Recomendaciones desde la Ponencia de Vacunas y la Asociación Española de Pediatría, cumplidas. Castilla y León tiene una larga trayectoria de cobertura vacunal potente, de las mejores de España, y ahora vuelve a posicionarse con un completo calendario, ya no solo infantil, desde 2019 es ... para toda la vida. Así incluye cinco importantes novedades para este próximo 2023 en cuanto a la inmunización gratuita. El nuevo calendario incluye la vacuna de rotavirus gratuita para los niños nacidos a partir del 1 de enero de 2023, la vacuna de la gripe a los menores de cinco años a partir de la próxima campaña, la del virus del papiloma humano a varones de 12 años desde comienzos de año y la nueva vacuna del neumococo para los mayores de 65 años.
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La del rotavirus, muy demandada por los pediatras y padres, pasará a ser gratuita para todos los niños que lleguen al mundo el año próximo, que hasta ahora solo lo era para algunos bebés nacidos de manera prematura. Por ello, alrededor del 70% de los padres se vieron abocados a buscar la receta, comprar y costear ellos mismos tal cobertura, lo que supone unos doscientos euros –187 y 208 euros es el precio de las dos marcas que lo comercializan– ; de esta forma, se producida un importante problema de desigualdad al depender de los bolsillos de los padres el acceso a la protección de un virus que causa gastroenteritis. Sus síntomas incluyen diarrea severa, vómitos, fiebre y deshidratación. Según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad supondrá vacunar a unos 12.000 bebés.
En cuanto a la inoculación de la gripe en niños, extender esta campaña anual a los más pequeños responde al acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud de introducirla a nivel nacional para los niños de 6 a 59 meses, es decir, menores de cinco años. Unos 70.000 pequeños podrán acceder a la misma en la siguiente campaña, no la actual. Además se cambia la dispensación actual para los menores de dos años que requiere pinchazo por un nuevo preparado intranasal.
Otra novedad para 2023 es la ampliación de la protección frente al papiloma humano también para los varones. La razón es proteger a los chicos –el virus puede provocar cáncer anal, oreofaríngeo y de pene–, pero además también reduce el desarrollo de la enfermedad en las niñas en cerca de un 30%. El Sistema Nacional de Salud acordó introducirla antes de 2024 y la población diana en la comunidad el próximo año será de diez mil menores con 12 años.
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Además, Castilla y León implantará también la nueva versión, recién aprobada para el mercado español, frente al neumococo que puede producir un amplio espectro de manifestaciones clínicas que comprenden sepsis, meningitis, neumonía bacteriémica, artritis, osteomielitis, celulitis y endocarditis.
La nueva vacuna incluye el mayor número de serotipos causantes de enfermedad neumocócica, más que cualquier otra vacuna antineumocócica conjugada disponible y permite evitar tener que inyectar dos dosis complementarias para el neumococo C. En concreto, incluye 20 serotipos que actualmente son responsables del 70% de las neumonías neumocócicas que requieren hospitalización en adultos en España. Está destinada a los mayores de 65 años y la cohorte de los que los cumplen tal requisito en 2023 es de 32.000 mayores, el mismo grupo que también verá ampliada su protección con la del herpes zoster.
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Otra novedad que llegará en España a los calendarios infantiles es la de la cobertura de la meningitis B. Castilla y León ya la introdujo en 2019. Ahora cambiará la pauta y se adelantará de 2 a 4 meses de vida, en vez de 3 a 5 meses para que coincida con otras.
Dieciséis son las enfermedades que el calendario vacunal amparará ahora, quince el infantil, y siete de ellas son especialmente graves. El impacto de las vacunas sobre las enfermedades graves, de importantes secuelas y alta mortalidad, es indiscutible. Antes de la implantación de los calendarios oficiales, las patologías infecciosas eran la primera causa de muerte infantil. España introdujo en 1975 estos programas sistemáticos, ahora bajo tutela autonómica. Los datos del Instituto de Salud Carlos III revelan una inversión de los datos. La cobertura por encima, de entre el 80% y más del 90%, logra reducir al 0,1% o a nada los casos de siete enfermedades graves: La tosferina, tétanos, difteria, poliomelitis, sarampión, rubéola y parotiditis; aunque en algunos casos se haya revacunado.
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