El alcalde de Soria, Carlos Martínez, posa en la Plaza Mayor de la localidad. A. G. E.
Carlos Martínez, alcalde de Soria

«El modelo actual de grandes urbes no sirve; hay que apostar por las ciudades intermedias»

El Consejo de Cuentas certificó el fracaso de las medidas contra la despoblación, algo para lo que el regidor reclama cambios drásticos

Antonio G. Encinas

Valladolid

Domingo, 27 de diciembre 2020, 08:28

El socialista Carlos Martínez (Soria, 1973) posa para la foto y una mujer mayor le piropea. Sonríe. Dos horas y media largas cuesta, aún, llegar de Valladolid a Soria. El ejemplo sirve para ilustrar lo que cuesta hacerse oír cuando se es el último de ... la fila.

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-¿Cómo vive esta situación un alcalde como el de Soria, que siempre tiene tantas reivindicaciones pendientes de cumplir?

-El planteamiento que nosotros hacemos respecto a los presupuestos es que todo lo que llega es insuficiente siempre. Y más cuando llevamos una época, desde 2008, con la crisis económica, en la que la política de austeridad que implantó como receta única no solamente ha servido para congelar muchos de los proyectos que teníamos en mente, sino que además la desigualdad de Soria con respecto a otros territorios se ha acrecentado. El amor en política se tiene que recoger en los presupuestos generales del Estado y de la comunidad autónoma. Y todo lo que no se recoja ahí acaba siendo un nuevo agravio, un olvido, una nueva vuelta de tuerca a la ausencia de políticas públicas que corrijan la desigualdad que los mercados no corrigen. En los siete años de gobiernos del PP las dos inversiones más importantes que se hicieron en Soria fueron un millón de euros para renunciar a un contrato ya adjudicado de modernización de la conexión con Madrid en ferrocarril. Le dieron a la empresa un millón para no hacer la obra. Y otro millón de euros para el Centro Nacional de Fotografía, que era la antigua sede del Banco de España, que estaba adjudicado por importe de 4 millones, y se pagó un millón para renunciar a ese contrato. Lo que hemos hecho es intentar recuperar todo ese tiempo perdido. Plantear la licitación de una depuradora de aguas residuales con 50 millones de euros, confirmar una partida de 4 millones para retomar el proyecto el Banco de España, ampliar una nueva comisaría de policía. Lo que pasa es que el desequilibrio es tan importante en lo que son infraestructuras que generan desarrollo que es muy complejo. Necesitamos siempre más. De las dos administraciones que son palanca. Cuando ha llegado la pandemia, el espejo de la cruda realidad nos ha devuelto una distorsión brutal y hemos padecido más que nadie. Se ha visualizado con muertes la tragedia de la realidad de la ausencia de esas políticas públicas. Ahora que se utiliza el eslogan de no dejar a nadie atrás y que todo el mundo esgrime el logo de la agenda 2030, tienes que reconocer que el punto de partida de algunos territorios no es la línea de salida de todos. Nosotros estamos muchos metros por detrás en esa carrera es que tenemos por delante para poder generar igualdad de oportunidades.

-El informe del Consejo de Cuentas sobre las medidas de despoblación que se han tomado a lo largo de los años era demoledor. Se han perdido 151.000 habitantes en una década. Y en Soria y Zamora es donde más se está sufriendo.

-Lógicamente, en las periferias, además del interior, cuando hay una administración excesivamente centralista en la que tanto Madrid a nivel nacional como Valladolid o Burgos a nivel autonómico absorben la grandísima parte de toda la palanca económica que significa la comunidad… Lo que dice el Consejo no es otra cosa que lo que todos conocemos. No hay que hacer más análisis de la situación.

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«Con un alto nivel de funcionarios y de pensionistas hay crecimiento económico, pero no hay desarrollo»

-Pero se siguen haciendo.

