

Secciones
Servicios
Destacamos
Serbio de nacimiento, vallisoletano de sentimiento. Dragan Isailovic es una leyenda del fútbol pucelano. El deporte rey siempre ha sido su pasión y por ... ello, cuando en octubre de 2017 inauguró Ingoal, un campo de fútbol 'indoor' que ofrece academia, ligas, torneos, cumpleaños y otras actividades, Dragan sabía que aquello le haría feliz. Invirtió los ahorros de toda su vida en el negocio y le iba bien. Pero en marzo estalló la pandemia y su sueño se esfumó. Desde entonces dice que no levanta cabeza, pero se niega a dar este partido por perdido.
«El negocio iba cada año mejor. Tenía muy buena aceptación entre el público vallisoletano. La facturación aumentaba y yo seguía invirtiendo en la mejora de las instalaciones. Nada hacía prever esta desgracia», dice el exfutbolista y empresario, que durante los primeros meses se acogió al ERTE. «La pandemia me ha perjudicado muchísimo ya que Ingoal es mi única vía de ingresos. Pedí un préstamo a Iberaval para ir subsistiendo y poder mantener el negocio. Todo lo he gastado en cubrir los gastos fijos y yo sigo sin poder trabajar. La situación es insostenible. Tengo mucho que agradecer a la propietaria de la nave, que durante el confinamiento no me cobró el alquiler y que hasta el próximo enero me ha rebajado la cuota, pero cuando no ingresas nada, cualquier gasto, por bajo que sea, supone un gran esfuerzo», explica preocupado.
La prohibición de realizar deportes de contacto y la normativa que exige la distancia mínima de seguridad ha dejado fuera de juego a Dragan. «La facturación ha caído un 98%. Si la situación se mantiene, como mucho, podré aguantar hasta enero. Los padres tienen miedo y no traen a los niños a entrenar ni a celebrar cumpleaños. Necesito ayuda urgente para salvar la empresa. Estoy arriesgando todo mi patrimonio para avalar mi negocio e incluso he hecho propuestas a la Junta de Castilla y León para cambiar la normativa y me han dado una negativa como respuesta. Esto es una cadena. Si mi negocio cierra, repercutirá en otros. El daño económico puede ser más grave que el propio virus», concluye con pena.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.