![El valor integrador de lo local para mejorar la calidad de vida de las personas](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202012/03/media/cortadas/Pascual-kGXH-U120945351306T3D-624x385@El%20Norte.jpg)
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Jueves, 3 de diciembre 2020
Como compañía agroalimentaria,tenemos la responsabilidad no sólo de ofrecerle al consumidor aquello que demanda, sino de ir un paso más allá y poder mejorar la calidad de vida de las personas, aportando valor a la sociedad. La pandemia del covid-19 nos ha puesto a prueba, nos ha enseñado la fragilidad de lo que parecía inmutable y nos ha empujado a ver el mundo desde una nueva perspectiva a la que, sin darnos cuenta, nos adaptamos rápidamente.
Sin duda, y como es normal, la situación de emergencia nos ha cambiado, ha modificado nuestras prioridades de un plumazo y ha hecho aflorar nuevas necesidades y tendencias, algunas de las cuales parecen haber llegado para quedarse. Se trata de un escenario volátil, incierto. Las empresas tenemos una gran responsabilidad: devolver la confianza a los consumidores. El consumidor que predominará en la era post covid-19 se caracterizará por una lealtad no tan clara hacia las marcas, el consumo de proximidad la probable reticencia a consumir fuera del hogar o la búsqueda de seguridad y confianza. En este sentido, las empresas han de anticiparse a las tendencias que comienzan a adivinarse para devolver esa ansiada confianza.
Una de estas tendencias que se observa con mayor intensidad es el creciente apoyo al comercio y la producción local. Esta no se entiende como corriente excluyente, como manifestación identitaria y limitadora, sino como una interpretación integradora y colaborativa de la cadena alimentaria que genere valor para todos sus grupos de interés. En Pascual, desde hace más de cincuenta años, uno de nuestros mayores compromisos es devolverle a la sociedad todo lo que ella nos da. Y qué mejor que hacerlo desde el inicio, partiendo del sector primario como garante de la calidad en origen.
Una producción local fuerte es un objetivo prioritario en Pascual: ganaderos y agricultores que puedan sacar a flote sus negocios de una manera rentable y continuada. La aplicación de políticas de compra responsables está dirigida a construir un aprovisionamiento sostenible de materias primas agro mediante programas diferenciadores e innovadores, alineados con los objetivos de Pascual, y con la intención de ser capaces de generar valor para todos.
En este sentido, a lo largo de los años en el sector del vacuno, desde Pascual hemos puesto en marcha una política de proveedores justa y sostenible, que viene acompañada del desarrollo de una serie de iniciativas orientadas a ayudarles a mejorar la eficiencia productiva de sus explotaciones, a certificar la calidad de su materia prima o a cuidar de nuestro medio ambiente y el bienestar de las vacas en todas las granjas que nos proveen obteniendo el certificado Bienestar Animal Aenor Conform, entre otros muchos programas de apoyo al ganadero.
Es más, el trabajo que venimos desarrollando a lo largo de estos 50 años, así como la buena relación que mantenemos con nuestros proveedores se plasma en las cifras: la empresa Pascual colabora con 350 granjas de vacuno lechero repartidas por todo el territorio nacional, un alto porcentaje de estas en Castilla y León, de las que el 80% lleva más de 15 años trabajando con la compañía.
Además, la tasa de abandono medio de ganaderías de leche en España entre 2011 y 2018 fue del 5,9%, mientras que en Pascual fue del 2,7%. O el dato de que una ganadería media en España produce 504 toneladas al año mientras que una granja en el programa de Eficiencia Productiva de Pascual, 1.380, es decir un 272% más sin alterar por ello el bienestar de las vacas.
En nuestra tierra, Castilla y León, Pascual genera de forma directa, indirecta e inducida un impacto económico de más de 500 millones de euros anuales y aporta de manera directa en agricultura y ganadería más de 50 millones de euros, con cerca de 6.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Sostenibilidad es coherencia. Creemos que se puede aprovisionar siendo coherentes con la idea de una sostenibilidad global (económica, ambiental y social). Ya lo veníamos haciendo desde hace décadas, pero la actualidad, aunque sea por motivos que nadie desea, sigue dándonos la razón.
La producción local sigue siendo integradora y multiplicadora, así como agente vertebrador del territorio y del medio rural y, ahora, cada vez más valorada por el consumidor.
Fruto de nuestro estrecho vínculo con el sector primario y la tierra, hemos querido también renovar el compromiso con los agricultores apostando de forma clara por el desarrollo del cultivo local. Fuimos, en el año 2002, la primera empresa española en llevar al gran consumo la bebida de soja, dinamizando con ello el mercado de las bebidas vegetales en nuestro país. Desde entonces, prácticamente la totalidad de la soja empleada en su elaboración procede de cultivos localizados en Castilla y
León, constituyendo a su vez casi el 100% de la soja que se produce en España para consumo humano. Pero en Pascual queremos continuar avanzando. Hoy, 136
familias de agricultores trabajan en nuestros campos, situados de norte a sur en más de una decena de comunidades autónomas españolas.
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