serán especialmente frescos y con características varietales muy marcadas», especifican.

Descenso

Una uva muy sana, con una acidez y un grado muy equilibrados. Ese es el balance que hace la Denominación de Origen Cigales de la vendimia 2021. Una campaña que supuso para la zona de calidad una reducción de un 4% en la recogida de uva. La vendimia en la D.O se saldó con 7,8 millones de kilos de uva recogidos. De cara al futuro, el Consejo Regulador augura vinos rosados con mucha vida y largas crianzas para los tintos.

Descenso también de número de kilos recogidos en la D.O León. La zona vitivinícola concluyó su vendimia con la recogida de casi 2,6 millones de kilos, una bajada del 7,8% con respecto al año anterior. Desde el punto de vista cualitativo, la añada presenta unas «excelentes aptitudes para la elaboración de los vinos» con las dos variedades principales, Albarín y Prieto Picudo.

Incendios

Los graves incendios del verano y una fuerte helada en abril marcaron el año en la zona de Cebreros. A pesar de ello, la marca logró concluir con un repunte en la producción del 5%. La campaña 2021 se concluyó con 854.000 kilos de uva recolectada, de los cuales el 4% es de la uva blanca albillo real y el 96% restante es uva tinta, mayoritariamente garnacha. Un año que ha sido «singular», según la directora técnica, Marta Burgos. Los dos incendios registrados en la zona en el mes de agosto, han afectado en distinto grado a 40 hectáreas de viñedo. En cuanto a la calidad, «estamos contentos de manera generalizada, destacando el menor grado alcohólicos», incide Burgos. Por otra parte, Arlanza se mantiene prácticamente en sus cifras habituales con la recogida de 1.075.000 kilos de uva en la zona de calidad, algo menor que los 1,1 recogidos el pasado año. «La uva es de una calidad excelente y muy buena maduración tanto alcohólica como fenólica», ha detallado la secretaria del consejo Regulador, Elisa Fenández Barbadillo.

En lo que se refiere a la Denominación de Origen Arribes, su vendimia alcanzó el millón de kilos de uva. Una cifra que se mantiene estable en la zona de calidad en los últimos años, registrando cosechas muy similares en cuanto a cantidad. Respecto a la calidad, el Consejo Regulador defiende que ha sido «muy buena». En la vecina Sierra de Salamanca, la cosecha se dio por finalizada con la recolección de casi 252.000 kilos de uva entre variedades blancas y tintas. Una año de producción normal, en las cifra medias y con una vendimia «pausada y larga» debido a las diferencias de maduración entre las diversas zonas, según su director técnico, Miquel Udima. «La uva muy sana, sin problema. La maduración fenólica ha sido muy buena, un año fresco, pero con tanino pulido. Muy interesante», puntualiza.

Otras zonas

En Tierra del Vino de Zamora, la vendimia se terminó con 631.838 kilos de uva recogida, un descenso del 12% con respecto a 2020. «En líneas generales, tanto la maduración como el estado sanitario de la uva presentaron buenas condiciones. El rendimiento obtenido por hectárea estuvo por debajo de la media de los últimos años», refleja el informe de vendimia realizado por el Consejo Regulador. En los Valles de Benavente se recolectaron 740.040 kilos de una vendimia que «ha transcurrido con normalidad y calidad de la uva ha sido muy buena». Valtiendas, en la provincia de Segovia, terminó su campaña con unas cifras de uva recogidas similar a la media de los últimos años que se sitúan en torno a los 240.000 kilos. En la zona califican la calidad como «elevadísima».

Una vez concluida la vendimia en Castilla y León, el ciclo vuelve a empezar en la viña. Los viticultores de la región se preparan ya para la de poda del viñedo, un trabajo que se desarrolla desde finales de noviembre hasta marzo y que se considera la labor fundamental para determinar la calidad de la futura cosecha