Aurelio Martín Rodríguez | Presidente de la Asociación Cultural Peña 'La Aldaba'
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Aurelio Martín Rodríguez | Presidente de la Asociación Cultural Peña 'La Aldaba'
«Todas las primaveras logramos un milagro cultural en la España rural»He aquí un defensor de la cultura más allá de las palabras. Aurelio Martín Rodríguez (La Pedraja de Portillo, Valladolid, 71 años). Agricutor de profesión, va camino de medio siglo presidiendo en su pueblo lo que en principio fue una peña taurina, 'La Aldaba', que ... con el tiempo se transformó en la asociación cultural que hoy se presenta en toda España como un ejemplo de constancia, tesón e insistencia para tener cada año una semana cultural con ponentes de primer nivel de todas las facetas de acción del ser humano, desde la política a los toros, desde el deporte a la filosofía y desde la literatura a la música. Van 37 en 39 años (la pandemia tampoco perdonó a la semana cultural de 'La Aldaba') y, a tenor del entusiasmo de Aurelio Martín, la vida de esta semana cultural está asegurada hasta rozar la eternidad. Por ganas y empeño de su presidente no va a quedar. Y como ha contagiado su entusiasmo a sus colaboradores, ahí seguirán. Hoy clausuran la edición número 37.
–¿Llegó a presidente por...?
–Empezaron a decir, ¡'Aurelio, que tiene tiempo; Aurelio, que tiene tiempo...' y hasta hoy.
–¿Nunca ha pensado dar el relevo? Va para récord con esta presidencia de ya 46 años.
–Eso me preguntaba también el otro día un amigo mío y le contesto a usted lo que le dije a él: ¿Relevo a quién? Hombre, hay un relevo que es mil veces mejor que yo, que es mi hijo, pero está en Madrid, donde es jefe de Estudios en un instituto.
–Alguno puede pensar que tiene usted apego al cargo...
–Ahora que no nos oye nadie, pero no lo publique, ¿eh?, si supiera mi mujer el dinero que me cuesta de mi bolsillo. (Risas).
–46 años en el mismo puesto puede hacer pensar que este tipo de cargos son lo que popularmente se denomina 'marrones' y que no los quiere nadie.
–A ver, a mí esta tarea me vuelve loco, ¿eh? Es un trabajo que con dinero no lo haría nadie tampoco. Mucho trabajo da, mucho.
–'La Aldaba' nació como peña taurina.
–Sí, y en 1991 nos convertimos en asociación cultural taurina. Recuerdo que estaba de delegado del Gobierno en Castilla y León un encanto de persona, al que le volvían loco los toros, Arsenio Lope Huerta, un encanto de persona. ¡Lo que le gustaban los toros! Transmitía simpatía.
–¿Ese cambio a asociación cultural cuánto tiene que ver con que el mundo del toro lo consideren parte del mundo cultural?
–Sí podría ser, pero ese cambio tiene un motivo más prosaico. Editamos todos los años un programa amplio, con colaboraciones sobre historia y aspectos llamativos de La Pedraja de Portillo; la guía va llena de anunciantes que colaboran con nosotros; los primeros años nos daban la aportación económica, pero con el tiempo empezaron a pedirnos facturas para justificar esa pequeña aportación y tuvimos que constituirnos en asociación cultural sin ánimo de lucro.
–¿Por qué nació 'La Aldaba'?
–En la década de 1880, al vender don Pablo Valdés la ganadería a don Trifino Gamazo, los del Raso del Portillo, lo hizo con la palabra de caballeros de que tendría que seguir dando gratis los toros el primer domingo de octubre y el lunes siguiente, cuando era la fiesta del Rosario y se celebraban festejos aquí antiguamente. Los dos primeros años los dió don Trifino, pero al tercero dijo que si se querían toros, que los pagasen. Como no los pagaron se dejaron de hacer. Con un 'ya volverá a haber toros, ya volverá a haber toros' fueron pasando los años hasta que en 1978 nacieron las peñas aquí; entre ellas, 'La Aldaba'. Me tiré yo al ruedo, delegaron en mí para presidirla... ¡y hasta hoy! Conste que por que hay en la peña una secretaria que lleva tanto tiempo como yo y por que me siento muy apoyado por mi mujer y mis hijos que, si no, seguro que ya no estaba en esto.
Aurelio Martín
Presidente de la Asociación Cultural Peña 'La Aldaba'
–Año a año, semana cultural a semana cultural, hasta llegar este a alcanzar las 37.
–Que si no es por la pandemia habrían sido 39.
–37 años son muchos años sin faltar a la cita cultural.
–Nunca hemos tenido que suspender una conferencia, ¡nunca! Y, además, no hemos pagado ni una perra a nadie por venir a hablar a La Pedraja de Portillo.
–Pues ya dirá cómo lo hacen porque hay unos cachés de conferenciantes por España...
