Pablo Fernández (Podemos) avanza que no volverá a presentarse en Castilla y León

Un anuncio que no sorprende, visto el contexto, y que parece una despedida anticipada antes de que las urnas dictaminen, sea en 2025 o en 2026, qué ocurre con su formación. Porque la carrera de Podemos en Castilla y León, con Pablo Fernández a los mandos como coordinador, ha sido decreciente. En 2015, tras la estela del boom del partido de Pablo Iglesias, Podemos obtuvo 10 procuradores con un 12,4% de los votos. Es un porcentaje que ha marcado la senda de las terceras fuerzas, punto arriba o abajo, desde que los partidos emergentes fracturaron el bipartidismo. En 2019 fue Ciudadanos, 12 procuradores y un 15,1%. En 2022, Vox, con 13 escaños y un 17,6%.

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De aquellos 10 procuradores y la llegada de un Pablo Fernández que llamó la atención por su oratoria directa y trufada de cultismos -incluso pasada de tono, cada vez más en los últimos tiempos-, Podemos se vio reducido a 2 escaños en 2019. Le acompañaba en el desempeño parlamentario la burgalesa Laura Domínguez, que al finalizar los tres años escasos que duró la legislatura decidió no repetir como candidata. En los comicios anticipados de 2022, Pablo Fernández se presentó como número 1 de la lista de Unidas Podemos por Valladolid, pese a ser originario de León, circunscripción por la que había concurrido las dos primeras veces. El acuerdo con Izquierda Unida y otras fuerzas del mismo espectro no sirvió para mucho. Incapaz de arraigarse en un territorio con mucho peso del voto rural y con una estructura regional cada vez más mermada, Unidas Podemos cosechó un exiguo 5,1% de los votos. Solo pudo mantener un escaño, el del propio Pablo Fernández, que llevaba como número 2 a las Cortes a María Sánchez (Toma la Palabra), ex concejala de gobierno del Ayuntamiento de Valladolid. En esta provincia Podemos logró un 6,9% de los votos.

Como ejemplo de la trayectoria de Podemos, en 2015 obtuvo en la provincia de Valladolid 37.702 votos, de los que un 64,7% fueron en la capital. En 2022, se redujo a 19.038 y el 63,8%, en la capital.

En declaraciones a Europa Press, Pablo Fernández calificó como «prácticamente seguro» que no se volvería «a presentar» si se convocaran elecciones incluso anticipadamente. Considera que «hay banquillo» en la formación morada. «Estoy muy contento por la gente que está trabajando en Podemos en Castilla y León», ha señalado. Y admite que es pronto para saber bajo qué siglas acudiría Podemos a unas nuevas elecciones en Castilla y León, si sería de nuevo en coalición con Izquierda Unida y Alianza Verde, como Unidas Podemos, marca que representa él ahora mismo en las Cortes, o solo como Podemos. Es evidente que nosotros apostamos por reforzar y fortalecer la marca de Podemos«, ha explicado Fernández, que ha insistido en que cualquier conversación que pueda tener esta formación con otras fuerzas políticas »tendría que ser siempre avalada y autorizada« por la militancia de Podemos. »Al final, la forma en la que nos presentemos en las próximas elecciones va a ser la que determinen nuestros inscritos e inscritas, que son los que van a decidir«, ha concluido al respecto.