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El cambio en los criterios por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para determinar los límites del cauce de un río y por tanto, la distancia a la plantaciones de chopo, va a provocar una reducción de la superficie de plantación de unas ... 5.000 hectáreas en la cuenca del Duero en Castilla y León. Esos datos son los que se barajaron en la Comisión Nacional del Chopo pero la propia CHD confirma que solo en la provincia de Palencia estarían afectadas unas 2.000 hectáreas.
La normativa del Plan Hidrológico prohíbe la plantación de chopos de producción en los cauces públicos, lo que se denomina dominio público hidráulico, que ahora se ve ampliado sobre todo en la zona del Carrión en virtud de las nuevas mediciones del organismo de cuenca.
«Esa anchura se ha delimitado en los trabajos de elaboración del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación en el que, con la mejor tecnología existente, se ha definido el dominio público hidráulico cartográfico», explican desde la CHD, «al trazar esas líneas una gran superficie que se suponía que era privada pasa a ser de dominio público».
Mientras que por parte de los propietarios (particulares, ayuntamientos o asociaciones) se habla de una «expropiación encubierta», la Confederación recuerda que «una reciente sentencia del Tribunal Supremo ha establecido que a falta de deslinde administrativo, los trabajos de definición cartográfica de dominio público y zonas inundables llevados a cabo por la Administración son válidos a los efectos de la defensa y protección del dominio público hidráulico, quedando del lado del particular la carga de probar lo contrario».
Olga González, gerente de la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (FAFCYLE), mantiene que «el problema de fondo es que este planteamiento está basado en un estudio cartográfico, no es algo que esté en ninguna normativa». Solo su asociación representa los intereses de 5.000 propietarios forestales, que traducido a personas físicas alcanza a 50.000. En el caso de esta situación con las choperas «no se ha notificado a los propietarios, no es una expropiación del dominio público, se considera más bien una expropiación encubierta de tus derechos y en la Comisión Nacional del Chopo se ha planteado esta cuestión para que sea elevada al director general de Aguas y se intente una vía negociada de solución, no enrocarse en ninguna postura».
Según sus datos, dentro de la superficie arbolada de Castilla y León, el chopo representa el 2% aunque la cifra se eleva hasta el 20% cuando se trata del aprovechamiento de la madera o del 40% si la referencia son los ingresos por la venta de la madera en cuestión. La gerente de FAFCYLE opina que el chopo «lo único que nos da es beneficio» apelando tanto al factor medioambiental como al económico. «El chopo le da vida a nuestro medio rural, empleo, genera riqueza y recursos».
Ignacio García, presidente de la patronal de la industria de transformación del chopo AEFCON (Asociación Española de Fabricantes de Tablero Contrachapado), traduce a cifras económicas todos esos datos y calcula que los 368 municipios afectados por la medida perderán seis millones de euros anuales de ingresos. En el caso de la reducción en la facturación de la industria asociada será de no menos de 20 millones de euros anuales, con una pérdida total de empleo superior a 1.000 puestos de trabajo. «La reducción en 20 millones de euros podría ser incluso más y también el millar de puestos de trabajo si se tiene en cuenta que esto es una cadena y que hay muchos puestos directos e indirectos».
Menos materia prima
El presidente de la patronal explica que «si hay menos materia prima la industria se resiente. Ahora tenemos suficiente chopo en España para acometer la producción pero un descenso brusco, obviamente, va a afectar a las empresas porque van a subir los precios que no pueden repercutir y los pequeños no van a poder competir, son los que más van a sufrir».
El chopo que se transforma en España, «es casi todo, prácticamente de origen español, algo entra de Francia». Todo lo que suponga transporte, y en ocasiones habría que recurrir a China, «se traduce en un encarecimiento y en el caso de la industria del contrachapado hay más margen pero en la del envase es más pequeño y por lo tanto, deja de tener beneficios».
