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Los grupos Popular y Socialista se cruzaron este miércoles acusaciones de «electoralismo» con las que alejaron la posibilidad de alcanzar un pacto por la mejora de la Sanidad, como ofreció de manera oficial el titular de esta Consejería, Alejandro Vázquez. La moción socialista de 30 puntos, presentada como «base» para el acuerdo, fue rechazada por los 'populares' por entender que es «obsoleta» y está «cumplida».
El pleno de las Cortes arrancó este miércoles con el debate del texto de la oposición socialista, defendido por Jesús Puente como un punto de partida para el acuerdo, pero se encontró con la posición en contra del PP, expresada por la procuradora María Ángeles García, a la que se sumó Vox, a través de Javier Teira.
Puente recordó que la oferta del consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, de un pacto por la sanidad se toma «muy en serio» por el Grupo Socialista y presentó su moción como «un guion» para llegar a un acuerdo, en el que se recogen materias que están por cumplir. García ofreció una enmienda genérica para afrontar los problemas de la sanidad desde el diálogo, «sin excusas ni chantajes previos», que no fue aceptada por el proponente.
Así, el debate se desarrolló con duras palabras de García hacia la oposición socialista, a la que acusó de haber roto el acuerdo existente durante la pandemia y de colocarse «detrás de la pancarta», mientras que Puente, que recibió el apoyo de Podemos y UPL-Soria Ya, insistió en el deterioro de la sanidad con el Gobierno de PP y Vox.
En la moción de 30 puntos se recogen un fondo de 250 millones, un plan de refuerzo de la Atención Primaria con más profesionales y medios, ejecutar las inversiones sociales prioritarias en centros de salud y hospitales, desarrollar el decreto de zonas de difícil cobertura o poner en marcha un plan de choque de las listas de espera, entre otros.
«Estas son las propuestas para sentarnos», remató el procurador socialista, a cuya moción se presentó una enmienda del Grupo Popular defendida por María Ángeles García, quien consideró que el texto no aporta nada, rechazó que haya recortes en la sanidad, afirmó que Castilla y León es la comunidad con menos gasto en conciertos y acusó a los socialistas de «mentir».
García argumentó que la sanidad es «una prioridad» para la Junta con un presupuesto que representa el 34 por ciento de las cuentas de Castilla y León y pidió al Gobierno de Sánchez que «haga su trabajo» ante el déficit de profesionales. «Este pacto está cumplido», replicó a la propuesta socialista.
«Una moción con propuestas obsoletas, que están cumplidas, es un chantaje; ustedes no quieren sentarse, prefieren la pancarta», acusó a la oposición socialista, para presentar la enmienda en la que se ofrece diálogo y mano tendida para afrontar la negociación «sin excusas ni chantajes y sin condiciones previas que permitan alcanzar un pacto por la sanidad».
En su réplica, Puente, que lamentó «la agresividad» dialéctica de la procuradora del PP, argumentó que las propuestas no son «obsoletas» ni están «cumplidas» y afeó que se ofrezca un pacto para «después echarnos a los perros», a la vez que subrayó que no ponen «ninguna línea roja» para alcanzar un acuerdo. «No es una agenda cerrada, es una base para el pacto», aseveró.
Javier Teira (Vox) lamentó que el sistema de salud esté fragmentado en 17 autonomías, calificó de «mendaz y electoralista» la moción socialista por plantear su aprobación para alcanzar el pacto, y se detuvo en una serie de datos, como el número de camas, la reducción en la lista de espera o el bajo gasto en conciertos. «Ni recorte ni privatización, mentiras», zanjó, para defender una tarjeta única sanitaria.
El parlamentario acusó al Grupo Socialista de «invasión» del artículo de la Constitución que recoge la objeción de conciencia de los profesionales por cómo plantea en la moción la interrupción voluntaria del embarazo, en la que se recoge un plazo de tres meses para incluirla en la cartera de todos los centros hospitalarios públicos y contar con un registro actualizado de objetores en el plazo de tres meses.
La moción recibió el respaldo sin fisuras a la treintena de puntos del procurador de Unidas Podemos, Pablo Fernández, quien consideró que las propuestas tratan de reforzar la sanidad pública de Castilla y León, «deteriorada», en su opinión, por el Partido Popular y Vox. «Votar en contra de esta iniciativa es manifestarse en contra de la sanidad pública», resumió.
José Ramón García (UPL-Soria Ya) manifestó que muchos de los puntos son incumplimientos, como las unidades de radioterapia, afirmó que no se puede estar en contra de la mejora de la sanidad, defendió más recursos ante hospitales en «un estado lamentable» y realizó algunos matices a determinados apartados, como en las zonas de difícil cobertura con contratos de más estabilidad a los profesionales.
«Hay que tener cuajo para venir aquí a decir que los demás hacen electoralismo y manipulación», inició Francisco Igea su intervención, que afeó la ausencia del consejero en el debate de la moción, pero consideró necesario sentarse para llegar a un acuerdo por lo que, pese al discurso «indignante» del PP, avanzó que su voto sería la abstención.
Igea censuró la falta de respeto a los profesionales sanitarios expresada por la procuradora del PP por manifestar que «tienen miedo de ir a su puesto de trabajo por el aumento de las agresiones», como se acaba de conocer.
Finalmente, el procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, que acusó al gobierno autonómico de falta de planificación, se refirió a proyectos pendientes en su provincia, como el acelerador lineal o el centro de salud de Las Hervencias, y anunció su abstención, aunque se mostró de acuerdo en dejar de lado problemas para llegar a un acuerdo por la sanidad.
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