El balance de criminalidad publicado por el Ministerio del Interior constata en el último año una escalada en los delitos sexuales y riñas tumultuarias, además de dispararse el cibercrimen (en especial, las estafas informáticas desde la pandemia), motivo por el que el Sindicato Unificado de ... Policía (SUP) ha presentado una iniciativa para que se adapten las plantillas a la realidad de cada comunidad autónoma. La estadística correspondiente a Castilla y León en 2022, con 87.131 delitos, refleja un aumento de 13.123 infracciones penales respecto de 2021, año en el que se contabilizaron 74.008. La variación al alza es del 17,7%, además de que también se ha superado el número de delitos registrados el año anterior a la pandemia (76.363). Por ese motivo, el sindicato policial reclama que se refuercen plantillas en algunas ciudades, se dote de medios suficientes a las UFAM (Unidad de Atención a las Familias y Mujer) y se cubran las vacantes en las Comisarías al cien por cien.
En Castilla y León, los delitos de lesiones y riñas tumultuarias han superado el pasado año la barrera del millar de casos (1.037), cuando en las anualidades de 2019 y 2021 las cifras eran prácticamente coincidentes, en torno a los 750. Preocupa especialmente la escalada en los delitos contra la libertad sexual, 535, casi el 14% más que en 2021 (470). De ellos, 72 fueron agresiones sexuales con penetración (violaciones), frente a las 64 de la anualidad anterior y las 44 que se denunciaron en 2019. La variación al alza respecto del año anterior a la pandemia es del 63,6%.
Homicidios
También respecto de los delitos más graves, llama la atención que se han duplicado en la comunidad los homicidios dolosos y asesinatos consumados respecto de 2019 aunque, puntualizan desde el SUP de Valladolid, los porcentajes «hay que relativizarlos, porque se trata de cifras que siguen siendo muy bajas respecto de otras comunidades». En 2022 hubo 16 asesinatos, frente a los 13 de 2021 y los 8 de 2019. Concretamente, en Valladolid se registraron cuatro asesinatos y tres homicidios en grado de tentativa, mientras que en 2019 hubo un asesinato y dos intentados y en 2021, dos homicidios dolosos y cuatro tentativas, de forma que en la pasada anualidad se han disparado los porcentajes de incremento. En la estadística de homicidios del pasado año no figura el crimen de la joven enfermera vallisoletana de 23 años acuchillada hasta la muerte por su exnovio en octubre pasado porque el crimen ocurrió en Bruselas.
Los robos con fuerza en domicilios, establecimientos e instalaciones, con 4.357 denuncias, retroceden a cifras similares a las de 2019, tras experimentar un descenso de casi mil casos en 2021 y los delitos de tráfico de drogas bajan ligeramente, de 492 a 480.
Pero es la cibercriminalidad la que ha experimentado en los dos últimos años un despegue llamativo: de los 10.964 delitos cibernéticos conocidos en 2019 en Castilla y León, se ha pasado a 21.520, lo que supone una variación al alza de más del 96%. De estos delitos, la mayoría son estafas informáticas (19.187 frente a las 9.464 de hace dos años, el 102% más).
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