Pascual: Reducción de la huella ambiental

Cumplidas las expectativas del Plan Estratégico 2015-2020, Pascual encara el futuro con una hoja de ruta que marca el horizonte 2020-2025-2030. Una perspectiva a largo plazo, pero con hitos por cumplir para cada una de estas fechas de seguimiento con el objetivo de mantener la sostenibilidad del negocio a largo plazo. Y en este enfoque global y transversal se establecen metas como la reducción de las emisiones contaminantes. Es lo que se conoce como la huella de carbono, la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto por un individuo, organización, evento o producto. Su cálculo proporciona un indicador ambiental global de la actividad que desarrolla y es una herramienta vital para contribuir a dejar un planeta más limpio y sostenible, con la que Pascual ha conseguido una reducción del 8,59% de sus emisiones totales de CO2 desde 2018. Un hito que le ha valido la obtención del sello 'Calculo y Reduzco', que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en sus 3 alcances. Revalidándose como la primera compañía del sector lácteo en obtenerlo como ya lo hiciera con su inscripción de su huella de carbono en la Oficina Española de Cambio Climático (OECC).

De acuerdo con la Estrategia de Envases Sostenibles para potenciar la innovación de envases 100% circular uno de los principales aspectos en los que se centran es el ecodiseño. Desde el primer momento en el que se concibe un envase se estudia cómo conseguir que su impacto sea el menor posible en el medio ambiente a través de distintas medidas como la reducción del peso de materiales o la introducción de elemenos que sean reciclables. En este caso, un claro ejemplo es el logro conseguido con las botellas PET de la marca Bezoya con la obtención del Sello AENOR 100% Plástico Reciclado en todos sus formatos.La obtención de este reconocimiento certifica que todos los formatos de Bezoya utilizan exclusivamente plástico con origen posconsumo, es decir, que todos los envases están fabricados a partir de otros envases ya utilizados que se han recuperado del mercado. En este sentido, la coordinadora de sostenibilidad de Pascual, Mónica Peña explica que «esto supone la reintroducción en la cadena de valor de toneladas de residuos plásticos que de otro modo habrían acabado en el vertedero o siendo valorizados» . Asimismo, se buscan materiales de origen bio que favorezcan la posibilidd de una nueva vida cuando los consumidores los depositen en el contenedor correspondiente.

En la línea por ofrecer productos saludables que ayuden a mejorar los hábitos del consumidor, Pascual aboga también por la protección del entorno con la puesta en el mercado de productos como el brik sostenible hecho en un 89% con materiales de origen vegetal a partir de caña de azúcar en los envases de leche y nata. Además, se ha incorporado un tapón unido para reciclar junto al brik en el contenedor amarillo, adelantándose a la ley europea de 2024. En cuanto a las consumidas botellas de leche, se elaboran en un 28% con material de origen vegetal mientras que las Bags in box, cajas de aguas con el formato de 8 y 12 litros ha permitido utilizar un 60-70% menos de plástico por cada litro y ocupa un 19% menos de espacio en comparación con el equivalente en formatos de 1,5 litros. Los tetrabrik bio-based, un brik tienen más de un 77% de materiales procedentes de fuentes renovables y con tapón vegetal y se han cambiado las pajitas de siempre por una más sostenible de papel. Además, los agrupadores de los bricks ya cuentan con un 50% de plástico reciclado.

Pascual consolida su visión de circularidad de 360 grados gracias al certificado 'Residuo Cero' en la totalidad de sus instalaciones que emite AENOR. Esta acreditación implica valorizar y documentar la trazabilidad de más del 90% de los residuos desde el centro de producción hasta el destino final. De esta forma, Pascual asegura una segunda vida útil de los residuos en modo de reciclaje, reutilización o valorización energética, evitando de este modo su almacenamiento en el vertedero y riesgos de contaminación de suelos, aguas y emisiones de gases. La coordinadora de sostenibilidad de Pascual, Mónica Peña, destaca valorizaciones como las generadas por los losdos que «se utilizan luego como abono agrícola en el entorno de las fábricas como por ejemplo en la de Aranda de Duero» y añade «la okara, que es la cascarilla del haba de soja, también se aprovecha destina a otros usos».

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