Pablo Fernández, durante un pleno de las Cortes de Castilla y León. Alberto Mingueza

Pablo Fernández lamenta el fallecimiento de Anguita, «un ejemplo de honestidad y dignidad»

El secretario autonómico de Podemos asegura que «toda la clase política debería aprender mucho del ejemplo» que deja el ex coordinador general de Izquierda Unida

El Norte

Valladolid

Sábado, 16 de mayo 2020, 14:37

El secretario general de Podemos en Castilla y León se mostró hoy «conmocionado» tras conocer la «terrible noticia» de la muerte el excoordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, a quien se refirió en declaraciones a Ical como «un ejemplo de dignidad y honestidad».

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Anguita falleció este sábado a los 78 años de edad tras no superar la parada cardíaca que sufrió hace justo una semana, yéndose así «una de las figuras más importante de los últimos años en la historia de nuestro país», que para Pablo Fernández es «un referente, político, intelectual y moral», que deja «un legado, el de dignificar la política, que permanecerá incólume» y cuya «figura y ejemplo seguirá guiando e inspirando a generaciones en el futuro».

Fernández insistió en que Anguita es «un referente y el ejemplo de la honestidad en la política», por lo que afirmó que «toda la clase política debería aprender mucho del ejemplo y el legado que deja Julio Anguita más allá de lo ideológico».

Además, en sus redes sociales, el secretario autonómico de Ponemos hizo público un mensaje de despedida para Julio Anguita. «Terrible noticia el fallecimiento de Julio Anguita. Referente político, moral e intelectual. Paradigma de dignidad y honestidad. Maestro, su ejemplo seguirá guiando a generaciones. Siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones. Que la tierra te sea leve».

Sarrión afirma que «la izquierda española se queda huérfana»

El excoordinador de Izquierda Unida en Castilla y León José Sarrión lamentó hoy el fallecimiento del político cordobés y excoordinador general de su partido, Julio Anguita, a quien definió como «un dirigente de los que surgen cada 100 años» y, por ello, afirmó que, desde este sábado, «la izquierda española se queda huérfana».

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«Ha sido, sencillamente, la figura más importante de la izquierda española después de la Guerra Civil», explicó José Sarrión en declaraciones a Ical, considerando a Anguita «determinante en el proyecto emancipatorio de España a lo largo de varias décadas» y un «maestro que siempre vinculó la política a la pedagogía», entendiendo esta «no como el arte de medrar y conseguir privilegios sino como el arte de la enseñanza».

También valoró Sarrión que Anguita «supo siempre ver que la verdadera izquierda tenía que construir un sistema alternativo para impugnar la raíz de la injusticia», en un momento «increíblemente complejo» como fue el de los años 80 y 90, que el excoordinador regional de Izquierda Unida definió como «las décadas más conservadoras a nivel mundial, con el auge del neoliberalismo, la caída del bloque socialista y, en el ámbito nacional, con el PSOE más neoliberal posible de Felipe González».

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En ese sentido, Sarrión consideró que Julio Anguita «hizo lo que nadie esperaba» al conseguir que Izquierda Unida «tuviera una fortaleza política inesperada, alcanzando sus cotas más altas de voto con un discurso limpio e intelectualmente muy bien armado, cuando todos pensaban que los partidos comunistas tendrían sus días contados».

Además, el exdirigente de IUCyL también consideró a Anguita «visionario en muchos aspectos», al integrar, ya en los años 90, «una visión ecologista y feminista en el movimiento obrero», y abanderando «iniciativas muy valientes» como la propuesta de la jornada laboral de 35 horas, «entendiendo que la manera en la que todos podrían tener derechos sociales pasaba por la reducción de la jornada sin el aumento de la productividad, por la problemática ecológica que esto suponía».

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Pero, por encima de todo, Sarrión destacó del excoordinador general de Izquierda Unida «su inmensa inteligencia y honradez, a prueba de balas», como demuestra que «los demás le tachaban de loco porque no había manera de llamarle mentiroso ni corrupto», en una época donde, además, y como recuerda Sarrión, «España vivía uno de los momentos de mayor corrupción del país».

«Siempre representó la práctica del discurso político desde la pedagogía, sin jamás caer en la descalificación, dirigiéndose a convencer a las personas», concluyó José Sarrión, para quien Anguita poseía «rasgos que abundan muy poco en la política». Por ello, aseveró que «desde la izquierda, todos estaremos siempre en deuda y agradecidos a Julio Anguita».

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