La prohibición de recibir a familiares y allegados en casa, en vigor hasta el 9 de abril

El objetivo que persiguen la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y los consejeros de las comunidades autónomas es intentar impedir una cuarta oleada de contagios por covid-19. Los responsables sanitarios habían decidido ya días antes de tomar esta determinación, no avanzar en las medidas de desescalada hasta después de la Semana Santa y mantener en todo el territorio español el nivel de alerta sanitaria que estuviese declarado dos semanas antes. En Castilla y León es el de riesgo muy alto, con nivel 4. El máximo.

La medida es difícil de controlar si la población no se autoconciencia de la necesidad de cumplirla. A la prohibición de recibir gente en casa se suma «la limitación de reuniones en espacios públicos cerrados a, como máximo, cuatro personas y seis en espacios públicos abiertos». Estos 'espacios cerrados' son, por ejemplo, bares y restaurantes.

«Según los datos disponibles, la mayoría de los brotes se producen en el ámbito social, sobre todo en encuentros de familiares y amistades no convivientes. La concatenación de días festivos, las vacaciones escolares y universitarias y la tradición de reunirse en las fechas de Semana Santa aumentan exponencialmente estos encuentros, puesto que tradicionalmente son frecuentes los desplazamientos que producen un gran aumento en la movilidad de la población, así como el aumento de las celebraciones, reuniones y agrupaciones de personas que pueden generar un mayor riesgo de transmisión del SarsCov-2, destacando dentro de las personas que se desplazan, un grupo numeroso que se corresponde con quienes cursan estudios universitarios y regresan a sus domicilios familiares durante las vacaciones», recoge textualmente un segundo acuerdo de la Junta de Castilla y León en el que se ajustan las restricciones covid para estos días.

Francisco Igea, vicepresidente y portavoz de la Junta, aseguró el jueves que el ajuste de las restricciones de movilidad, con los cierres perimetrales de las comunidades autónomas que impiden entrar y salir de ellas salvo por causa justificada o por vuelta al domicilio habitual, limitan los viajes en la práctica a los universitarios que retornar estos días al hogar familiar y llamó a extremar la prudencia con estos desplazamientos de los estudiantes.

El 84,9% de los brotes actuales en la comunidad, que están en el entorno de los 250, son intrafamiliares y sociales. Tienen su origen en casa, por reuniones entre allegados no convivientes, y en bares y restaurantes. Cada brote genera una media de 6,3 infectados por covid-19. «Creo que esto nos tiene que hacer reflexionar», valoró Verónica Casado en la Comisión de Sanidad de las Cortes esta semana.

El vicepresidente descartó el jueves, tras la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta, reimplantar el cierre de provincias de Castilla y León y adelantar el horario de clausura de actividades no esenciales. Eso no quita para que haya cuatro provincias de la comunidad, que son Soria, Burgos, Segovia y Palencia, con datos de incidencia de contagios que permitirían a la Junta decretar el cierre del interior de la hostelería, recomendación que se ha incorporado al 'semáforo' nacional de niveles de alerta y medidas para territorios que superen los 150 casos por 100.000 habitantes a 14 días. La clausura total se estipula por encima de los 500 casos.

Soria presenta una incidencia, según la información oficial de la Junta de Castilla y León, de 254 casos; Palencia, de 200; Burgos, de 189, y Segovia, de 181. El resto de las provincias están mejor, pero los datos sobre transmisión del virus y positivos siguen una tendencia al empeoramiento.