«Ha sido un poco triste, tenía ganas de estar con mis compañeros»

Cada jornada, de lunes a viernes, Manuel espera que a eso de las nueve de la mañana llegue al teléfono de su madre el listado con los deberes del día y las correcciones del anterior. «La tutora nos envía las tareas por la aplicación de TokApp y siempre son de las asignaturas que tenemos ese día».

Adaptarse a un nuevo sistema de estudio «ha sido fácil«, dice. »Mi madre me explicó cómo tenía que usar el correo de Educacyl para enviar los trabajos que nos mandan o a través de otra cosa que se llama Teams'«. Eso sí, reconoce que a pesar de que el digital es su mundo, las explicaciones a través de vídeos o lecturas no colman todas sus necesidades, «una profesora te lo explica mejor porque nuestro curso ya es más complicado, cada año es más difícil».

Cada mañana intenta ajustarse al horario del colegio, muchos días hasta hace «el recreo y almuerzo» con su madre. Indica que se ha adaptado «bien» a esta nueva situación, a pesar de que no deja de reconocer que ha echado de menos a sus compañeros. «A algunos ya me los he encontrado por la calle pero me ha parecido un poco triste, yo tenía ganas de estar con ellos».

Para este chico de 12 años este curso tenía algunos matices especiales dado que en septiembre cambiará de centro para dar el paso al instituto. «Nos hemos quedado sin un viaje a Espinosa de los Monteros (Burgos) que íbamos a hacer los de último curso, también sin la fiesta de graduación, aunque yo en eso tampoco he pensado mucho; sí lo de la excursión porque me apetecía estar con mis amigos».

Se ríe cuando se le pregunta si estar encerrado en casa ha traído algunas concesiones: «Me ha dado tiempo a salir a jugar al patio muchos días y me han dejado jugar a la 'play', algo que antes solo me permitían los fines de semana».