La pérdida de autónomos amaina en Castilla y León tras la destrucción de 12.000 empleos en seis años

Detrás de esta estabilización están las mujeres y los extranjeros. El censo revela que los hombres duplican a las féminas en el colectivo de autónomos de la comunidad (126.544 frente a 63.656 en el cuarto trimestre de 2021), pero mientras el año pasado se cerró con 540 varones menos, (el 0,42%), lo hizo con 649 mujeres más (1,03%). Por otro lado, de los 63.814 extranjeros afiliados a la Seguridad Social en Castilla y León, están inscritos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) 8.622, lo que supone 645 más que en diciembre de 2020 (el 8,08% más en tasa).

Desde el punto de vista de la edad queda de manifiesto que hacerse autónomo es cosa de jóvenes, o bien de personas expulsadas de otros trabajos en la cercanía de su edad de retiro. Así, el número de afiliados por cuenta propia aumentó en 2021 en el grupo de 16 a 19 años (7,35%), en el de 20 a 24 años (6,46%) y en el de 55 y más (2,49%). Por contra, disminuyó en el grupos de 25 a 39 años (1,27%) y en el de 40 a 54 (el 1,54%).

En cuanto a los sectores de actividad se dan aumentos en la construcción (0,17%) y en el sector servicios (0,53%), pero bajan en la agricultura (1%) y en la industria (1,26%). Si bajamos a un mayor detalle de actividades, las ganadoras del año son las profesionales, científicas y técnicas, con 380 afiliados más; las sociosanitarias con 232;las artísticas, recreativas y de entretenimiento, con 159 y el sector educativo, con 150 más. Cerraron el año con pérdida de autónomos sobre todo la agricultura (379 menos), la hostelería (215), la industria manufacturera (175) y el comercio (135).

Los autónomos aumentan en Ávila (0,12%), León (0,26%), Segovia (0,22%) y Valladolid (0,27%), mientras que permanecen constantes en Burgos (0,03%). Las otras cuatro provincias sufren retrocesos: Palencia, el 0,86%; Salamanca, el 0,38%; Soria, el 0,13%; y Zamora, el 0,90%. La nota más significativa para una comunidad tan afectada por la emigración como Castilla y León es el fuerte incremento que se produjo en el número de autónomos que tienen aquí su negocio, pero residen en otra autonomía: se incrementaron el año pasado en 229 personas (el 6,98%), hasta totalizar 3.511.

Las inquietudes del colectivo van paralelas a las necesidades de la economía. La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE) considera urgente que se articulen medidas encaminadas a la creación de un bono social para autónomos y pymes en situación de vulnerabilidad que permita reducir la carga de la factura mensual de la luz, así como a favorecer la instalación de pequeñas plantas fotovoltaicas para venta a red o autoconsumo.

Desde UPTA, asociación próxima a UGT, se muestran críticos con medidas como la tarifa plana de cotización –«de cada 100 autónomos que la utilizan, solo 13 continúan de alta después del tercer año y ha hecho que proliferen los falsos autónomos»– y reclaman medidas fiscales que favorezcan el emprendimiento en el ámbito rural y la actualización tecnológica.

Por su parte, la asociación de autónomos dependientes Tradecyl, vinculada a CC OO, considera prioritario el desarrollo de planes de impulso al comercio de proximidad, plataformas de venta 'online' (particulares o colectivas), la construcción de redes de comercialización y acciones de apoyo al comercio en el mundo rural.