La directora de orquesta Inma Shara, en la sede de la Fundación Schola, donde se desarrolló la entrevista. RODRIGO JIMÉNEZ

Inma Shara, Directora de orquesta sinfónica y colaboradora del proyecto solidario de Harambee

«La pasión se desarrolla con esfuerzo»

Considera que «vivimos en una sociedad muy hedonista, en la que está denostada la educación en valores y humanidades»

J. I. Foces

Valladolid

Sábado, 30 de diciembre 2023, 00:02

He aquí una mujer todo sensibilidad, entregada al singular objetivo de que la música genere un entorno de belleza en quien la escucha. Inma Shara (Amurrio, Álava, 1972), directora de orquesta. Es una firme defensora de la presencia y el desarrollo de las Humanidades en ... el currículum escolar, algo cuyo germen se gestó en el seno de su familia y que ella siempre ha llevado a gala. Ha dirigido a las más prestigiosas orquestas del mundo y recientemente ha estado en Valladolid, invitada por la Fundación Schola, que organizó el tradicional concierto de Navidad a favor de Harambee, el proyecto internacional de solidaridad que promueve iniciativas en África y sobre África, con el que esta directora de orquesta colabora desde hace años.

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–¿Cuándo tomó conciencia de que lo suyo en la vida sería la música?

–Gracias a la vida y a mi entorno familiar, que me inculcó el amor por el arte en general. Una familia muy normal, sencilla, pero que tuvo esa sensibilidad para comprender que el mayor legado que se le puede dejar a una persona es la educación en Humanidades, llámese deporte, pintura, música... Lo que pasa es que la música llamó tan fuerte a mi puerta que lo que era un juego, un sueño, se ha convertido hoy en una realidad.

–¿A la música se entra por un instrumento o solo por sonidos?

–En mi caso empecé con el piano y, después, con la viola.

–¿Y por qué la orquesta?

–Porque entendí que era la mayor paleta de sonidos. La música tiene su propia semántica.

–Explíquese.

–Pensamos que no entendemos de música y resulta que el oído es capaz de captar cuándo una cadencia no resuelve, cuándo un tema se desarrolla de una forma lógica... La música va directa al corazón y el sistema humano lo traduce. Por tanto, al final hay un lenguaje en la música.

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–Pero llamamos música tanto a una composición de Listz como a lo que hacen algunos raperos.

–Todo lo que es cacofonía, lo que exalta al ser humano y, por ende no emana belleza, para mí no es música.

–Queda claro.

–Concibo la música como una expresión de belleza del ser humano. Todo lo que de alguna manera no está dentro de los acordes de excelencia, de armonía, de generosidad para mí no es música.

La directora de orquesta Inma Shara, durante la entrevista. R. JIMÉNEZ

–¿Cuándo decidió dar el salto del instrumento al conjunto que es una orquesta?

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–Fue un proceso que se desarrolló de manera lenta y paulatina. Pero tuve un profesor que en un momento me dijo que veía en mí cierta predisposición a poder estar en el podio y desarrollarme. Inicié clases particulares con él, y después en la academia y los conservatorios, pero no fue una decisión súbita. De alguna manera te empiezas a visualizar, a estar presente en formaciones orquestales pequeñas.

–El de directora de orquesta es un puesto y tiene una función que la sociedad usa como sinónimo de meta prestigiosa. ¿Qué características definen su tarea?

–El director de orquesta siempre ha estado ligado, de alguna forma, a unas aureolas de poder absoluto. Lejos de todo esto, de las escuelas de negocios y de directivos, nacen muchos directores de empresas, muchos managers, pero pocos líderes. Liderar una orquesta no es dirigir una orquesta, como leer una partitura no es interpretar una partitura.

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–¿Y liderar que es?

–Un cometido apasionante. Es cambiar las actitudes de las personas para potenciar las aptitudes, es crear equipo, es aglutinar todas y cada una de las individualidades artísticas, que brillen sus ojos, que haya comunicación humana, poner en valor los talentos, pero al servicio del grupo, detectar cuáles son las debilidades de una orquesta y fortalecerlas desde la fuerza de la unidad, de la cooperatividad. No se trata de ser los mejores.

«El mayor legado que se le puede dejar a una persona es la educación en Humanidades»

Inma Shara

Directora de orquesta

–Ah, ¿no?

