CC OO y UGT preparan denuncias penales contra Vox por prevaricación y delito de odio

Los secretarios generales de ambos sindicatos en la comunidad, Vicente Andrés y Faustino Temprano, participan en la mañana del jueves en una asamblea de delegados en la Feria de Valladolid, para preparar movilizaciones contra la patronal por «su bloqueo a la negociación colectiva» y también para evaluar los «incumplimientos» de la Junta de los acuerdos del Diálogo Social. Pese a que éstos se limitan a la consejería en manos de Vox, los sindicalistas han responsabilizado al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de «finiquitar el Diálogo Social, encerrado en su torre de marfil y negándose a dar un puñetazo en la mesa».

Han acusado a la consejería de Vox de «criminalizarles» con el «mantra» de se movilizan porque les «quitan el dinero» cuando, según ha asegurado Andrés, «el recorte tiene consecuencias cero en las finanzas sindicales y se aplica a programas que van destinados a miles de personas». En sentido similar, han recordado que acusaciones del partido de extrema derecha de que «los sindicatos son enemigos de España» generan un caldo de cultivo para hechos como «el intento de quemar la sede de CC OO en Medina del Campo, las pintadas en las sedes de las centrales y pegatinas con pistolas en las fachadas». «Estamos dirimiendo si puede ser constitutivo de un delito de odio», han explicado.

Ven los dirigentes de CC OO y UGT «un conflicto sostenido en el tiempo» que tendrá varias fases y distintos frentes, desde denuncias en los tribunales y ante instituciones de la UE, la OIT y al CES, hasta concentraciones antes las sedes del Ecyl (el 28 de octubre) y una manifestación el 27 de noviembre, en la que han llamado a la participación «de toda la ciudadanía contra la política destructiva de (el vicepresidente, Juan) García Gallardo y (el consejero, Mariano) Veganzones».

Andrés y Temprano se han declarado «dispuestos a todo». »No se puede permitir el bochorno al que someten a Castilla y León por toda Europa«, han dicho, y »no creemos que puedan aguantar una crispación permanente«, han augurado.