Una pareja lee el folleto de un plan de pensiones. I. AIZPURU

Los planes de pensiones languidecen por la falta de incentivos y de rentabilidad

Pierden diez mil partícipes en Castilla y León en 2022, la segunda bajada más acusada, mientras su rendimiento a 15 años es de apenas el 2,5%

Lunes, 9 de octubre 2023, 21:21

Los planes de pensiones individuales prosiguen su declive, mientras los de empleo no acaban de arrancar. La pérdida de atractivo fiscal, unida a su reducida rentabilidad se traduce, en los últimos años, en sendas descendientes en todos los parámetros: pierden partícipes y caen las aportaciones. ... En el último año, el número de personas que tienen contratados estos instrumentos de ahorro se redujo en casi 10.000 en Castilla y León, hasta las 463.560. Cinco años antes eran más de 520.000.

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El número de cuentas de partícipes en España se situó en 7,41 millones al cierre de 2022, con un descenso del 0,89%; mientras que en la comunidad (desaparecieron 9.466) la bajada fue del 2%, la segunda más pronunciada del país tras la de Madrid, del 2,39%. El patrimonio invertido en planes individuales se situó en 5.421 millones de euros, frente a los 6.042 de un año antes, lo que representa un descenso de 621 millones, el 10,28%, en línea con el retroceso nacional, según los datos facilitados por el Observatorio de Inverco, la patronal de las instituciones de inversión colectiva.

Caídas tan significativas no impiden que Castilla y León se mantenga entre las comunidades con mayor presencia en estas fórmulas de ahorro, ya que el número de partícipes equivale al 19,5% de la población de la comunidad, la cuarta tasa más elevada tras Aragón (21,6%), La Rioja y Madrid. Además, Soria (24,6%) y Segovia (24%) son las provincias con mayor porcentaje de población con planes de pensiones de España.

El patrimonio invertido en estos instrumentos equivale al 8,5% del Producto Interior Bruto autonómico (un año antes representaba el 10,1%), lo que sitúa a Castilla y León como la tercera por detrás de La Rioja (9%) y Aragón. La media nacional es del 7,4%.

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En la comunidad, la Renta Variable concentra el 13,9% de la inversión, cuatro puntos porcentuales por debajo de la media

«El año pasado, el complicado entorno de mercado, con la subida de tipos y la inestabilidad a nivel geopolítico, provocó una caída en el patrimonio acumulado en planes y también en las aportaciones, diezmadas por la progresiva reducción del máximo desgravable», explican desde la patronal. Pese a este escenario «extremadamente complicado», José Luis Manrique, director de Estudios del Observatorio Inverco cree que «los ahorradores siguen confiando en este producto para canalizar el ahorro en el largo plazo».

Durante 2022, los partícipes optaron por posiciones más conservadoras respecto al año anterior y el patrimonio invertido en los de Renta Fija pasó de suponer el 13,5% a un 14,6% en 2022, mientras que los de Renta Variable se situaron a finales del pasado año en el 17,9% desde el 18,4% de 2021. En la comunidad, la Renta Fija concentra el 17,3% (más de tres puntos porcentuales que la media) y los de Renta Variable, el 13,9% (cuatro menos). Los de mayor éxito son los Mixtos, con el 63,4% en la región, en línea con el promedio del país.

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Si bien Inverco destaca en su informe de agosto de este año que «las rentabilidades en el medio-largo plazo se mantienen positivas» y que «a 26 años, los Planes de Pensiones registran una rentabilidad media anual (neta de gastos) del 2,4% y, en el medio plazo (10 y 15 años), del 2,8% y 2,5%, lo cierto es que la inflación de los últimos tiempos volatiliza estos rendimientos.

En Valladolid, solo la Universidad, la Diputación y la empresa pública del Agua cuentan con planes de pensiones colectivos

El pasado mes de julio, el Gobierno completó el desarrollo del reglamento de los Planes de Pensiones de Empleo, para «fomentar y facilitar el ahorro de los trabajadores, garantizando su protección y supervisión». Estos planes colectivos forman parte de una de las recomendaciones del Pacto de Toledo sobre sistemas complementarios, y buscan «dotar de estabilidad al actual modelo de previsión social complementaria, impulsando el desarrollo y generalización de los planes de empleo entre los trabajadores».

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Limitados hasta ahora a las grandes empresas, algunas instituciones públicas, más generalizados en el sector de la construcción y muy habituales en el País Vasco, la existencia de planes colectivos de empleo es casi testimonial en Castilla y León. Por ejemplo, en Valladolid solo los tienen los empleados de la UVA (1.026 personas); los de la Diputación (662) y los de Aguas de Valladolid (9). En España existen 1,9 millones de cuentas, frente a los 7,3 millones de partícipes de planes individuales.

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