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Jueves, 3 de diciembre 2020
«El azúcar es mucho más que el producto en sí, de ahí el impacto en los territorios de Castilla y León». Así comienza la charla con Isabel Vasserot, directora de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Azucarera. «El azúcar es uno de los productos que sale de la remolacha, pero se producen más cosas, coproductos que se conocen mucho menos».
Argumenta que el azúcar «es bueno para la economía de Castilla y León porque es un polo productivo que tiene muchos impactos: desde el punto de vista del agricultor que cultiva la remolacha; del trabajo que se genera en cuatro fábricas y una más de envasado; por todos los servicios que se generan alrededor de las fábricas que van desde el montaje y los servicios, hasta el mantenimiento de ingeniería».
Azucarera mantiene tres fábricas en la región en Miranda de Ebro (Burgos), Toro (Zamora) y La Bañeza (León), además en la localidad zamorana de Benavente cuentan con un centro de envasado. A ese listado de personas o sectores vinculados a la remolacha se añaden los clientes, «los ganaderos que nos compran la pulpa de remolacha; los clientes industriales que compran melazas u otros productos de la remolacha, sin olvidar el comercio local, de ahí esa importancia por la actividad productiva».
Según los datos que maneja, de cada empleo que se genera en la producción de azúcar, dependen otros 10,6 puestos de trabajo fuera de la industria.
Pese a ser menos conocidos, merecen una especial mención los ingredientes funcionales que está desarrollando Azucarera y entre ellos aparecen los fructooligosacárido, fibras que se extraen de la remolacha para enriquecer los alimentos. «Ayudan a los clientes de la industria alimentaria a enriquecer con fibras sus alimentos y esa fibra, tiene una característica interesantísima que es la humectancia, lo que hace que cuando te tomes un bizcocho esté tierno y tenga cierto dulzor».
Valora de manera muy significativa los proyectos colaborativos que les han llevado a trabajar de manera conjunta con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) y la Granja AGM en la provincia de Valladolid para crear Prebionat. «Trabajamos tres actores bien distintos para crear una solución distinta y evitar el uso de antibióticos». Entre los coproductos, de lo más variados, están además los nutrientes vegetales, «el Carbocal se aplica como fertilizante ecológico y lo que antes era un residuo, ahora se aprovecha para determinados cultivos».
Vasserot intenta desmontar algunos de los mitos más recurrentes relacionados con un producto que define como «sano». «El azúcar es un carbohidrato y si consumimos más que quemamos, la ecuación se desequilibra». Aclara que no tiene más impronta de calorías que el resto de elementos de la dieta, «es el conjunto de la dieta lo que tiene importancia, no hay que concentrarse aisladamente en un producto, es un mito que hay que tratar de disipar».
Sobre el futuro de este sector, a lo largo de los muchos años que lleva vinculada al mismo, «he visto que era un mundo muy complicado, con desafíos de todo tipo», pero al mismo tiempo, «somos un sector fuerte, corredores de fondo, y si conseguimos mantener el equilibrio de todas las partes, el futuro es prometedor, creo muchísimo en el ingrediente y en la materia prima, la remolacha». Concluye agradeciendo la movilización de los últimos meses tanto por parte de personas y organizaciones púbicas como privadas, «que han dicho no al impuesto y no a la agresividad de la campaña», en referencia a la pretendida subida del IVA a la bebidas azucaradas del 10 al 21% y a la campaña del Ministerio de Consumo en la que se dice que «el azúcar mata».
«En Azucarera, como en general todas las industrias, hemos sido pioneros desde hace muchos años en economía circular». La apuesta por la inversión ha permitido avanzar en investigación, desarrollo e innovación por lo que la materia prima «se puede agotar hasta el extremo». «Se están creando muchísimos productos más allá del azúcar, aquí hay residuos cero porque no se pierde nada; además, el azúcar no tiene fecha de caducidad, tratamos de aprovechar y reutilizar hasta la última célula de la raíz durante todo el proceso». El azúcar tiene muchas funcionalidades que van más allá del dulzor, entre ellas está la textura que aporta al cuerpo del alimento o la conservación por lo que «cuando quieren sustituir todos esos procesos lo tienen que hacer a partir de aditivos o de ingredientes que pueden tener más calorías».
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