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Azahara Hernández en el entorno de Tábara Rodrigo Jiménez
La reconstrucción del pulmón verde la Sierra de la Culebra
Real Seguros - Proyecto RefoSetas

La reconstrucción del pulmón verde la Sierra de la Culebra

Azahara Hernández. Agente Reale Seguros

Andrea Díez

Tábara

Domingo, 19 de noviembre 2023, 00:03

«Mi vida ha sido un antes y un después del incendio». Así lo siente esta joven tabaresa, Azahara Hernández, que como el resto de vecinos de más de una veintena de municipios de la zona tuvo que abandonar su casa tras el incendio de Losacio. Ha transcurrido casi un año y medio y poco a poco comienzan a darse pasos para recuperar un entorno que ha quedado totalmente arrasado.

Azahara es agente de Reale Seguros en la zona y distribuye su trabajo entre su Tábara natal, donde reside y la localidad de Alcañices. «Hablas con agricultores y ganaderos y sus pastos se quedaron reducidos a la nada», explica y recuerda el caso concreto de la empresa familiar quesería ecológica Beato de Tabara que vio totalmente reducida su producción tras la pérdida de la mayor parte de su ganado de cabras. También se acuerda del sector de la apicultura se han visto arrasadas las zonas donde las abejas polinizaban, «lo poco que tenemos se vio reducido a cenizas», resumió.

A partir de ahora y conocedora de la iniciativa RefoSetas, impulsada por EntreSetas y el respaldo de Reale Foundation, fundación corporativa de Reale Seguros, confía en poder desarrollar alguna iniciativa en su zona. «Reale es una compañía que siempre ha abogado por la responsabilidad social. Lo demostró en la pandemia ayudando a hospitales y ahora en esta zona lo muestra con Villanueva y espero que en un futuro no muy lejano con la comarca de Tábara, Aliste, Alba… con algún proyecto se lleve a cabo», adelanta.

Se muestra orgullosa de que se apueste por proyectos e ideas que contribuyan a paliar de alguna forma, los estragos del fuego. Aunque no hay todavía una sugerencia concreta, Azahara tiene en mente algún proyecto de reforestación de las zonas quemadas.

La apuesta se centra en la plantación de especies autóctonas como castaños, robles y encinas, «aunque sean de crecimiento más lento, al final te aseguran un futuro en la zona rural». Descarta la opción del pino porque «son como cerilla» al prenderse fuego y recuerda cómo «las piñas salían disparadas y saltaban de un sitio a otro».

De momento, son líneas e ideas que traza en un su mente y a la que todavía les falta «algunas conversaciones» para que se materialicen en una acción directa. «Mi orgullo sería poder hacer un proyecto de reforestación en esta zona», comenta ilusionada mientras se pasea por una zona donde en pie se mantiene un cartel que dice 'Parque Micológico' pero donde lo único que quedan son tocones y tiznas verdes en forma de matorrales en el monte bajo.

Un poco más adelante, «aquí es el Alto de Carmona, punto estratégico de visualización y de escuchar la berrea noches de septiembre y octubre. Ahora todo ha quedado en el pasado», lamenta. Pero Azahara levanta la mirada con optimismo «confío en un futuro esperanzador aunque suene a utopía», ha vivido siempre rodeada de naturaleza y compromiso con el medio rural y confía en la fortaleza de los vecinos para remontar, «creo que siempre que hay que ayudar al pueblo y tirar para delante contando el pueblo».

En este paseo por el recuerdo se emociona al recordar a los vecinos que perdieron la vida en el incendio, «lo importante es que no caigan en el olvido. Siempre estarán en nuestra memoria». ¿Cómo puedes ayudar a tu pueblo? Es la pregunta a la que trata de dar respuesta Azahara Hernández mientras recorre con su coche la Sierra de la Culebra.

En su mente suenan posibles acciones que promuevan la recuperación del entorno natural, «a la gente que somos de aquí nos ha sacado nuestro sentimiento más enraizado, nuestras ganas de defender y recuperar el lugar donde vivimos». Los recuerdos del incendio de Losacio se agolpan mientras visita una de las zonas afectadas por las llamas, «empiezas a oír sirenas para desalojar el pueblo por peligro y tienes que meter en una maleta lo básico sin saber si vas a volver.

Mirando atrás y viendo auténticos monstruos de llamas y sin saber si cuando vuelvas estará tu casa o no». Con el paso de los meses, esta joven tabaresa tiene claro que le gustaría contribuir y aportar su granito en la recuperación y reforestación de las tierras donde ha nacido y continúa viviendo.

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