Los pensionistas que ingresan menos de 900 euros quintuplican en Castilla y León a quienes sobrepasan los 2.000

Quienes percibieron en noviembre del año pasado su primera prestación contributiva ingresaron una media de 1.143,14 euros, que son 232 más que los 911,17 euros que percibían los que fallecieron en ese mismo mes.

Después de que en 2020 el estallido de la pandemia impactase en el sistema de pensiones al poner freno al ritmo de incremento tanto de pensionistas como de la cuantía de las prestaciones, el año pasado las cosas tendieron hacia el comportamiento anterior, sin replicarlo. El colectivo de pensionistas volvió a incrementarse en 2021 –el ejercicio anterior disminuyó–, mientras que el importe que perciben los beneficiarios se disparó, por la entrada en el sistema de personas con derecho a pensiones más elevadas.

Castilla y León contabiliza en este mes de enero 617.138 pensionistas contributivos, el 0,84% más que un año antes, un incremento inferior al del conjunto del país (1,13%), pero que contrasta con el descenso del 0,70% que se registraba por estas fechas hace doce meses. La mortalidad atribuible al coronavirus, así como el freno en las tramitaciones de altas por las limitaciones a la movilidad estuvieron detrás de los atípicos datos de 2020.

Ahora, con los datos publicados esta semana, el coste de sufragar las pensiones de la comunidad experimenta un repunte interanual del 5,53%, dos décimas más que la media nacional. Este incremento en la cantidad que destina la Seguridad Social a abonar las prestaciones de los castellanos y leoneses resulta ser 6,5 veces mayor que el registrado por el colectivo de beneficiarios (en el conjunto del país es de 4,7 veces).

Este año, la revalorización de las pensiones contributivas del sistema de la Seguridad Social es del 2,5%, mientras que el incremento de las pensiones mínimas y de las no contributivas (también del Ingreso Mínimo Vital) es del 3%. En el caso de las contributivas, la subida incluye una paga compensatoria (o 'paguilla') por la desviación de los precios en 2021 respecto a la subida inicial de sus prestaciones (0,9%). Así, la actualización ronda los 250 euros y la revalorización, los 400 en el caso de la pensión media.

A partir de este año, la fórmula recogida en la reforma de pensiones tiene en cuenta el IPC para evitar pérdidas de poder adquisitivo. Por ello, la paga compensatoria por la desviación de precios de 2021 será la última que reciban los pensionistas, ya que a partir de ahora las pensiones subirán lo mismo que los precios.

Este mes, la pensión media de un castellano y leonés se ha situado prácticamente a la par de la del conjunto de españoles, apenas el 0,5% por debajo (seis euros). Son 1.077,18 frente a 1.082,98 euros, respectivamente. Eso sí, dentro de la comunidad las cuantías oscilan entre los 1.200,12 euros de un vallisoletano y los 911,50 de un zamorano, es decir unos 288 euros de diferencia.

Por ley, los pensionistas españoles no pueden percibir prestaciones contributivas por debajo de las establecidas como mínimas, que este año y para un jubilado de 65 años o más oscilan entre 682 y 890 euros al mes en 14 pagas, si se tiene cónyuge a cargo. En la comunidad hay 156.102 personas que no llegan a esas cantidades, por lo que reciben un complemento de la Seguridad Social. Llega al 32,3% de las mujeres y al 18,5% de los hombres y, en este sentido, a la comunidad aún le falta camino para equipararse a la media nacional, ya que cobran el complemento el 25,3% de los pensionistas castellanos y leoneses, cuando la media nacional está en el 22,5%.