Luis Garicano, con la mascarilla en la mano apenas para hacerse la foto, el pasado jueves en Valladolid. RAMÓN GÓMEZ

Luis Garicano: «El primer plan que ha enviado el Gobierno sobre los fondos europeos ¡es un plan sin números!»

Luis Garicano, eurodiputado por ciudadanos ·

El economista vallisoletano cree que Castilla y León debe priorizar, de cara a Europa, los proyectos relacionados con la digitalización como modo de «atraer población»

Antonio G. Encinas

Valladolid

Sábado, 31 de octubre 2020, 08:20

Luis Garicano (Valladolid, 1967) es protagonista, desde su puesto de vicepresidente del grupo liberal en el Parlamento Europeo, en lo que atañe al modo en que se ha confeccionado ese plan de recuperación que podría permitir a España cosechar 140.000 millones de euros. ... Es un plan que exige, eso sí, proyectos concretos para obtener el dinero. Por eso esta semana acudió a Valladolid para asesorar a la Junta mientras atendía por Zoom y por teléfono a las negociaciones aún abiertas en Europa.

Publicidad

-¿Cómo ha orientado a la Junta de Castilla y León para poder solicitar estos fondos europeos?

-La prioridad clara de Castilla y León es toda la estructura del territorio, la España interior, la despoblación, el envejecimiento y el tema demográfico, y atajarlo requiere inversiones. La digitalización debe ir orientada a atraer gente a vivir. Una región que tiene espacio, que tiene naturaleza, debe ser atractiva, y ahí la banda ancha es clave. También fomentar que la actividad económica de los autónomos, desde las casas rurales hasta los que fabrican queso, pueda tener un acceso a un mercado global. Y la formación en habilidades digitales. Esas tres cosas encajan muy bien en la idea del plan de recuperación europeo y la idea que tiene la Junta de articular el territorio.

-¿Sería posible concurrir con algún proyecto conjunto con alguna otra comunidad?

-El Gobierno de España es el único interlocutor de la Unión Europea. Aquí la cuestión es si el Gobierno va a hacer realmente un plan de recuperación serio para poner la economía en una nueva senda o si va a tratar de usar el dinero para tapar agujeros en sus presupuestos y todo va a ser un paripé. El primer plan que ha enviado, el 15 de octubre, no es muy prometedor, porque ni tiene hitos, ni tiene números. ¡Es un plan sin números! Cuando dicen de digitalizar, ¿qué porcentaje? ¿El 5%, el 10%, el 20%? Cuando dices 5G, ¿dónde lo quieres? Es un plan que a veces da la impresión de que el Gobierno está intentando ver si se puede salir con la suya y que Bruselas le deje gastarse el dinero como quiera sin hacer planes reales de futuro. Y lo que debemos hacer desde Bruselas y desde los gobiernos es exigir que este plan se use para transformar la economía española, porque vamos a salir muy endeudados.

-Habla de transformar una economía. En su libro 'El contraataque liberal' hablaba del vértigo de los cambios que venían. Con la pandemia se han acelerado muchísimo.

-Mucho de lo que estamos viendo como consecuencia de la pandemia son cambios que iban despacito y que ahora van a toda velocidad. Se ha acelerado el comercio electrónico, las reuniones a distancia, la educación a distancia… Y la cuestión es si nos vamos a aprovechar en positivo de todo esto para que todos lo puedan disfrutar, porque la realidad es que esto está introduciendo muchísimas desigualdades.

Publicidad

-Se observan, de hecho, grandes brechas y cómo algunas de esas brechas se están agrandando.

-Muchísimo. Tienes la brecha de entre quien puede trabajar en casa y quien no. Porque los que pueden, básicamente continúan con su empleo igual, sea profesor, ejecutivo o escritor. Mientras que el que tiene que salir, sobre todo en empleos interpersonales de cara a cara, como hostelería, pueden perder el empleo. Empleos esenciales que hay que hacerlos en persona… Luego se agrandan las brechas por niveles socioeconómicos que tienen que ver con el acceso a la educación y las redes. Pero hay otras brechas que se están reduciendo y la más interesante, para Castilla y León, es la que hay entre lo rural y lo urbano. Es la primera vez que vemos la capacidad de Internet para reducir esa brecha, que haya gente que pueda trabajar en su empresa de Madrid desde Galicia. Ese es un movimiento positivo porque permite luchar contra la despoblación y en ese sentido los planes de recuperación deben apostar por que las zonas rurales se equiparen.

«Con la excusa de la pandemia se están realizando intervenciones del Estado que no tienen nada que ver con la pandemia»

-En ese escenario de brechas muy marcadas se requiere un cierto intervencionismo del Estado. ¿Hasta dónde se debería llegar?

