Toda una vida dedicada al cooperativismo

Procede de una familia de agricultores y ganaderos y dice que fue la influencia de su madre la que le inclinó a formarse como veterinario. Rafael Sánchez Olea trabajó 12 años como funcionario, pero fue un anuncio en prensa local lo que le marcó el camino hacia Cobadu. «Vi la oferta de veterinario para gestionar la cooperativa, me presenté, hicieron una terna y tuve la suerte de que me escogieron a mí».

Han pasado 42 años desde aquel momento, «toda una vida dedicada al cooperativismo y a mis socios», destaca. Una cooperativa, Cobadu, que bien se puede afirmar que comenzó de la nada, con 380 socios fundadores, cinco compañeros de trabajo y un administrativo, como recuerda el premio Miguel Delibes alDesarrollo Rural 2023 de ElNorte de Castilla

Rafael, que en ningún momento ha dejado su explotación familiar que ha ido incrementando con el paso de los años, fue socio desde los inicios: es el número 56. Explica que en los años 80 «no había la información que hay a hoy de redes sociales o lonjas, los canales de comercialización no eran los adecuados y necesitábamos comercializar en conjunto». Identifica a Zamora, además, como «una provincia muy cooperativista, quizás por la estructura y la dimensión de las explotaciones».

Sánchez Olea no tenía hasta ese momento relación ninguna con este mundo del cooperativismo ni con la tecnología de los piensos, que fue la actividad con la que comenzó todo.

La evolución

«Empezamos con cuatro hectáreas y tenemos 50 en la actualidad, fabricábamos ocho millones de kilos de pienso y ahora estamos en 750 millones de kilos, lo que vendíamos al principio en todo un año, ahora lo hacemos en dos o tres días: esa ha sido la evolución».

Asegura que el éxito de su permanencia al frente de la cooperativa se asienta «en el compromiso que adquirí de trabajo, seriedad, transparencia y honradez y con eso me he ganado la confianza de los rectores y los socios y en estos 42 años siempre he estado luchando y comprometido con la cooperativa».

Otro aspecto que apunta, y que ha influido de manera directa en el desarrollo del proyecto, es que siempre ha sido «muy sensible a las necesidades de los socios y, por eso, el crecimiento y la diversificación que ha tenido la cooperativa». Cobadu suma 11.000 socios, pero hay muchas otras personas vinculadas de manera indirecta. «El colectivo Cobadu está formado por más de 15.000 personas», el primero de agricultores y ganaderos de España.

A esos datos hay que sumar un equipo de más de 300 empleados y una implantación social y territorial con cientos de puestos indirectos con integradores, transportistas y otros colaboradores en Castilla y León y regiones limítrofes.

Con una facturación de 520 millones de euros, lo que supone un incremento del 30% con respecto al 2021, y un beneficio neto que asciende hasta los 3,9 millones de euros, Sánchez Olea ha situado a la cooperativa como la mayor empresa de Zamora por volumen de negocio y entre las 20 primeras de la región.

Y sobre su futuro, lo tiene claro: «Mientras los socios sigan confiando en mí, los empleados-compañeros me sigan pidiendo que siga, que doy estabilidad, tenga salud y ganas de trabajar, que cuenten conmigo».

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