-Había una ausencia el reconocimiento del problema. El problema no existía. Hoy estamos planteando que sí existe. El reto demográfico ya no es una cuestión de la provincia de Soria, no es una cuestión de Castilla y León, lo es a nivel nacional. Y es un problema de la Unión Europea. Aprobamos allí, a instancias del Ayuntamiento de Soria, poniendo de acuerdo a Iratxe García (PSOE) y Valcárcel (PP), de Murcia, la estrategia del reto demográfico, que el 5% de los fondos de cohesión del próximo periodo se destinarían a la despoblación. Eso luego lo han tumbado los estados, pero se aprobó en el Parlamento Europeo. Fue un hito importante, porque conseguimos que el reto demográfico fuese un problema entendido a nivel europeo. Aquí seguimos perdiéndonos en el análisis de las causas, que creo que son objetivas y claras: la ausencia de políticas públicas y estrategias reales de desarrollo de los territorios. Porque siempre se enmascara la realidad de los territorios con el crecimiento económico. Se confunde lo que es desarrollo con crecimiento económico. Se mide todo a través de la renta per cápita del producto interior bruto. Y eso sirve, cruzándolo con el número de desempleados, para aplicar las políticas públicas. Es equivocado. Aquí no hay desarrollo pero hay un crecimiento económico con una renta per cápita muy alta porque tienes un alto nivel de funcionarios, de personas envejecidas, por tanto pensionistas con la renta garantizada y un bajo denominador. Salta la banca. Si lo subes de escala lo que pasa a la provincia de Soria es lo que le está pasando a Castilla León. Y Castilla León está demandando al Gobierno de España que se tenga en cuenta todo esto, pero luego ella misma no es capaz de aplicarse el cuento.

A. G. E.

-Hasta qué punto es frustrante ver esto como alcalde de Soria. Sin poder tener más competencias.

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-Más que frustración es indignación. Cuando te comprometes con la ciudadanía y dices que vas a hacer algo tienes la obligación de cumplir ese contrato. Tú tienes que estar viendo la cara de los vecinos en tu día a día. Esa perspectiva, en otras administraciones no se tiene. ¿Cómo puedes decirme a la cara que con menos médicos voy a estar mejor atendido? ¿Cómo puedes estar hablando de refuerzo de la Sanidad y lo primero que haces es retirar nueve médicos de la zona rural? Eso ya no es frustración, es indignación, porque no se juega con un metro de autovía, se juega con la salud. Agradecemos poder colocar en la agenda mediática que las ciudades pequeñas e intermedias son una solución para un modelo absolutamente insostenible de las grandes urbes. Lo estamos viendo. El ejemplo de la pandemia sirve perfectamente. Ha habido tres ciudades que la han padecido más que nadie. La más grande, Madrid, y las dos más pequeñas, Soria y Segovia. Eso te está diciendo que el modelo de desarrollo de crecimiento económico que estás planteando está pervertido. Que hay que hacer una apuesta por las ciudades intermedias. Pero esa apuesta tiene que ir ligada a la prestación de servicios básicos de igualdad de oportunidades en materias tan básicas como la sanidad y la educación.

«Soria es el Abu Dhabi de las renovables. Nadie entendería que con nuestro potencial no podamos generar un desarrollo en torno a eso»

-El 80% del PIB mundial se genera en las grandes urbes. Ese modelo de desarrollo hace que sitios como Madrid ejerzan como agujero negro. No es un problema solo de España ni de solución sencilla.