-Nadie piensa que dentro de cinco años el Estado nos diga cuándo podemos salir a la calle. Eso es una cosa puntual que sucede ahora porque hay una pandemia. Y de la misma manera nadie debe pensar que el intervencionismo del Estado en una situación como la actual debe ser el normal. Porque si no, terminamos con una economía totalmente intervenida. Estamos en una situación de emergencia y está justificado, muy justificado, un nivel muy alto de intervención del Estado: créditos a empresas, los ERTE, incluso inyecciones de capital a empresas que se hunden. Cosas que normalmente no deberían suceder.

Publicidad

-Hemos visto limitar, por ejemplo, el precio de las mascarillas. Enseguida surgieron voces que alertaban de que se iba a provocar desabastecimiento. Ahora, con la regulación de los alquileres. Que usted tampoco comparte.

-Con la excusa de la pandemia se están realizando intervenciones del Estado que no tienen nada que ver con la pandemia. La intervención del mercado del alquiler está demostradísimo que reduce considerablemente la oferta de alquiler. Mucha gente pondría una vivienda en alquiler pero no sabe si podrá necesitarla dentro de unos años. Y si el alquiler está controlado y los inquilinos se pueden quedar para siempre al precio que iniciaron, etc., no la van a sacar al mercado. Esto crea una economía sumergida y una caída de la oferta de la vivienda en alquiler.

Publicidad

-Pero sí ha habido experiencias al respecto en países como Dinamarca, Francia incluso…

-Hay países que las han introducido. Pero en Suecia, por ejemplo, esa limitación se ha cargado el mercado de alquiler, hay que esperar casi un año para encontrar una casa de alquiler, casi no existen viviendas porque están controladas y hay muy pocas.

«La eliminación del motor de combustión debe ser cuidadosa; para Castilla y León es cuestión de vida o muerte»

-Hablando de intervencionismo, la decisión de declarar el estado de alarma por un periodo largo, ¿cómo la valora y cómo se observa desde Europa?

Publicidad

-El presidente no se puede negar a que lo controlen. Su trabajo es rendir cuentas al Paramento. Desde Europa se ha visto, por ejemplo con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, o con algunas decisiones de política económica, un cierto riesgo de populismo en España. Por un lado, Pedro Sánchez vende una buena historia y alguno de sus ministros, como Nadia Calviño, tiene buen nombre en Europa. Pero por otro, estas acciones hacen que la gente se plantee si España puede tomar una senda equivocada. Hay preocupación, sin duda.

-Hay otras medidas que se proponen, como una posible medida de impuestos, que ha sido contestada desde algunos sectores. Y entre ellos alguno al diésel, con el temor que eso provoca en una comunidad como esta, con el 25% del PIB procedente de la automoción.

Noticia Patrocinada

-El impuesto al diésel es muy complicado. No estoy siguiendo la negociación porque estoy negociando en Europa a tiempo completo, pero entiendo que Ciudadanos ha conseguido que ese impuesto no se introduzca.

-Porque se habla mucho de la sostenibilidad, de industria verde, pero en Castilla y León, con el peso de la automoción, todo esto asusta. Se habló de situarse a la vanguardia del coche eléctrico, pero de momento eso ha quedado fuera.

Publicidad

-Tenemos en Castilla y León un híbrido que sí se va a hacer aquí, pero lo que es un coche eléctrico, no; una fábrica de baterías, tampoco. Y el avance por la lucha contra el cambio climático hacia la eliminación del motor de combustión se debe hacer de una manera mucho más cuidadosa con el empleo y con el espíritu de la industria, porque para Castilla y León es una cuestión de vida o muerte.

-Hablaba en su libro de las superempresas, 'el ganador se lo lleva todo'. Y algo así parece ocurrir con los bancos. A la fusión Bankia-Caixabank le pueden suceder otras. Esa concentración ocasionará pérdida de empleos, quizá de servicios, como ocurre en el medio rural…

Publicidad

-Podemos pasar de un extremo al otro, de tener demasiadas sucursales a que se pierdan demasiadas en el mundo rural. Hay tres riesgos. El de perder empleo; el de exceso de poder de mercado, porque si hay pocos bancos, los precios subirán; y riesgo sistémico, porque si hay tres bancos gigantes y uno de ellos tiene un problema, a ver quién es capaz de arreglarlo. Me preocupa que estemos en una vía para las fusiones dentro de cada país en lugar de buscar una vía hacia las fusiones internacionales, en las que los bancos de los diferentes países de la UE se unen. Eso conlleva una menor pérdida de empleo, no implica una entidad sistémica para un país, sino a nivel europeo, y no crea mayor poder de mercado. Yo las preferiría.

-Pero algunas de esas operaciones internacionales que se hicieron en su momento luego han dado marcha atrás, o se han producido desinversiones.

-Sí, bien visto, es así. Desde que empezamos la unión bancaria en 2012, en lugar de tener más bancos en varios países, más préstamos entre países e inversión entre países, tenemos menos. Estamos retrocediendo cada país más al mercado nacional. Por eso en Europa estoy trabajando muchísimo por la unión bancaria.

