Miguel Ángel Quintana Paz, fotografiado para la entrevista en la sede del ISSEP, en Madrid. ALBERTO ORTEGA

Miguel Ángel Quintana Paz | Director académico y profesor del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política

«Los que queremos defender la civilización que hemos heredado debemos luchar»

«El PP no desea hacer grandes cambios en la situación actual de España. Vox sí tiene una idea diferente»

J. I. Foces

Valladolid

Sábado, 20 de julio 2024, 08:40

He aquí un pensador. Miguel Ángel Quintana Paz (Salamanca, 1973), director académico y profesor del Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP) y doctor en Filosofía por la Universidad salmantina. Con una sólida vocación educativa, asentada en anteriores experiencias docentes en la Pontificia de ... Salamanca y en la UE Miguel de Cervantes, se mueve como pez en el agua en el debate de las ideas porque, dice, hoy en el mundo político, cultural y social la batalla es por las ideas frente a una izquierda que considera woekizada (sic) y a un centroderecha, representado por el PP, «que no cultiva las ideas». Considerado el ISSEP como institución académica y política en la órbita de Vox, él asegura que no es ideólogo de nadie, sino un pensador que vende ideas; si se las compra «mayoritariamente cierto partido», él encantado.

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–En su cuenta de la red X dice: «Según el diario.es soy un peligro social». ¿Se ve usted como un peligro social?

–Me gustaría serlo.

–¡Qué dice!

–Por eso lo pongo ahí. Nadie emite elogios tan desproporcionados hacia uno como tus enemigos. «Eres un peligro social». La otra cosa que pongo en X es la manera en la que titularon en una entrevista en elconfidencial...

–...«El filósofo de la sobrina de Le Pen».

–Una desproporción absoluta. La conocía ya, pero si a esta mujer le llegan los periódicos españoles y ve que yo voy blasonando de ser su filósofo de cabecera pensaría que me he vuelto loco.

–El instituto que dirige está considerado por muchos el 'think tank' del partido Vox. ¿Lo es?

–No. Para empezar, no es un 'think tank'. El 'think tank' de Vox es la Fundación Disenso. Nosotros no somos un 'think tank'. Vox dedica un esfuerzo notable, no hay ningún partido que dedique esa cantidad de recursos, a las ideas. Que, además es una cosa que tradicionalmente el centroderecha ha obviado.

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Miguel Ángel Quintana Paz. ALBERTO ORTEGA

–Si el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política no es el 'think tank' de Vox, ¿qué es?

–Una institución independiente, no tenemos ninguna vinculación orgánica con Vox y somos una institución no de 'think tank', que sería más bien una productora de ideas, sino que producimos alumnos. Somos una institución educativa.

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–¿Usted es de Vox?

–No.

–Le expulsaron de UPyD por defender el Toro de la Vega. Algo así sería impensable en Vox, ¿no?

–Supongo, pero como no estoy en Vox, tampoco corro el riesgo. De todas formas, ya que la menciona, la época de UPyD fue entrañable, aprendí muchísimo, me lo pasé muy bien, conocí gente estupenda, pero seguramente por eso de la expulsión nunca volveré a estar afiliado a un partido, tengo la sensación de que aprendí todo lo que hay que aprender.

«Meloni tiene un gran problema: Italia tiene una enorme deuda»

Miguel Ángel Quintana Paz

Director académico del ISSEP

–Para el Programa de Liderazgo y Gobierno que va a iniciar el ISSEP en octubre advierten de que los alumnos serán escogidos tras un «cuidadoso proceso de selección». Defina 'cuidadoso'.

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–Es, fundamentalmente, aparte de la entrega por parte de ellos de un currículum, una entrevista. Aunque no somos un 'think tank' damos una gran importancia a las ideas, no somos meramente emisores de un mensaje, sino que aquí son los alumnos los que exponen sus ideas y todos los años hay cosas muy valiosas y potentes. En ese esfuerzo de generar ese ambiente de gente que comparte ideas, obviamente es esencial la selección. Hay estudios que demuestran que Harvard no es mejor que el Community College de Kentucky porque tenga mejores profesores; la diferencia entre ambos son los alumnos que tienen alrededor, el contexto de alumnos. Por eso damos esa importancia a que los alumnos sean personas que puedan aportar a sus compañeros.

–Aseguran que ese curso de liderazgo y gobierno permitirá adquirir «las armas necesarias para moverse en los ámbitos público, político y empresarial». ¿Armas mejor que herramientas para la política de hoy?