–Algunos, pero muy pocos, ¿eh?, muy pocos, han pedido que les abonásemos el desplazamiento. Pero cobrar, ninguno. Eso sí, se llevan el maletero lleno de regalos y detalles de la tierra, que en eso sí sabemos ser agradecidos.
–Doble mérito entonces que vengan gratis y hayan logrado el nivelazo que muestra el plantel de conferenciantes que han tenido.
–Hemos ido de menos a más. Y ya no podemos bajar de ahí. Lo mira uno y concluye que lo nuestro es un milagro. Todas las primaveras, ¡milagro cultural en La Pedraja de Portillo!
–37 semanas así implica que dentro, en La Pedraja, 'La Aldaba' tiene respaldo vecinal; vamos, que son profetas en su tierra.
–Hay una buena audiencia, la verdad. Y no solo del pueblo: vienen de Pamplona, de Madrid, ¡hasta uno se acerca siempre desde Alicante! Un primo mío, que ya falleció el hombre, presidía el Club Cocherito de Bilbao, en plena Gran Vía, con 600 socios y consideraba un triunfo que a una buena conferencia de las que organizaba fuesen 60 o 70 personas. Y le contaba yo que, en los años que llevábamos, muy mal se nos tenía que dar una actividad para no superar las 100 personas. Él en Bilbao y nosotros en La Pedraja de Portillo. Aquí llenamos casi todos los días de cada semana cultural la sala, que tiene un aforo de 165 personas. Eso sí, cuesta trabajo llevar a la juventud.
–¡Qué dice!
–Es verdad, cuesta trabajo. Casi hay que llevarles con el gancho. Trajimos un año al filósofo Javier Sádaba y tituló su conferencia 'Los valores de la juventud'; a base de pelear y pelear, conseguimos que fueran algunos jóvenes. Cuesta que vayan, cuesta.
–Por el nivel de ponentes, la calidad de los mismos, la procedencia y los ámbitos ideológicos es imposible no pensar que constituyen un oasis cultural en esta España tan crispada.
–¡A la vista está! Nos gusta decir que en 'La Aldaba' estamos como Curro Romero, tocados por un duende.
Aurelio Martín
Presidente de la Asociación Cultural Pela 'La Aldaba'
–Y no se han parado en prendas a la hora de aspirar a tener conferenciantes de postín.
–¿Sabe cómo cerramos el acuerdo con Nati Mistral (actriz, cantante y recitadora. 1928-2017) para que viniera?
–Sorpréndanos.
–Iba yo con mi sobrino por la calle Serrano de Madrid y la ví venir de frente. Le dije a mi sobrino: te la voy a presentar, que es una gran dama del teatro. Y la paré: la besé la mano y exclamó: '¡Pero si todavía quedan caballeros en España!'. Le propuse venir a La Pedraja de Portillo y vino. No dudó ni un instante en decir que sí. Y me dijo que anunciara que iba a ser su última actuación en público. Después de aquí no volvió a actuar: se despidió en La Pedraja de Portillo, con 85 años.
–Que en 'La España Vaciada' haya una semana cultural de este nivel, ¿de qué cree que es síntoma?
–Un pueblo al que nos faltan 18 habitantes para llegar a 1.200. Eso sí, comparado con lo que hay por ahí es una capitalita. Como no tengo abuela y nadie me lo dice, esta semana cultural es debida a mi inquietud y a la de quienes colaboran conmigo.
–Que en la España del fútbol y los toros a La Pedraja de Portillo hayan venido los toreros que han venido, ¿cómo es posible?
–Porque aceptan cuando les hemos llamado, sin más. Y ya ve qué nivel: Jaime Ostos, Ángel Luis Bienvenida, Joselito, El Fundi, Miguel Abellán, Ortega Cano. Y Padilla se ha comprometido para el año que viene, aunque lleva dos años diciendo que para el año que viene... Y del mundo del fútbol, ya ve, Gregorio Manzano, que ha estado tres veces a salón lleno, Manu Carreño, Maturana, Eusebio Sacristán...
–Y pensadores, filósofos, historiadores...
–Alfonso Carlos Saíz Valdivielso, catedrático de Derecho de la Universidad de Deusto, que vino de los primeros, me dijo que nunca había dado tan a gusto una conferencia, que vaya con qué atención le siguió el público el rato que estuvo hablando. 'Enhorabuena. Se oye el silencio de lo respetuoso que es el público', dijo.
Aurelio Martín
Presidente de la Asociación Cultural Peña 'La Aldaba'
–Venga, ahora sí: desvele ya el secreto de tener este plantel de conferenciantes en un pueblo de Castilla y sin coste.
–Hubo un señor que me pidió 3.000 euros por venir...
–¿Quién, quién?
