Una niña se columpia en un parque de Palencia. EL NORTE

Los nacimientos se estabilizan en mínimos en Castilla y León y crece la mortalidad

En los seis primeros meses del año han fallecido 19.029 personas, la segunda peor cifra del siglo XXI

Antonio G. Encinas

Valladolid

Miércoles, 17 de agosto 2022, 14:07

No hace tanto que Castilla y León rebasaba con holgura los ocho mil nacimientos en los primeros seis meses del año. En 2016 se remataba junio con 8.240 bebés entre las nueve provincias de la comunidad. Pero justo en ese punto comenzó un descenso vertiginoso que llevó a quedarse, en 2019, a tiro de bajar de los siete mil (7.111). Y en los dos últimos años los nacimientos se han estabilizado en un entorno demográficamente peligroso: 6.311 en los primeros seis meses de este 2022, por los 6.276 de 2021. Un levísimo incremento del 0,56% que casi es un alivio en un panorama nacional de descensos generalizados. Cae la natalidad en Galicia, Extremadura, La Rioja, País Vasco, Aragón, Murcia, Castilla La Mancha y Andalucía.

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La disminución se da en todas las provincias de la comunidad autónoma. Sin embargo, algunas han logrado contener los números. Palencia ha tenido un 14% menos de nacimientos que en el mismo periodo de 2016, pero Zamora se ha dejado un tercio, al pasar de 481 a 320. Ávila, Burgos, León, Segovia y Valladolid se sitúan entre el 23% y el 27% de pérdida respecto a hace apenas seis años.

En el mes de junio, Valladolid ha experimentado un cierto repunte de nacimientos, con 284, la misma cifra que en 2019, después de dos años en los que había caído considerablemente.

A estas preocupantes estadísticas le sigue el otro punto de la ecuación, el de las defunciones, que según el Instituto Nacional de Estadística se sitúan muy por encima de los números prepandémicos. En este caso la mortalidad se mide por semanas. Y a la altura de la semana 30, solo el año de la pandemia, 2020, tiene cifras más altas que 2022 en lo que va de siglo. El INE contabiliza 19.029 fallecidos -fueron 21.800 en 2019 y 16.992 en 2020-, lo que supera con mucho lo que era la media de los años precedentes desde el 2000. El promedio en estas dos décadas, antes de la irrupción de la covid-19, era de 16.210 defunciones en las primeras treinta semanas del año. Aunque en este caso, también con matices. En la primera década el promedio era inferior, 15.625 fallecidos, incluso se mantuvo por debajo de quince mil en 2001. La media se incrementó después hasta rozar los diecisietemil, 16.926, entre 2011 y 2019.

Las madres, cada vez más mayores

La tendencia a tener hijos en edades cada vez más avanzadas se hace patente incluso en rangos tan estrechos como los últimos seis años. Si en 2016 un 35,2% de los nacimientos en Castilla y León (en los seis primeros meses) eran de madres de entre 30 a 34 años, en 2022 ese porcentaje se ha rebajado al 31,6%. Se mantiene en torno al 32% el de las madres de 35 a 39 años pero sube de un modo relevante el de las mujeres con más de 40 años. 725 niños nacidos de madres con entre 40 y 44 años y 82, de mayores de 45, arrojan un total de 837 bebés con madres por encima de la cuarentena. En 2016 fueron 753. En porcentaje, el 12,7% de los nacidos en 2022 tiene a su progenitora en esa franja de edad, por el 9,14% de los nacidos en el primer semestre de 2016.

Así, la estadística de Castilla y León está por encima de la media nacional. En España, el 11% de los nacimientos son de mujeres por encima de los 40 años. Casi dos puntos menos. Y en 2016, con un 8,15%, la distancia era menor, de apenas un punto.

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