Castilla y León recuperó en verano tres de cada cuatro empleos perdidos en primavera

El número de desempleados se situó en 138.500 personas, lo que deja la tasa de paro de Castilla y León en el 12,49% de la población activa, frente al 16,26% de media nacional. La diferencia de variaciones con respecto al segundo trimestre fue elocuente: en la región, de una décima y el todo el país, de casi un punto.

En cuanto a los ocupados, la subida calculada por Estadística para el periodo de julio a septiembre elevó el total de personas con empleo hasta 970.800, una cifra similar a la de comienzos de 2019. Desde el techo de 1.005.000 marcado en el tercer trimestre del año pasado la pérdida es de 34.200 ocupados. La buena noticia es que el mercado laboral autonómico volvió a crear empleo tras los retrocesos de los dos trimestres anteriores.

Comparado con hace un año Castilla y León tiene también 12.100 parados más. También fue en el tercer trimestre de 2019 cuando la región logró, con 126.500, su mejor dato de parados desde 2008. Pero, en este caso, en el periodo primaveral no hubo alza del paro, mientras que en verano sí se produjo. Se trata de la primera vez que esto sucede, ya que la serie histórica muestra que el colectivo de parados siempre desciende en el paso del segundo al trimestre, por la estacionalidad de los contratos veraniegos.

La situación provocada por la pandemia de la covid-19 desincentiva la predisposición a buscar un empleo, lo que unido a los habituales problemas de población que sufre la comunidad causó un fuerte retroceso de los activos. El colectivo de personas en edad y con disposición a trabajar ha perdido en el último año 22.100 personas, el 1,96%, más del doble que la media nacional. La tasa de actividad es del 54,4% en Castilla y León, frente al 57,8% de España.

La población ocupada aumentó con respecto al segundo trimestre en todos los sectores de actividad: agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (19,7%), industria (1,4%), construcción (7,8%) y sector servicios (3,9%); mientras que el número de parados disminuyó en la industria (27,8%) y en la construcción (47,3%), pero aumentó en la agricultura (16,1%) y en el sector servicios (1,5%).

Bajando a un mayor detalle, entre julio y septiembre, comparados con los tres meses anteriores, ganaron ocupados todas las ramas de actividad salvo tres (información y comunicaciones, que perdió 1.600 empleos; actividades financieras y de seguros, con 200 menos; y las inmobiliarias, con 900. Por el contrario, destacaron los incrementos de la extensa rama de comercio al por mayor y al por menor, reparación de vehículos, transporte y almacenamiento y hostelería (14.600); del sector agrario (10.900); el epígrafe de la Administración Pública, educación y actividades sanitarias y de servicios sociales (7.200); y la construcción (4.800).

Se debe tener en cuenta, y así lo advierte el INE, que a los afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con suspensión de empleo se les considera ocupados.

En términos trimestrales, el número de ocupados subió en todos los grupos de edad, sobre todo entre 16 y 19 años (78,4%) y de 20 a 24 años (19,6%), de 25 a 54 años (4,23%) y de 55 y más (3,03%). También lo hizo la cifra de parados: el 31,3% en el primer colectivo y el 18,7% en el segundo.

La consejera de Empleo, Ana Carlota Amigo, reconoció que el resultado de la EPA no fue bueno para la comunidad, aunque destacó el incremento en el número de ocupados y que la tasa de desempleo es inferior a la media nacional. Ante esta situación, la consejera advirtió que el plan de choque para el empleo es «necesario e imprescindible» y abogó por su firma con los sindicatos y los empresarios la próxima semana.

Para la patronal autonómica, Cecale, los datos volvieron a poner de manifiesto la evolución negativa y preocupante del mercado laboral y «difícilmente darán un giro definitivo si no se adoptan de forma urgente e inmediata medidas de apoyo a las empresa para poder subsistir en esta difícil coyuntura y no hacer más profunda la recesión en la que ya están sumidos muchos sectores».

