La región notifica 559 contagios, la peor cifra desde mediados de febrero

La cifra de contagiados crece con 329 casos más que el martes y multiplica por 5,5 los registrados una semana antes, cuando no alcanzaron el centenar (98). Más de uno de cada tres nuevos casos anotados se han producido en la provincia de León (239), seguida de Burgos, con 86; Valladolid, con 82; Salamanca, con 76, y Zamora, con 58. El resto de provincias están por debajo de la decena.

Las últimas 24 horas arrojaron un total de 409 contagios. Castilla y León ya suma 240.185 casos de coronavirus desde el inicio de la pandemia, de los cuales 233.385 se diagnosticaron mediante pruebas de infección activa. La comunidad tuvo además que lamentar ayer otros dos fallecimientos en los hospitales de Palencia y Valladolid. En cuanto a los centros hospitalarios, se mantienen en riesgo bajo en la ocupación de sus UCI y en nueva normalidad con respecto a los ingresos en planta, con 39 y 56 registrados respectivamente durante la jornada de ayer.

Un dato preocupante es que todos los indicadores, salvo los de ocupación hospitalaria que son el final de la cadena, han empeorado en menos de una semana. La incidencia a 14 días ha crecido en 20 puntos desde el pasado 25 de junio, hasta los 84,18 casos por cien mil habitantes actualmente. El repaso a siete días incorpora un crecimiento de 25 puntos, hasta los 54,57, por dicha población. Y, aunque de forma muy ligera, también han empeorado estos indicadores ajustados a los mayores de 65 años, especialmente en la retrospectiva semanal, que aumenta un punto. Es leve la tendencia al alza porque la vacunación ya contrarrestra la posible transmisión en este colectivo, pero todavía hay unos cien mil mayores de 60 años pendientes de su segunda dosis. Por encima de los 70 la cobertura ya está lograda prácticamente al 100%.

No son los únicos datos negativos. La positividad de las pruebas –un dato fundamental según los expertos para vigilar la evolución– ha aumentado un punto en tan solo una jornada, hasta los 5,08%. Y la trazabilidad, es decir, la posibilidad de rastrear los contactos estrechos y evitar así la propagación ha empeorado y del 66% ha caído al 60%, pasando del riesgo bajo al medio. También el número reproductivo básico instantáneo ha vuelto a superar la unidad, una tendencia que se mantiene desde el 25 de junio, es decir, que cada contagiado puede transmitir el virus a 1,66 personas.