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-Pero sí es un problema que resuelven las grandes agendas internacionales. Cuando nosotros nos pegamos 4 ó 6 años yendo a Bruselas de despacho en despacho intentando plantear el problema de Soria obteníamos el reconocimiento y la palmadita de todos los interlocutores. Pero no teníamos un encaje. Después de mucho esfuerzo comenzamos a tejer una red de alianzas. Con la FEMP, con la Federación de Municipios de Europa y la Internacional, y comenzamos a entender que luchar contra el cambio climático pasaba por generar oportunidades aquí. Por tanto, la lucha contra el cambio climático era una lucha contra el reto demográfico y a favor de Soria. Cuando hablamos de la Agenda 2030, exactamente lo mismo. Cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible significa precisamente una apuesta por esas ciudades pequeñas e intermedias. Y hay muchas 'sorias' en Francia, en Inglaterra, en Alemania, en Italia. Y si somos capaces de generar una red de alianzas potentes ese discurso podía entenderse en Europa. Se entendió y nos alineamos con las grandes agendas internacionales y ahora necesitamos que esas grandes agendas internacionales puedan llegar con fondos específicos. Cuando estuvimos en la Q-25 en Madrid planteé que Soria era el Abu Dhabi de las renovables, de Europa. Tenemos un potencial eólico, somos un potencial fotovoltaico a pesar de lo que pudiera parecer. Tenemos frío por la altitud, pero tenemos muchas horas de insolación al año, tienes que ir a Almería para tener un número de horas similar. Como tenemos mucha actitud y mucha osciliación térmica derivada de la altitud, el enfriamiento de la placa ahorra muchos costes. Por lo tanto somos una de las primeras potencias también no solo en eólica, sino en fotovoltaica. Somos una potencia en biomas. Nadie entendería que teniendo ese potencial en esa transición energética que estamos llevando a cabo, aquí no pudiéramos generar un desarrollo en torno a todo eso.

-Habrá que competir por esos proyectos. Y eso obliga a coordinarse muy bien. ¿Nota esa coordinación? ¿Le han pedido opinión o está recurriendo a otras instancias?

-Nuestro deber es preparar un paquete que luego intentaremos desarrollar con nuestra diplomacia institucional, intentando llevar a las instituciones la necesidad de generar recursos para poder hacer posible ese paquete. Y luego la estrategia mediática, intentar alzar la voz para que nos escuchen. Es complicado porque la agenda mediática también la marca lo que pasa en Madrid, o en las grandes urbes, tenemos muy poquitos espacios mediáticos, pero debemos hacer un esfuerzo para que se nos escuche. Existen territorios históricos como Soria o Zamora en los que o invertimos la tendencia de olvido de políticas públicas y de inversión pública o lo fiamos todo al mercado. Y en el mercado cuando no tienes clientes o población, tienes poco futuro.

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«Trump o el Brexit surgen en territorios del interior que sienten un abandono de las políticas públicas»

-Ya vimos que pequeños territorios que se sienten perjudicados son capaces de acudir a las elecciones y sacar un escaño, como Teruel Existe.

-¿Dónde surge Trump? ¿Dónde surge el Brexit? En territorios del interior, fuera de los focos mediáticos, que sienten un abandono de las políticas públicas brutal. Y eso genera una reacción en contra de las instituciones y muchas veces en contra de la propia democracia. Es el mejor caldo de cultivo para los populismos, para la xenofobia, para el 'América primero', que es el entorno más cerrado, el ir a contra corriente de la globalización, que creo que es buena desde el punto de vista económico y humano. Si nosotros no somos capaces de dar una respuesta a la América blanca del interior o a la Inglaterra del interior o a los chalecos amarillos en Francia o a las zonas del interior nacionales, estamos generando un caldo de cultivo que perjudicará mucho a la democracia y deteriorará mucho las instituciones.

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- De hecho Trump ha mantenido los apoyos en esa América del interior.

-Y porque ha habido una movilización brutal. Ha subido 3-4 millones de votos y se ha quedado muy cerquita. Se ha podido acabar Trump, pero no la marea de fondo.

-Que ya existe en todo el mundo. Aquí acabó por llegar también.

-Esa marea de fondo está ahí. En una entrevista a Obama, hablaba de los medios locales. La pérdida de la información local eficiente genera una desinformación en la calle y una polarización, porque solo se escuchan los dos grandes polos, los dos grandes partidos, las dos visiones antagónicas del mundo. Y volvemos a plantear una política de bloques. La importancia de los medios de comunicación locales es poder informar también de lo que sucede aquí y no hablar constantemente de lo que sucede allí. Esa situación la puedes llevar a cualquier extremo de la política. Generar bloques antagónicos globalizados, como Trump, Bolsonaro… Hay que intentar romperlo. Y la Unión Europea tiene que ser quien abandere todo esto. Pero necesitas tener una estrategia a medio y largo plazo y una estabilidad política que en España cada vez es menor.

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