El nuevo decreto 'congela' 5.800 constructoras y a 30.000 empleados de Castilla y León

En declaraciones a Efe, el presidente de la Confederación Castellana y Leonesa de la Construcción (CCLC), Javier Vega, ha asumido que se trata de una medida excepcional por razones sanitarias, por lo que no discute su procedencia y ha manifestado su «respeto y lealtad» por la misma: «Es un tema de vida o muerte», ha resumido.

«Prácticamente todas» las obras que estaban en marcha en la Comunidad se verán ahora frenadas, al igual que la tramitación que ya se había detenido anteriormente de unas entre 130 y 140 que estaban en fase de licitación, según los datos de esta patronal de la construcción.

Tras defender el objetivo sanitario de esta y otras medidas, Vega ha añadido que desde el punto de vista empresarial, las medidas tomadas tendrían que haber dado «un poco más de tiempo» para que las empresas se pudieran adaptar a la situación o incluso distinguir entre diferentes tipos de obras, aunque ha asumido que es «muy difícil legislar» en este sentido, para distinguir entre unas y otras.

Vega ha hecho un llamamiento para que las administraciones «protejan a los empresarios», porque de no ser así se producirá «un drama de difícil solución» por la falta de actividad y sus efectos sobre el empleo.

En este sentido, el presidente de la patronal ha defendido que no se trata de defender a los empresarios o a los trabajadores, ya que «no están en una orilla distinta del río», sino que están «en la misma». «Hay que proteger a todos», ha remarcado, convencido de que los trabajadores son «el corazón de las empresas».