–Yo no compito con los demás, compito conmigo misma. Se trata de que cada compás sea emocionalmente activo, de dar vida a esa obra. ¡Ójala yo pudiera dejar de legado las versiones de Mahler, que dejó Leonard Bernstein... Pero yo tengo el privilegio, y doy gracias a Dios y a la vida, por haber dirigido grandes formaciones musicales orquestales y te das cuenta de que su mayor valor y el mayor valor añadido es su capital humano.

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–Que incluye grandes músicos.

–A veces digo que no quiero tanto grandes figuras, aunque, claro, que las quieres, como sí quiero personas comprometidas y eso es liderar, eso es dirigir una empresa, eso es dirigir una orquesta. Porque, a ver, cada sección orquestar tiene su particella, pero no se les puede hacer olvidar que pertenece a una partitura general y que aunque el primer violín no esté viendo al trombón, necesita escucharle para crear un verdadero lenguaje, un verdadero mensaje que el público lo capte. Porque el público no está captando una sección sino que capta un todo. Eso es lo que hay que hacer, cohesionar el grupo.

–¿Una directora de orquesta tiene algo de psicóloga?

–El talento es apasionante desarrollarlo donde el talante tantas veces supera al talento directivo. No es lo mismo decir: «Maestros, ustedes son profesionales y se han equivocado en el compás 35» a decir: «El compás 36 ha sido excelente; por favor, repitamos el 35 de la misma forma». Las maneras son muy importantes.

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–Por tanto, cuentan las formas más de lo que creemos...

–El liderazgo no es una cuestión formal, sino moral, de credibilidad, de reputación, de adoptar cada decisión como si fuese personal. Evidentemente de gran preparación, pero también de generosidad, de saber delegar. Nelson Mandela decía que un gran líder es una persona que sabe estar en la última fila de un auditorio, pero sabe asumir el podio cuando las cosas no van bien y retirarse cuando empiezan a ir bien.

Inma Shara. R. JIMÉNEZ

–Dirigir una orquesta requiere altas dosis de disciplina.

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–¡Es que la vida es disciplina! Dicen que la pasión nace... No. La pasión crece con uno. La pasión se desarrolla con grandes dosis de esfuerzo. En la vida damos todo por sentado muchas veces y que hacerlo así.

–Además de disciplina, para la música hacer falta temple, armonía...

–...Generosidad, autocrítica...

–...¡Conjunción!

–Soy una generalista rodeada de grandes especialistas y hay que poner en valor lo que todos y cada uno aportan, dulcificando los talentos, fortaleciendo las debilidades. Pero yo tengo un cometido que, quizás, estéticamente es más visual, pero no es mejor ni peor; es una responsabilidad dentro del todo donde todos tenemos que ejercer: somos todos esenciales.

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«Liderar es cambiar las actitudes de las personas para potenciar las aptitudes

Inma Shara

Directora de orquesta

–Valores como templanza, armonía, conjunción o esfuerzo como que no cotizan muy al alza en esta sociedad tan...

–...¡Crispada! Mediatizada.... Estamos viviendo ahora, y lo digo con tristeza, en una espiral de una gran hipocresía. Hablamos de solidaridad y no creemos de verdad en la solidaridad. Tenemos una sociedad muy consumista, muy individualizada... No tenemos tiempo para los demás, y es verdad que no tenemos tiempo, pero es que no tenemos ni interés. Lo que pasa es que queda bien decirlo... ¡La música me da tanta belleza!... Y lo digo en términos personales, aunque espero se me disculpe este egocentrismo de trasladarlo así. Me refiero a hablar de mi...

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–...Es la entrevistada.

–Vivimos en una sociedad donde el valor de la familia ha perdido sentido, donde a las personas mayores no se les escucha. Hemos caído en un gran relativismo moral, donde todo vale. Yo hago con mi vida lo que quiero, escuchamos... ¡Claro que puedes hacer con tu vida lo que quieras! Pero vivimos en una sociedad en la debe haber códigos deontológicos de circulación: el respeto por las personas, por el ser humano, por los niños, por las mujeres... El respeto, en general, por la ideología, por la cultura.

–Hay quienes defienden que si el sistema educativo, desde los primeros años de vida del ser humano, volviera a poner en el frontispicio esos valores, otro gallo les cantaría a las generaciones venideras.