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–Sí, no hay ningún complejo en hablar de la idea de batalla, la idea de que estamos en una lucha incruenta porque es de ideas. Cualquier miedo ante cualquier tipo de violencia debe quedar excluido: estamos hablando de la batalla cultural, no de la batalla campal, y estamos hablando de la importancia de las ideas como armas. Al enemigo no lo eliges tú; el enemigo te elige a tí. Tu puedes querer no tener ningún enemigo, pero la opinión de los demás puede ser discrepante contigo. Vivimos un momento en el que creo hay un proceso de desconstrucción de nuestra civilización y ese proyecto obviamente ve como hostil, como enemigo, como algo a batir la civilización que hemos heredado. Aquellos que queremos defender la civilización que hemos heredado, por lo tanto, queramos o no, tenemos enemigos y debemos luchar.

–¿La guerra cultural es el tema más importante en los tiempos que corren?

–El tema serían las ideas concretas por las cuales combatimos. Pero sí que es verdad que tradicionalmente, ahora que la izquierda se ha woekizado, la no izquierda, todos aquellos que estamos fuera de lo que es el proyecto actual de la izquierda woekizada, tenemos que tener claro que hay que dar la batalla porque el proyecto que viene es hostil hacia nosotros y nos va a hacer perder muchas cosas que no queremos perder o cosas que queremos desarrollar y no nos van a dejar desarrollarlas.

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El director académico del ISSEP, en la sede del instituto. ALBERTO ORTEGA

–Por poner un ejemplo, ¿la postura ante la inmigración y los menores inmigrantes no acompañados es guerra cultural?

–Sí. Es clave en ella no dejarse manipular por cómo usa la izquierda la empatía: como mero sentimentalismo hacia quienes ellos deciden. Por ello, si nos muestran solo a los menas, y solo a los de aspecto más frágil, pero nos ocultan a las víctimas de sus delitos, obviamente tendremos una visión muy sesgada del problema. Sesgada según lo que ellos han decidido que debemos ver y, aún peor, lo que han decidido que no debemos ver: las víctimas de robos, violaciones, agresiones... . Qué sería de nuestro debate público si se nos mostrara la verdad completa, no solo lo que algunos han decidido que debe ser verdad.

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–¿Qué sería?

–Está claro que ante violaciones, agresiones, asesinatos... la preocupación de la mayoría de la gente iría hacia cómo proteger a la gente más débil, a los que son víctimas de todo ello. Mujeres, niños, adolescentes, personas de barrio que son los que quedan expuestos ante esos delitos, esa violencia. Pero hoy todos ellos quedan ocultados, fuera de nuestros debates sobre el asunto, como si no importaran. Es una pena que esto ocurra 2.400 años después de Platón y Aristóteles, que ya nos advirtieron de que la compasión es una emoción extremamente manipulable. Si en vez de esta, apostamos por la razón, veremos que tampoco es muy racional mantener a los menas alejados de sus padres, de su cultura, de su mundo. Y que, por tanto, las presuntas soluciones que ahora se dan, en realidad, solo generan problemas para todos: menas y víctimas de los menas.

«Alvise es alguien a quien vota gente harta de las élites que nos gobiernan»

Miguel Ángel Quintana Paz

Director académico del ISSEP

–Pero está el día a día, y no parece que sea políticamente pragmático que Vox haya iniciado el proceso de ruptura de los gobiernos con el PP por esta o aquella política, en este caso por la inmigración.

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–Bueno, en este caso hablamos de una táctica política concreta. Sin negar importancia práctica a eso, a mí como filósofo me parece más interesante qué ideas cultiva cada partido. En concreto, ¿cuál es el proyecto de ideas hoy del Partido Popular? ¿Siguen con lo de aquello del 'Humanismo cristiano', pese a que ahora apoyan el aborto? ¿Tienen un paradigma nuevo? La verdad es que un partido tan grande y con tantos recursos como el PP debería dejarnos claro qué ideas de fondo cultiva, no solo sus movimientos tácticos concretos. Es verdad que no tener grandes ideas les da flexibilidad táctica, porque así puede actuar en el regate corto, pensando solo en pasado mañana. Pero dada la situación actual de España, uno esperaría algo más. Concretamente, ideas de fondo. Creo que así se explica, de hecho, el reciente movimiento de Vox: ha roto con el PP porque quiere dejar claro que sus ideas de fondo son diferentes. El PP no desea hacer grandes cambios en la situación actual de España: es a lo que ellos llaman «moderación». Vox sí tiene una idea diferente. Y mientras compartiera gobiernos con el PP no la podía manifestar tan clara como ahora.

