El PSOE y el reto inalcanzado: presentar 2.248 candidaturas en Castilla y León

Los precedentes no son buenos. En 2015 el PSOE llegó a colocar en las mesas de los colegios electorales 2.098 candidaturas. Cuatro años más tarde, aseguraban que habían superado esa cifra. Aun así, en los municipios de menos de 250 habitantes les fallaron 42 papeletas. Y son muchos en Castilla y León: 1.399 localidades tienen menos población en el padrón. Suman 149.189 habitantes y reparten 6.995 concejales. Otras 611 localidades tienen entre 250 y 1.000 habitantes.

Lo que deja el grueso del pastel electoral para los 238 municipios que pasan de ese millar de vecinos.

Solo el PP fue capaz de cubrir el 100% del territorio en 2019. Las marcas que quebraron el bipartidismo se quedaron muy lejos de los dos mayoritarios. Ciudadanos anduvo alrededor de las 250 candidaturas en 2015, y rondó las 500 cuatro años más tarde. Podemos compareció hace ocho años en multitud de formas y confluencias, como Sí se Puede en Valladolid capital. Cuatro años más tarde, ya como Podemos, solo fue capaz de armar 49 candidaturas, la gran mayoría de peso urbano.

En estas municipales con aroma a ensayo de las generales hay una incógnita principal en esto de las candidaturas. Desaparece Podemos, integrado en coaliciones como la de Valladolid Toma la Palabra, y se da por hecha la reducción de Ciudadanos a las capitales y sus alfoces, poco más. Pero falta saber qué ocurrirá con Vox y su intento de propagarse por el medio rural. Tendrá apuestas en las principales ciudades, con el tirón de Santiago Abascal para arropar a nombres semidesconocidos para el gran público, como ocurrió con Juan García-Gallardo en las autonómicas de 2022 o con Irene Carvajal en el acto del pasado viernes en Valladolid. En un momento dado, con el viento a favor, trató de ocupar el sitio del PP en los municipios e incluso tentó a alcaldes y concejales populares, que sufrieron golpes duros como la crisis interna con Pablo Casado y Teodoro García Egea.

Si sigue la tendencia de quienes le precedieron en la ruptura del bipartidismo, Vox tendría que oscilar entre las 250 y las 500 candidaturas esta vez. Se quedó en 128 papeletas en el año 2019 y también con un perfil bastante urbano. Obtuvo 64 concejales de los 12.565 en liza, con mayoría absoluta en cuatro municipios pequeños, entre ellos el vallisoletano Barruelo del Valle, de donde es alcalde su portavoz en la Diputación Provincial y presidente del Comité Ejecutivo Provincial, Mario de Fuentes. Además, ganó con holgura en Vita (Ávila), Cardeñuela (Burgos) y Navares de las Cuevas (Segovia).

Al 'caso Vox' hay que sumarle esta vez otros más particulares. Por ejemplo, lo que pueda ocurrir en Ávila con Por Ávila, que parte de la Alcaldía de la capital con intenciones de hacer un roto en la Diputación Provincial al PP, partido del que se escindió. Los amarillos cuentan con un buen puñado de candidaturas en municipios cabecera de la provincia y cuentan con un 'modus operandi' muy del estilo PP en el mundo rural. En Soria, por contra, no solo no habrá papeleta municipal de Soria ¡Ya!, sino que PPSO (Plataforma del Pueblo Soriano) y PP se han reunificado después de 12 años para evitar la dispersión del voto de la derecha y que se repita, por ejemplo, el triunfo del socialista Carlos Martínez en la capital.

Estas elecciones municipales no tendrán, por primera vez, acompañamiento de elecciones autonómicas. Por eso el ahínco del PSOE en reclamarse como partido «municipalista», capaz de atender a la «idiosincrasia de cada territorio». Ana Sánchez recordó que en 2019 sus siglas se impusieron en «14 de los 15 municipios más poblados, en 16 de los 18 de más de 15.000 habitantes», lo que a su juicio convierte al PSOE en «el primer partido municipalista de Castilla y León».

Cierto es, sin embargo, que el PP parte de entrada con un poderío incontestable en el medio rural. Los populares obtuvieron en 2019, pese a haber una gran igualdad en votos con el PSOE (481.000 frente a 448.000), 6.685 concejales. Los socialistas se quedaron en 3.836.