–No puedo decirlo, hombre, no puedo, no estaría bien. Me pidió 3.000 euros y le respondí que en atención a todos los que ya habían venido sin cobrarnos un real no podía pagarle nada. Por respeto a los más de 150 que han venido sin cobrar no podemos ni debemos abonar un euro a nadie. Y el secreto por el que pregunta... Imagino que es que tengo don de gentes para conseguir esto, lo que ha posibilitado que unos nos hayan conseguido a otros.
–Y en la España de la crispación política, aquí por lo que se ve vienen de izquierdas, de derechas, de centro...
–Nicolás Redondo, un encanto; Joaquín Leguina, un encanto; Adolfo Suárez Illana... Mayor Oreja vino en el momento adecuado, abril de 2002, en vísperas de que Aznar decidiese quién sería su sucesor en el partido.
–¿Con qué criterio conforman cada semana cultural?
–Como no pagamos, traemos al que buenamente podemos fichar. Siempre pensando en el entretenimiento de la gente, en que nos aporten algo novedoso que no nos haya llegado por los medios de comunicación, la tele, la radio... Cuando fue el 75 aniversario de la radio hicimos un programa aquí. Precioso salió. Con el maestro Mendoza al piano, que nos fue tocando anuncios antiguos, y con Pepe Domingo Castaño, que nos fue contando la historia de la radio. Trajo a todo su equipo e hizo desde aquí un programa tal cual lo hubiese hecho para emitirlo.
–El gran cronista parlamentario Luis Carandell también impartió aquí una charla.
–Y se murió con las ganas de venir a hacer un reportaje al puente Mediana donde pasó la última noche de su vida Luis Candelas, que le hicieron preso los migueletes, los de las mangas verdes de antes de la Guardia Civil. Cuando Carandell se enteró de que la última noche de vida la pasó Luis Candelas en la venta que hay yendo a Olmedo, en la carretera Madrid, a la derecha, empezó a pensar en un reportaje. Aunque no pudo llevarlo a cabo.
–Llama la atención el toque pamplonica que tienen tanto 'La Aldaba' como la semana cultural. Hoy cierran con el grupo pamplonés 'Sobremesa'.
–Con 23 años, en 1976, se me cumplió el sueño de ir a los sanfermines. Mi padre pensó que yo iría un año y no volvería más. Pero seguí y seguí y solo perdí el año 1982, por la muerte de mi padre, y los dos años de la pandemia. Desde los 23 a los 71 que tengo no he faltado más que tres años. Soy allí de la Peña Anaitasuna, que se fundó en 1949.
–¿Cuántos años corrió los sanfermines?
–Lo que es correr, correr, en la Cuesta de Santo Domingo desde 1982 a 2017.
–¡Treinta y cinco años!
–Noventa encierros he corrido y solo tuve en uno una luxación de clavícula, en 2004. Estuve ingresado y todo.
–¿Por qué dejó de correr? ¿Edad, obligación...?
–No, no. Por la sencilla razón de que los toros todos los sanfermines tienen cinco años, pero yo cada año tenía uno más, así que me iban ganando terreno.
–¿Lo echa de menos?
–¡Cómo no! Aunque hago lo mismo: voy, me levanto a las 6 de la mañana, me afeito, me perfumo, me visto para la ocasión, tomo el café cortado con un churro y una aspirina y llego a la Cuesta de Santo Domingo. Lo que pasa es que ahora me subo a un balcón a ver los toros. Se trata de no faltar ningún año, aunque ya no corra.
–¿Los encierros de por aquí tampoco los corre?
–Ninguno ya, he dejado de correr encierros. Lo pensé mucho y decidí que me retiraba yo, no que me retiraban los toros o el público. ¡Como los buenos artistas!
–Con lo cual, la familia respiró tranquila, imagino...
–Claro que sí. Aunque mi hijo corrió conmigo dos años, con 19 y 21 años. Un día puso la televisión mi mujer y allí que aparecimos en un primer plano mi hijo y yo.
–¿A quién no querría dejar de traer a la semana cultural de La Pedraja de Portilo?
–A Curro Romero, el faraón de Camas.
–¿De dónde saca ganas para organizar esta semana cultural?
–Soy un inquieto y aunque tengo 71 años, no he perdido ni un ápice de ilusión para hacer estas cosas, algo por lo que todos los días le doy gracias a Dios. Y como no me falta el humor...
–Así que sin haber acabado la de este año, seguro que ya está planificando la de 2025.
–Ya hay cosillas habladas. Que Dios nos dé salud y ya concretaremos. Pero vamos hablando cosillas.
–Entre semana cultural y semana cultural y entre San Fermín y San Fermín, ¿en algún momento se ha parado ya a pensar qué quiere ser de mayor?
–Un soñador como hasta ahora porque veo que los sueños se me hacen realidad. Me decían, ¿cómo va a venir a La Pedraja de Portillo Nati Mistral? Y vino. ¿Pero cómo va a venir Luis Carandell? Y vino. ¿Pero cómo va a venir Nicolás Redondo? Y vino.
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