–¿Qué diferencia a Marine Le Pen de Giorgia Meloni o a Viktor Orbán de Meloni?

–Hoy por hoy Meloni parece próxima al gran pacto popular-socialista. Es decir, a quienes hasta ahora gobernaban la UE y quienes nos ha traído hasta aquí. A mí volver a apostar por ese pacto me parece, visto desde España, una enorme traición del PP. Durante toda la campaña electoral europea, prácticamente el solo mensaje de los populares fue decirnos que ellos querían parar a Sánchez, que ellos eran la gran alternativa a los socialistas. Y justo la misma noche electoral la también popular Von der Layen nos anuncia ¡que los populares van a pactar de nuevo con los socialistas! Poca alternativa parece esa. ¿Dónde quedamos los que sí queremos una vía distinta a la del socialismo? ¿Los que creemos en una UE gobernada de modo distinto al actual? Es claro que necesitamos una alternativa. Y por eso es bueno que el pluralismo haya aumentado y esa alternativa haya surgido: eso es Patriotas por Europa. Donde Meloni, más connivente con populares y socialistas, no parece que encaje.

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–¿Se ha moderado Meloni?

–Me temo que, probablemente, Meloni solo hace lo que puede. Hay que recordar la enorme deuda pública que tiene Italia. Deuda que no es culpa de Meloni, sino de los gobiernos que la antecedieron. Y deuda que pone a su país en manos exteriores, con lo que resulta arduo ser tan soberanista y autónoma como Meloni desearía ser.

«¿Cuál es el proyecto de ideas hoy del PP? ¿Siguen con lo del 'Humanismo cristiano' pese a que apoya el aborto?»

Miguel Ángel Quintana Paz

Director académico del ISSEP

–Que con lo que Meloni ha apoyado a Abascal, este le haya abandonado para irse con Orbán a Patriotas por Europa...

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–Que también le había apoyado. No creo que haya verlo como una pelea de «me voy con estos o aquellos». La verdad es que todos esos líderes juntos comparten una nueva visión de Europa, una visión que ha crecido mucho en estas últimas elecciones, y que si con el tiempo logran conjuntarse, podrían constituir incluso el segundo grupo más numeroso de la Eurocámara.

–¿Y con esa división europea se explica lo que pasa en España con Alvise y 'Se acabó la fiesta'?

–No, no. Alvise es otra cosa.

–¿Qué es Alvise?

–Alguien a quien vota gente muy harta de las élites que hoy nos gobiernan. Gente a quien se debe atender, pues también ansían un cambio claro de rumbo.

–¿Y esa atención a dónde lleva?

–El aprendizaje que podemos extraer de que 800.000 personas hayan votado a 'Se acabó la fiesta' es que hay gente que percibe que nuestras élites gobernantes en Europa y en España nos llevan por un camino que no es el que ellas quieren. Van viendo que la vida va haciéndose peor, sobre todo para la clase media, que ya no tiene las oportunidades que tenía antes y, lo peor, ya no tiene las esperanzas que tenía antes.

Miguel Ángel Quintana, fotografiado para la entrevista. ALBERTO ORTEGA

–Si alguien piensa que con 51 años usted ha pasado de filósofo a ideólogo de Vox, ¿qué le parece?

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–Me molesta como me molesta cualquier aserto falso, ya sea porque se me quiere dorar la píldora o se me quiere denostar. No me considero ideólogo de nadie, tampoco de Vox. Es que ni siquiera me considero ideólogo. De hecho, las ideologías me parecen un problema en nuestra sociedad y tengo muchas precauciones hacia ellas.

–Pero, ¿asume que en muchos ámbitos se le identifica con Vox?

–Qué voy a hacer si la gente piensa eso. Mi padre vendía papel, cuadernos,... ¿Era responsable de las cosas que la gente luego escribía en ellos? Obviamente, no. Me veo un poco parecido, salvando las distancias: el vendía papel, bolígrafos; yo vendo ideas. Si esas ideas me las compra mayoritariamente cierto partido o cierto sector de la población, yo encantado de proporcionarlas. Pero que de ahí me convierta en... es un salto que ni yo, ni ellos, ni nadie quiere dar.

–¿El pensador que es ya ha pensado a sus 51 años alguna vez qué quiere ser de mayor?

–Me gustaría aportar algo al bien de mi país, a mi patria, desde el campo de las ideas y de la Educación.

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