Castilla y León

El Procurador del Común pide ampliar hasta los 74 años las mamografías

La oficina de Tomás Quinana ha emitido una resolución en la que insta a la Consejería de Sanidad, y en base a las recomendaciones de la Unión Europea, a ampliar su programa de diagnóstico temprano con la realización de mamografías preventivas. Castilla y León, junto a otras cuatro comunidades, ya adelantó en 1990 a los 45 años el rango establecido a nivel nacional como mínimo para estos programas que era desde los 50 a los 69 años. Ahora, la recomendación es ampliarlo y ofrecer también tal prueba para las mujeres de entre 70 y 74 años.

Los cribados poblaciones a través de mamografías periódicas –uno cada dos años establece la Junta y el Sistema Nacional de Salud– «resultan una herramienta fundamental para la detección precoz de este tipo de tumores, reducen la morbilidad y la mortalidad prematuras del cáncer, ayudan a mejorar la superviviencia y permiten que se pueda ofrecer a las pacientes la posibilidad de un tratamiento conservador y menos agresivo».

No obstante, y a pesar de las medidas adoptadas y de ser Castilla y León una de las comunidades donde el programa de cribado poblacional se inicia a los 45 años, la incidencia del cáncer de mama sigue siendo relevante –supone el 10,78% de todos los diagnósticos de cáncer en la región– y es previsible que en los próximos años aumente la incidencia, según recoge esta Procuraduría. de ahí la necesidad «de avanzar en la investigación, en la prevención y mejorar la gestión de los procesos asistenciales de las mujeres pacientes de cáncer de mama».

Recuerda la oficina de Tomás Quintana en esta actuación de oficio que, por todo ello, «debemos tener en cuenta que uno de los cuatro ámbitos clave del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, aprobado por la Comisión Europea en febrero de 2021, «es mejorar la detección precoz y en este marco, como parte del Plan de la Unión Europea para el cribado del cáncer. La Comisión Europea, el 20 de septiembre de 2022, presentó un nuevo enfoque a este respecto para ayudar a los Estados miembros a intensificar este diagnóstico temprano, centrándose en la detección de cánceres en una fase inicial; de ahí la propuesta de aumentar el número de cribados, cubriendo más grupos objeto y más cánceres.

La supervivencia de estas pacientes cuando el tumor ha sido localizado o detectados en estadios tempranos es alta (se calcula que alcanza una media del 96% en Europa y en España supera el 85%). La elevada incidencia y supervivencia de este tumor hacen que la prevalencia sea la más elevada en España. Es una enfermedad heterogénea, la mayoría de las veces de evolución lenta y progresiva, hecho que permite que se pueda detectar en fases tempranas cuando aún no ha producido síntomas. En el caso del cáncer de mama «debemos considerar que salvo la edad y el sexo, el 80% de las mujeres con cáncer de mama no presentan factores de riesgo». Asimismo valora esta procuraduría que «la evidencia científica actualmente disponible demuestra que el cribado de cáncer de mama, con mamografías periódicas, reduce la mortalidad en las mujeres a las que se oferta de magnitud suficiente como para compensar algunos riesgos de su aplicación, como el sobrediagnóstico, el sobretratamiento y la afectación por resultados falsos positivos o falsos negativos».

En el año 2022, la Sanidad Pública de Castilla y León realizó un total de 122.413 mamografías –en niveles de antes de la pandemia– de las que 7.898 tuvieron un resultado sospechoso o positivo; lo que supone un 6,5% del total.