La confederación advirtió de que «las sucesivas restricciones de la actividad económica y la incertidumbre que están generando en el tejido empresarial están condicionando de forma decisiva el futuro de muchos sectores y, por tanto, la creación de empleo».

Cecale demandó una apuesta más decidida por aumentar la liquidez de las empresas con las líneas ICO e Iberaval; la agilización de su tramitación y la mejora de los plazos de amortización y los tipos de interés.

Desde CC OO encontraron «sorprendente» que la EPA diga «que tenemos 43.800 ocupados más, cuando la Seguridad Social dice que son 23.200, la mitad». «En todo caso, el verano fue, dentro de lo que cabe con este singular contexto provocado por el coronavirus, benévolo», admitieron. El sindicato demandó «políticas activas de empleo coherentes, necesarias y expansivas, para insertar y reinsertar, lo antes posible, a la actividad productiva y de servicios a las personas desempleadas». Al mismo tiempo, exigieron el cumplimiento de las normativas laborales y fiscales «en todos los ámbitos».

En opinión de UGT, los datos reflejan que la red social tejida para proteger a los trabajadores «está siendo fundamental para evitar un cataclismo laboral y social». «Tenemos que dar solución definitiva a los ERTES para que los trabajadores afectados puedan tener una cobertura que les permita seguir adelante», destacaron.

De los activos, 970.800 están ocupados (en el tercer trimestre de 2019 se llegó al 1.005.000), lo que representa una subida en el tercer trimestre de 2020 de 43.800 personas, es decir, un 4,72% más (+3,06% a nivel nacional), cuarto mejor dato del país.

Respecto al mismo trimestre del año anterior se produjo un descenso en la población ocupada del 3,40% (34.200 ocupados menos), frente a la evolución interanual del -3,51% de la media nacional, el octavo mayor descenso junto con La Rioja en términos relativos del país.

Los mayores incrementos de empleo este trimestre se dan en Cataluña (96.400 más), Comunidad Valenciana (81.800) y Andalucía (76.200) y el único descenso en Canarias (-2.800). En el último año la bajada de la ocupación es general. Las mayores reducciones se observan en Cataluña (-138.500), Andalucía (-115.600) y Comunidad de Madrid (-90.800). Sólo Región de Murcia mantiene el mismo nivel de empleo que hace un año.

Por sexos, la tasa de actividad entre los hombres se situó en el 59,93% (63,44% a nivel nacional), con 536.100 varones ocupados y 64.900 en paro (la tasa de desempleo para este colectivo es del 10,80% frente al 14,39 del resto de la nación).

Entre las mujeres la tasa de actividad en Castilla y León se situó en el 49,08% (52,853% en España), con 434.800 mujeres ocupadas y 73.600 en paro (la tasa de desempleo fue del 14,48% frente al 18,39% de España).

Por provincias, la tasa de paro más baja se registró en Segovia, con el 8,96% (6.900 parados), seguida de Soria (9,03% y 4.100 parados); Palencia (11,32% y 8.000 personas sin trabajo); Burgos (11,68% y 20.000 desempleados) y Valladolid (11,70% y 29.100 desempleados).

Por encima de la media regional (12,49%) se encuentran Salamanca (12,53% y 18.100 parados); Zamora (13,57% y 10.300 personas sin empleo); León (15,15% y 30.400 desempleados) y Ávila (15,43% y 11.500 parados).

Mientras tanto, la tasa de actividad en las distintas provincias de Castilla y León se repartió del siguiente modo: Soria (59,41% y 40.900 ocupados); Segovia (59,40% y 70.200 ocupados); Valladolid (58,07% y 224.800 ocupados), Burgos (57,36% y 151.400 ocupados), Valladolid (56,57% y 219.700 ocupados) y Ávila (55,78% y 63.300 ocupados).

Por debajo de la media regional (54,42%) se sitúan Palencia (52,80% y 62.800 ocupados); Salamanca (51,35% y 126.200 ocupados); Zamora (51,09% y 65.900 ocupados) y León (50,75% y 170.500 ocupados).