PP y Vox encaran rearmados la pugna por los 31 diputados de Castilla y León

Desde el PP habían planteado las urnas del domingo como una oportunidad de sacar una «tarjeta amarilla» a Sánchez y a la coalición del PSOE con Unidas Podemos, pese a tratarse de elecciones municipales en las que se votaban proyectos de alcaldes, para ir a por la «roja» en diciembre. El escrutinio da por cumplido el primer objetivo que se habían marcado los de Alberto Núñez Feijóo, con alcaldes y presidentes de comunidad del PSOE lastrados por el 'efecto Sánchez', y la cita de diciembre se adelanta a verano.

Las elecciones del 10 de noviembre de 2019 distribuyeron los 31 escaños de Castilla y León en el Congreso de los Diputados sentando en ese hemiciclo a 13 parlamentarios del PP, 12 del PSOE y 6 de Vox. El secretario general del PSOE de Castilla y León apuntó entonces que entre populares y socialistas había una situación de «empate técnico». Ese 10 de noviembre Cs perdió los 8 diputados que había logrado meses antes, en abril, y la comunidad contribuyó con seis representantes al crecimiento de Vox.

Ciudadanos fue el partido que más perdió el 10 de noviembre, pero no el único. El «empate técnico» del PSOE fue una derrota respecto al PP. Los socialistas mantenían los 12 escaños que lograron en abril, pero en aquel escrutinio fueron la fuerza más votada en la comunidad, sacando dos diputados a los populares que se quedaron con 10 y perdieron las elecciones. El PP de Castilla y León recuperó terreno en noviembre. «la victoria ha dado la vuelta al resultado de las elecciones de abril», valoró el presidente del partido en la comunidad y de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

El 'empate' a diputados no es tal en el Senado, donde el PP sienta a 23 parlamentarios de los 36 que envía Castilla y León. De abril a noviembre, los socialistas cedieron 6 senadores a la bancada popular.

La convocatoria de las generales abre de nuevo el terreno de la confección de candidaturas. La confección de listas abre una puerta al paso a la política nacional de Óscar Puente que ha sido durante los últimos ocho años el alcalde de Valladolid y que es el secretario provincial del partido. Es una posibilidad para el dirigente socialista. Y lo lógico es que salgan del senado la burgalesa Cristina Ayala, que podrá asumir la Alcaldía de Burgos con el apoyo de Vox, y la vallisoletana Mercedes Cantalapiedra, que es la segunda en la lista con la que Jesús Julio Carnero asume la gestión del Ayuntamiento de Valladolid.

En esta provincia, sin dejar el Senado, acompaña en este momento a Cantalapiedra el alcalde de Simancas, Alberto Plaza, designado por el partido a la reelección como regidor en el último minuto y con conflicto abierto con su ya exteniente de alcalde, Pablo León (hijo de Javier León de la Riva), que en una carta abierta ha expresado que «los valores del PP no están representados por el señor Plaza».

Las urnas dejan como líder de la oposición del Ayuntamiento de Ávila a la exconsejera de la Junta Alicia García, que ocupa desde 2019 el escaño que el PP logró en la provincia abulense. Ese puesto es otro de los abonados a la renovación en Castilla y León.

La comunidad es el quinto territorio que más diputados aporta al Congreso, tras Andalucía (61), Cataluña (47), Madrid (36) y la Comunidad Valenciana (32).