La oposición anuncia un bloque compacto contra PP y Vox

¿Cómo será la vida parlamentaria a partir de ahora? Lo que no suelen conseguir las diferencias políticas, lo ha logrado el rechazo a la irrupción de la ultraderecha en la vida política regional. Los seis grupos políticos de oposición se comprometen, sin excepción y como primera tarea, a convertir en una 'línea roja' la defensa de derechos civiles y sociales conquistados durante los últimos años. «No vamos a permitir que se rebajen derechos como la protección a las mujeres -advierte el procurador de Ciudadanos, Francisco Igea-. Vigilaremos desde el primer día. Y si no podemos dentro, lo haremos en la puerta de las Cortes… o en la Plaza Mayor». En esta línea incide el líder de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Luis Mariano Santos, para quien «por encima de siglas está la defensa de derechos conquistados. Ahí no puede haber fisuras porque en estas conquistas tiene que estar toda la sociedad». «Jamás vamos a cambiar derechos sociales por nada. Nos tendrán enfrente», apuntala Ángel Ceña desde Soria Ya. También desde Unidas Podemos, Pablo Fernández, augura una oposición «en comandita y al unísono porque no cabe ponerse de perfil, aunque el drama es que tienen mayoría absoluta».

A pesar de ser con mucho la mayor fuerza de oposición (28 escaños), ninguno de los electos del PSOE ha querido pronunciarse el día después. Pero destacados barones socialistas como el alcalde de Soria, Carlos Martínez, abogan por «una labor lo más constructiva posible pero en la que debe haber unas líneas rojas y se debe luchar por generar unidad entre todos para ser lo más fuertes posible en la defensa de derechos civiles y arrinconar a los que vienen del pasado». Martínez cree que el mayor compromiso de los 37 escaños que no son PP ni Vox para esta legislatura debe centrarse en «que Castilla y León no sea la 'mancha de aceite' que se extienda al resto del Estado».

Esta labor dependerá mucho de la constitución de los grupos de la Cámara. Salvo el PSOE, que tiene garantizado su grupo parlamentario, el resto confía en que se puedan formar dos: uno que reúna los seis asientos de Soria Ya y UPL (3 cada uno) y otro que aglutine en un grupo Mixto al resto (3 en total). «Nos daría más tiempo a todos, más intervenciones… pero dependerá de la Mesa de las Cortes y no veo buenas expectativas», atisba el abulense Pedro Pascual. Pablo Fernández rechaza el 'cajón desastre' de meter a los nueve electos en un solo grupo porque sería inviable para ejercer una oposición propositiva y efectiva».

Estas seis fuerzas políticas también temen el riesgo de que el Parlamento, «la Casa de la palabra», dice Fernández, se convierta en una trinchera. El soriano Ceña, que se estrena en sus pasillos, considera «incalificable» la jornada de constitución. «Un circo en el que parece que algunos no se tomaron en serio a la institución». Y casi todos recalcan la advertencia que pronunció el nuevo presidente, el ultraconservador Carlos Pollán, de que «va a volver el decoro a las Cortes». «¿Es que no había decoro antes?», le espeta Francisco Igea que augura sesiones en las que «todo va a ser complicado porque la tensión es enorme». «El ambiente va a ser irrespirable», vaticina también el leonés Santos. Desde Por Ávila, Pedro Pascual entiende que «la educación y las formas son claves. No entiendo que se retire el saludo a nadie. ¿Se va a vaciar el Hemiciclo cada vez que hable Vox?», se pregunta. En esta línea, la principal preocupación de Pablo Fernández (Unidas Podemos) es que «nos dejen hacer la labor de oposición y que desde la presidencia de Vox no se busque la discordia.

Porque, otro de los miedos colectivos de estos 37 parlamentarios de seis grupos distintos es, en palabras de Igea, «el posible intento de acabar con la transparencia e imponer el silencio y el desprecio al resto para eliminar todos los elementos de control». Para evitarlo, Fernández se exige y exige a todos que «ninguno podremos ponernos de perfil». Aunque sin llegar a los llamados 'cordones sanitarios' que, para Luis Mariano Santos, «solo benefician a quien se quiera acordonar».

Y una última percepción de consenso entre la oposición. No solo serán una legislatura y un Gobierno bronco. También breve. «El comentario en todos los corrillos era que está legislatura va a ser breve», confiesa Pedro Pascual. ¿Cuánto? «Nadie duda de que este Gobierno no puede durar más de un año», se arriesga a agendar Luis Mariano Santos. Ángel Ceña (Soria Ya) también lo ha oído pero no lo tiene tan claro. «Lo que sí es seguro es que, si rompen la relación, la moción de censura será muy fácil».

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, mira hacia las Cortes con distancia aunque confía en que sus compañeros «estén vigilantes para detectar desmanes y desafíos porque los socialistas somos la única oposición posible». Las relaciones con la Junta ya eran frías también antes, pero el primer edil capitalino confía en que «no malogren los proyectos de inversión en la ciudad por sectarismos políticos».

La clase política regional admite «estar aún en una nube». Tendrá que bajar de ella para gestionar un tiempo convulso, en el que la nueva realidad irá aconteciendo mientras «toda España y Europa entera, estará pendiente de lo que ocurra en Castilla y León», asegura Pedro Pascual.