Desde la Confederación asumen que esta situación ha provocado una reclamación por parte de numerosos ayuntamientos, particulares y la administración autonómica en relación con esta limitación por lo que avanzan que el Organismo «está estudiando la posibilidad de modificar en el nuevo Plan Hidrológico, que se aprobará a finales de 2021, este artículo de la Normativa con el fin de que las plantaciones de cultivos forestales puedan autorizarse en dominio público hidráulico con algunas limitaciones y siempre en sintonía con los objetivos de la planificación hidrológica y la gestión del riesgo de inundación».
Entre los motivos que se esgrimen para establecer esta prohibición en la plantación de chopos están: reducir los riesgos para infraestructuras (puentes, carreteras) debidos a taponamientos por caída de árboles en los cauces y arrastre por la corriente; limitar las limpiezas del río para mantener su capacidad hidráulica; reducir las presiones sobre el cauce (una plantación es una presión sobre el cauce); reducir el riesgo de pérdida de cauce con las cortas y destoconados de plantaciones en estas zonas.
Decenas de años
Ignacio García insiste en que en muchos sitios «los chopos están plantados por decenas de años y no ha pasado nunca nada» y recuerda que en la provincia de Palencia se asienta una empresa líder a nivel mundial «que se abastece de esa zona». Además, se refiere a «empresas asentadas en Palencia de envases de fruta y verdura que van a sufrir si se les quita la materia prima».
La conclusión de todo esto es que las empresas y particulares con actividad en la gestión de choperas van a sufrir consecuencias inmediatas en cuanto a incertidumbres de actividad y empleo, principalmente en zonas rurales y poco pobladas de la Comunidad.
Pero no solo eso, hay quien piensa que para las entidades locales que han gestionado históricamente estos terrenos se abren otra serie de planteamientos pues, en cierta medida, se cuestiona la propiedad de los mismos sin realizar acto administrativo alguno para clarificar la situación. Además, se impone una restricción al uso con consecuencias importantes sobre los ingresos de estas entidades y la creación de empleo.
Las provincias donde el dominio público cartográfico es más importantes son Palencia, en el río (Carrión) y, en menor medida, León (en los ríos Porma y Esla).
Cada 30 hectáreas se generan diez empleos
El chopo es una especie arbórea que resulta de gran interés económico sobre todo para muchos de los pueblos ribereños, pues genera trabajo en las zonas rurales y representa un gran interés económico su aprovechamiento industrial, albergando tres industrias de contrachapado, una de ellas la más grande de Europa y varias industrias de aserrío, asentadas en Castilla y León.
Ignacio García, presidente de AEFCON (Asociación Española de Fabricantes de Tablero Contrachapado), mantiene que cada 30 hectáreas de chopos se genera el equivalente a diez puestos de trabajo. «El dato afecta a toda la cadena, desde las horas del que planta esos chopos, al que lo poda o lo transforma», matiza el presidente.
La calidad del chopo español es de referencia a nivel mundial, «nos llaman italianos para preguntar por nuestros chopos», asegura la gerente de la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (FAFCYLE), Olga González. «Tenemos producción propia y eso beneficia a toda la cadena que está consiguiendo que sea un sector económico importante».
La más afectada
Según un informe de la Diputación Provincial de Palencia, solo en esta provincia se va a perder alrededor del 48% de la superficie hasta ahora destinada a chopos, con una merma de producción anual de 20.864 metros cúbicos que suponen 1,2 millones de euros que dejan de ingresar las entidades locales fundamentalmente, y 7,1 millones de euros que se reduce la facturación de la industria. Insisten desde la institución que son «estimaciones, un ejercicio teórico» pero añaden que llevado al número de empleos, la pérdida será de 519, de los que 173 se ubican en el medio rural.
El chopo es un híbrido de producción que está extendido por las riberas de la comunidad castellano y leonesa desde mediados del siglo XIX, repoblado principalmente por las Confederaciones Hidrográficas y el Patrimonio Forestal del Estado.
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