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Si la consigna era reventar de socialismo el salón de actos de la Delegación del Gobierno, prueba superada. El PSOE invitó a los suyos a la toma de posesión de Javier Izquierdo como nuevo delegado, con ese perfil político que releva el más funcional que ... representaba Mercedes Martín, y allí se presentó toda la pléyade de nombres relevantes de las ejecutivas provincial y regional. Desde el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, en una nueva exhibición de fuerza al lado de su cúpula del Milenio talismán, hasta el secretario regional, Luis Tudanca, acompañado por Virginia Barcones, Ana Sánchez, el subdelegado Emilio Álvarez, los concejales de Valladolid Ana Redondo, Luis Vélez, Victoria Soto y Rafi Romero, el ex alcalde de Tordesillas, José Antonio González Poncela, la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, la senadora Teresa López, el regidor de Mojados, Adolfo López, y el exalcalde de La Cistérniga, Mariano Suárez, los procuradores José Luis Vázquez, José Francisco Martín, Ángel Hernández, Luis Fernández Bayón, Patricia Gómez Urbán o Pedro Luis González, el sustituto de Izquierdo en el Congreso, Julio del Valle, el secretario provincial, Manuel Escarda, históricos como Jesús Quijano, Jorge Félix Alonso...
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Y José Luis Ábalos. El ministro de Transportes que en su breve etapa en Fomento incluyó a Javier Izquierdo en su equipo.
Ábalos llegó con el 'caso Delcy' en la mochila. Esquivó a la prensa a la entrada y protagonizó una bajada de escaleras de película rodeado de micrófonos a la carrera para resolver la espinosa cuestión venezolana con una frase: «No tengo motivos para dimitir. Soy el único ministro ratificado por el Parlamento».
El resto de su aparición en Valladolid se centró en arropar a Javier Izquierdo, que subió al escenario del salón de actos -doscientas personas, abarrotado, gente de pie y en el vestíbulo- junto al ministro, Puente, Mercedes Martín y el consejero de Presidencia de la Junta, el popular Ángel Ibáñez. «Puedo dar fe de cómo es, formó parte del equipo de Fomento cuando tuve que improvisar un equipo, dadas las circunstancias entonces, y es una persona preparada, con sólida preparación política y profesional. Es una persona ponderada y dialogante, cualidades óptimas para mejorar la interlocución entre la comunidad autónoma y el Gobierno de España», alabó Ábalos.
Si alguien dudaba de que el perfil del nuevo delegado del Gobierno reúne unas connotaciones mucho más políticas que el de su predecesora, se despejaron rápidamente. No faltaron ni los agradecimientos al Gobierno de Sánchez, ni a Puente, erigido en uno de los principales referentes del sanchismo en Castilla y León, ni el recuerdo a Demetrio Madrid. En cuanto inició su discurso, Izquierdo aprovechó para desgranar los seis ejes de la política impulsada por el equipo PSOE-Unidas Podemos. «Castilla y León debe aprovechar medidas del gobierno para llevar una transición ecológica justa», emplazó, por ejemplo. «Cohesión territorial, la que necesita Castilla y León para abordar el reto demográfico y la necesaria convergencia interior a la que se refiere la disposición adicional segunda del estatuto de autonomía. No desde la confrontación entre territorios del país ni entre ciudades de nuestra comunidad», añadió, en pleno resurgimiento del movimiento regionalista leonés.
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Ábalos quiso recordar en su discurso que el Gobierno ha aumentado «la inversión en infraestructuras» en Castilla y León hasta los 1.300 millones de euros, «la más alta de toda España». Aunque él mismo se respondía a la crítica: «Algunas inversiones pueden considerarse de paso» -caso de las vías de alta velocidad, que acaparan la mayor parte de esas inversiones- «pero son importantes para avanzar en los ejes viarios y ferroviarios de Castilla y León», dijo.
«Gracias por comprender las ausencias pasadas y futuras»
Javier Izquierdo quiso recordar a su familia, «madre de las Hurdes extremeña» y padre de la orilla del Tormes, antes de explicar cómo decidió entrar en política. Citó el dicho de que uno es uno y sus circunstancias para aclarar precisamente eso, sus circunstancias. «Mis circunstancias fueron las de la llegada de la gratuidad a Bachillerato y las becas que me permitieron estudiar Arquitectura. Mis circunstancias fueron aquellas polísticas del Gobierno en un país en el que aún había dos millones de analfabetos».
Después mencionó a su esposa, Cristina, y a sus hijos, a quien agradeció su «comprensión por las ausencias pasadas y las que vendrán».
Tendrá tarea seguro. Lo pudo comprobar con echar un vistazo alrededor. Además de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a quienes agradeció su labor, así como a la Unidad Militar de Emergencias, en el patio de butacas se encontraban los sindicatos, universidades, organizaciones agrarias, rivales políticos como Martín Fernández (edil de Cs en Valladolid) y Javier García Bartolomé (concejal de Vox en Valladolid), o los vicepresidentes de la Diputación Guzmán Gómez y Víctor Alonso. Por parte de la Junta, además de Ángel Ibáñez, presenciaron el acto los consejeros Juan Carlos Suárez-Quiñones y Jesús Julio Carnero.
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