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–¡Absolutamente, absolutamente! Primero, está denostado el esfuerzo. ¿Por qué no se consume cultura? Porque exige esfuerzo. Estamos en unas fechas maravillosas, la Navidad. ¿Y qué se irradia? El absoluto consumismo. Y eso nos hace opacos ante la sociedad y entender la felicidad a través de los demás. Y yo no me considero ni mejor ni peor persona, pero he sido educada en unos valores que llevo a gala porque me hacen mucho más feliz.

«Consumir cultura no está de moda»

Inma Shara

Directora de orquesta

–La felicidad cuesta alcanzarla.

–Me da mucha tristeza que el ser humano se esté perdiendo, sobre todo los jóvenes, tantos espacios de armonía, de serenidad, de sosiego por una sociedad que navega a la contra, en la que todo ha de ser ipso facto. Y, además, consumir edad: una niña joven tiene que vivir todo; ¡no!; hay que dejar ser a los niños ser niños, ser adolescentes, ser adultos. ¿Por qué una niña de 11 años puede hacer con su cuerpo lo que quiera? No comprendo ciertas cosas, no comprendo esta sociedad tan voraz por vivirlo todo ya y de una forma tan intensa. La vida tiene otros entornos: el agradecimiento, por ejemplo.

–¿Qué pasa con él?

–Que lo hemos perdido. ¿Por qué hay una sociedad tan deprimida?

–Respóndase.

–Porque al final hablamos y hablamos, pero la sociedad está enojada. Salimos de casa con pesadumbre, cuando resulta que las dificultades son inherentes a todas las profesiones, pero hemos de dotarnos de herramientas de fortaleza para poder, de alguna manera, tener una actitud amable ante la vida.

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–¿Es la música el lenguaje universal por excelencia?

–¡Claro que sí! La razón nos guía pero los sentimientos nos movilizan y la música en eso tiene un camino de prioridad.

–Entonces, ¿por qué no es más utilizada para facilitar el entendimiento entre los pueblos?

–Vivimos en una sociedad muy hedonista y la educación en valores y humanidades está denostada; también y la música, de alguna manera, está dentro de ese círculo del elitismo, del clasicismo, de las formas estructurales estáticas. Con un pequeño esfuerzo que hagamos con acercarnos a la música clásica nos va a reportar una armonía interior que vamos a tener una capacidad de observar al mundo con unas herramientas tan sólidas que vamos a ser mucho más felices.

–Pero... Por que hay un 'pero', ¿no?

–Lo que pasa es que consumir cultura no está de moda. Está de moda consumir el último vídeo donde se crispe a la sociedad, el último móvil porque si no lo tengo estoy como relegada en la sociedad; si no tengo redes sociales, no soy nadie... No, no: las redes sociales las tienes al lado y en persona, con tu vecino, con tus abuelos, con tu familia.

Inma Shara, en un momento de la entrevista. R. JIMÉNEZ

–Deduzco que no está en redes sociales en Internet.

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–No.

–¿Y es feliz?

–Muy feliz.

–Por si no ocupa suficiente tiempo la música en su vida, saca horas para colaborar con organizaciones solidarias, como Harambee. ¿Por qué lo hace?

–Soy generosa y hablo de la belleza y de la sociedad a través de la música y del público. Ojalá pudiera ser mucho más generosa en términos humanos. Ir a terreno, como lo hacen los voluntarios de Harambee. Esos voluntarios sí que son gente que tenemos que admirar. Yo dedico tiempo y colaboro con ONGs, pero desde la música, desde un entorno que adoro, que amo, que me da satisfacciones personales, con la orquesta y el público, pero ojalá pudiera tener aún mas generosidad para poder decir que tengo una semana en la que no estoy con Tchaikovski y me voy a terreno.

–De todos estos años de colaboración en proyectos e iniciativas solidarias, ¿con qué enseñanza se quedaría?

–Con la esperanza de que el ser humano tiene una gran capacidad de ayudar a los demás. No solamente de contaminar, que es en lo que estamos. Por que, desgraciadamente, además es que ahora parece que toda la belleza del ser humano no es noticia, no genera interés, y es una pena. Yo lo hago a través de la música porque creo que esta se brinda como mayor herramienta de compromiso social también, además de forma muy transparente y muy limpia.

–Tantos años con la batuta en la mano por todo el mundo, ¿se ha parado ya a pensar qué quiere ser de mayor?

–La que soy.

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