Publicidad

«En España, en general, no se le ha puesto al sistema sanitario la prioridad que debía tener»

-En Sanidad, que es un tema que vemos con mucha preocupación, se advierte desde hace tiempo que en las facultades no hay profesores de Medicina. Al tiempo, médicos y enfermeros se van de España. Ahora queremos contratar y no hay. ¿Cómo se arregla? Porque contratar por contratar y sobredimensionar un sistema sanitario tampoco resulta sostenible en el tiempo.

-Estoy casado con una médico y lo vivo muy de cerca. Las condiciones de trabajo, el exceso de precariedad de los sanitarios, son muy duras, y en general en España no se le ha puesto la prioridad que debía tener al sistema sanitario. Y ahora lo estamos viendo. Cuando hace falta, la gente está muy quemada y al límite. Tenemos suerte de que el sistema haya funcionado hasta ahora con menos recursos, pero en el futuro habrá que invertir más.

Publicidad

-En un futuro a corto plazo.

-El dinero europeo no se va a poder utilizar en gastos corrientes de salarios de médicos, pero sí en el sistema. Se puede mejorar mucho la gestión, los sistemas de información. Todo eso nos va a poder permitir usar los recursos mejor. Castilla y León es líder en España y está a la cabeza mundial en cómo está dando los datos. En términos de transparencia es excepcional. La gente en el extranjero lo está reconociendo. Los únicos datos de España que son usables son los de Castilla y León.

-Vuelta a un problema habitual. Diecisiete maneras de manejar los datos, diecisiete sistemas informáticos diferentes para gestionar pacientes que no dejan de ser ciudadanos españoles.

-Sin duda. Esta pandemia nos ha mostrado las costuras del sistema sanitario, no solo de la administración pública y de su incapacidad para gestionar en 17 sitios, sino que el sistema sanitario necesita absolutamente un nivel de coordinación y de integración muchísimo mayor. No podemos funcionar tal y como ha funcionado.

-Y con el mando único tampoco funcionó.

-No, porque un Ministerio que lleva años perdiendo funcionarios y funciones y capacidad, de repente tiene que tomar decisiones para las que no estaba capacitado. El centro de emergencias dirigido por el celebérrimo doctor Simón es un ejemplo de que realmente el Estado ha sido incapaz de construir un centro de alertas capaz de procesar información y de hacer lo mínimo. Es un centro penoso y han hecho un trabajo terrible y ese señor sigue ahí diciendo cosas que no tienen ningún sentido.

Garicano, durante la entrevista en Valladolid. RAMÓN GÓMEZ

«La tensión política en España ha sido algo muy negativo»

- ¿Cómo ha vivido la evolución de Ciudadanos a raíz del golpe electoral, la dimisión de Rivera, la lucha Igea-Arrimadas?

-Tengo una opinión extremadamente positiva de cómo está funcionando el Gobierno de Castilla y León. Tanto Igea como Mañueco han entendido que un gobierno de coalición es como un matrimonio, como una sociedad para montar un bar. No puedo montar una panadería e intentar que usted produzca mal pan si está en la misma panadería, vendiendo a mi lado. Los dos queremos que la panadería salga adelante y hacer el mejor pan. Y eso es un gobierno de coalición. Y estoy orgullosísimo de todos los consejeros, de cómo están gestionando, de la transparencia, la seriedad, cómo están cumpliendo las promesas…

-¿Y el partido se podrá reconstruir?

-Espero que sí, espero que con el trabajo de todos y generosidad por todos.

-¿Ve a Inés Arrimadas contando con Igea en un futuro?

-Todos tenemos que sumar. El partido es útil en tanto en cuanto suma talento por el bien de España. En Andalucía, Castilla y León, Madrid…

-A nivel europeo Castilla y León tiene una representación importante.

-En la lista de Ciudadanos somos dos personas de Valladolid, Soraya Rodríguez y yo, y en el Parlamento Europeo, tres. Yo soy vicepresidente del Grupo Liberal, e Iratxe García es presidenta y portavoz del Grupo Socialista.

-Son puestos de mucha relevancia.

-En el Parlamento Europeo, los máximos.

-¿Y cómo es esa relación entre ustedes?

-Tengo una relación muy constructiva y positiva con Iratxe García, nos llevamos bien y hablamos constantemente. Por supuesto con Soraya, que está en mi grupo, más, claro.

-¿Y esa relación es trasladable aquí? Porque la tensión política no parece haber hecho ningún bien durante esta pandemia.

-Estoy de acuerdo. Ha sido una cosa muy negativa de España, que los ciudadanos han valorado muy negativamente. Que no hayamos sido capaces los partidos, que se tienen que entender y se entienden en Europa para todo, de hacerlo en Madrid. Los ciudadanos no lo entienden y yo tampoco.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad