Elena, su marido Jose y sus hijos Matías y Martina en la Plaza Mayor. EL NORTE

«Si la rebaja del bono no es definitiva y la Junta no ayuda, tendremos que emigrar»

Elena Blas Viaja tres días a la semana a Madrid y reside en Valladolid junto a su marido y dos hijos

Jesús Bombín

Valladolid

Domingo, 25 de septiembre 2022, 00:00

Elena Blas (Valladolid, 1982) comenzó en 2009 su carrera laboral como gestora de recursos humanos en una empresa de transportes de la Comunidad de Madrid. Vivía y trabajaba en la capital de España hasta que tres años después, junto a su pareja, apostó por retornar ... a su ciudad, Valladolid. Tensiones con idas y venidas en trenes y el gasto que suponían los 'condenaron' de nuevo a residir Madrid en 2014. «Poco después tuvimos a nuestro primer hijo y decidimos volver a Valladolid por apego a la tierra, por calidad de vida, porque aquí tenemos a las familias... Me ofrecieron un ascenso y pude hacer frente al esfuerzo de pagar 650 euros al mes por los viajes en tren».

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Compraron un piso cerca de la estación Campo Grande para «minimizar desplazamientos y ganar tiempo». Ahora acogen la rebaja del 50% del abono Avant como «un respiro; supone poder acceder a cosas que te has quitado del día a día, y más ahora que todo ha subido de precio».

En la actualidad Elena teletrabaja dos días a la semana y tres acude a su puesto laboral. «Ando un poco vendida con frecuencias, anulaciones... cuando falla la aplicación de Renfe sudas la gota gorda».

Ayuda de familiares y conciliación

En este tiempo su familia ha crecido, son cuatro (un niño de seis años y una niña de 18 meses). Su marido imparte clases en un instituto vallisoletano y entre ambos, confiesa, «hacemos malabares para poder conciliar». «Si falla un tren tienes que llamar a los abuelos o a quien sea, y últimamente estamos teniendo retrasos; a raíz de los abonos gratuitos hay menos plazas y coger el de vuelta a las 14.30 en Chamartín es imposible, tengo que esperar al de las 15.40 horas».

La bonificación del 50% del abono ha llevado a Elena y a su marido a aparcar de momento la idea de emigrar de nuevo a Madrid. «Los niños están felices en Valladolid, es otro mundo, disfrutan ellos y sus abuelos, una ayuda grande; Pero si el descuento de los abonos del Gobierno no es definitivo y la Junta no colabora tendremos que marchar; seguimos aquí con mucho esfuerzo, la Junta tiene que implicarse».

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