«Quiero volver, aunque sea con mascarilla y menos niños»

«Lo más raro de este confinamiento ha sido no poder tocar ni abrazar a mis compañeros de clase, te cansas de verlos en la distancia», cuenta Elisa. El aspecto más positivo es que admite estar aprendiendo mucho sobre programas informáticos para hacer presentaciones y actividades educativas, lo que le da una gran sensación de autonomía y seguridad.

Trabajos en grupo, juegos de escapismo o concursos a distancia para repasar los contenidos aprendidos durante el curso han hecho mucho más ameno el colegio a distancia a Elisa. Reconoce que para entender temas más complicados han sido de gran ayuda los vídeos explicativos, tanto de internet como elaborados por los propios profesores. Aunque más divertido ha sido convertirse ella misma en la protagonista de un videotutorial sobre los cuerpos redondos.

Su grupo tiene clase 'online' prácticamente todos los días a las 10 de la mañana, unos minutos en los que el profesor explica las tareas del día y resuelve dudas. Una breve conexión que nada tiene que ver con sentarse en pupitre y aprender junto a sus compañeros. Por eso, Elisa insiste en que quiere volver «aunque sea con mascarilla y menos niños en clase» y eso que reconoce que llevar la boca y la nariz tapadas es «un verdadero agobio».