Valentía y originalidad en una granja de lombrices

«En 2021 prácticamente estábamos empezando y ahora el proyecto está mucho más asentado, la producción es mayor, hemos creado plantilla y tenemos más productos en sólido y líquido, estamos superando los planes previstos», explica Nazareth.

Bióloga de formación, asegura que con el paso del tiempo «se conoce más el humus de lombriz» y que las actuales políticas agrarias, «con tendencia a lo ecológico», favorecen el avance.

«Hemos dejado de ser esos raros que trabajaban con lombrices», bromea, al tiempo que explica que sus productos llegan a toda la geografía española, no solo al viñedo de Ribera del Duero: también han cerrado algunas operaciones internacionales.

«Vendemos mucho para cultivos leñosos, como almendros, para producciones hortícolas o huertas, que tienen más facilidad para probar estos productos naturales», concreta.

La mayor dificultad con la que se han encontrado en su proyecto ha sido el secado del humus. «Conseguir la humedad óptima nos ha costado mucho, años probando y ya tenemos nuestro sistema después de buscar opciones» y comenta cómo han avanzando «poco a poco» en muchos aspectos: «Hace un mes que compramos la ensacadora, pero hasta ahora se hacía entre dos personas, con pala y saco».

En la explotación de Vermiduero en Roa de Duero se crían ejemplares de lombriz roja californiana, las que dan materia orgánica a base de estiércoles animales y restos vegetales. Esas lombrices lo comen, lo digieren y excretan. En la provincia de Burgos no hay más empresas de este tipo y en el conjunto de Castilla y León no son más de tres.