Más de la mitad de los compradores de la región contratan hipotecas a tipo fijo

El auge de esta modalidad crediticia, promocionada por la banca en el actual escenario de tipos de interés históricamente bajos, ha sido fulgurante en los últimos cinco años y coincide con otro aniversario: en febrero se han cumplido cinco años desde que el euríbor entró por primera vez en terreno negativo.

El 53,9% de los castellanos y leoneses que se hipotecaron en el pasado año optaron por el tipo fijo, frente al 46,1% de quienes eligieron la alternativa del interés variable según la marcha del mercado. De ellos, el 45% referenciaron sus créditos al euríbor, de acuerdo con la estadística del Colegio de Registradores.

El principal indicador hipotecario cerró febrero en el -0,501%, frente al -0,505% de enero, lo que supuso su primera subida después de ocho meses de caídas. Esto supone que las hipotecas de 120.000 euros a 20 años con un diferencial de euríbor +1% a las que les toque revisión experimentarán un abaratamiento de 134,16 euros en su cuota anual respecto al mismo mes del año pasado o, lo que es lo mismo, de 11,18 euros al mes, según cálculos de Europa Press.

Quienes contrataron una hipoteca en el cuarto trimestre del año pasado en la comunidad firmaron a un tipo de interés medio del 2,29% en el caso de los créditos a tipo fijo y del 2% en los de interés variable.

Con todo, en los bancos por Internet del Santander (Openbank) y BBVA pueden encontrarse hipotecas fijas con una TAE inferior al 2% si se contratan además de entre dos y tres productos adicionales, según el comparador financiero Help My Cash.

Los expertos ven indicios de que el euríbor seguirá en valores similares a los actuales todo este año y, probablemente, el próximo. Un aumento descontrolado de la inflación una vez superada la pandemia podría cambiar las cosas y obligar al Banco CentralEuropeo a subir el precio del dinero, en el 0%desde 2016.

Destacan los Registradores que los indicadores de accesibilidad a la vivienda registraron un buen comportamiento el pasado año, con un descenso del 4,3% en la cuota hipotecaria mensual media y de 1,3 puntos en el porcentaje de dicha cuota hipotecaria con respecto al coste salarial.

La cuota hipotecaria mensual media fue de 592 euros en el conjunto del país y de 447,7 euros en Castilla y León.El porcentaje de dicha cuota con respecto al coste salarial medio de España es del 31%, mientras que en la comunidad es bastante menor, del 26%. Este descenso en los indicadores de accesibilidad se ha debido al descenso del endeudamiento hipotecario por vivienda y el ascenso de los plazos de contratación. En sentido negativo actuaron con menor fuerza el descenso de los salarios y el aumento en la cuantía de los tipos de interés contratados.

Pese a las restricciones y limitaciones de movimientos que impuso la pandemia en 2020, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas en Castilla y León cerró el año con un incremento del 1,9%, hasta las 13.526, en contraste con la caída del 7,6% registrada en el conjunto de España, hasta las 333.721, según los últimos datos del INE.

Los efectos de la covid se dejan notar ya en las preferencias de los compradores más recientes y la vivienda unifamiliar ha registrado un nuevo máximo histórico al alcanzar el 22,5% del total de compraventas, con la vivienda colectiva (pisos) en un mínimo histórico del 77,5%. La búsqueda de viviendas con mayor superficie y espacios abiertos como consecuencia de la crisis sanitaria está produciendo este crecimiento de la opción chalé, que en el cuarto trimestre ha mejorado su peso relativo en 2,1 pp. Dieciséis comunidades han visto incrementar el peso relativo de compraventas de vivienda unifamiliar con respecto al trimestre precedente, con Castilla y León entre las de mayores porcentajes (28,26%).

La superficie media de vivienda transmitida también ha registrado nuevos máximos históricos, con 111,64 metros cuadrados de media en la comunidad (114 metros la vivienda nueva libre; 87 la protegida; y 111,5 la usada). De hecho, Castilla y León se encuentra entre las comunidades autónomas con viviendas de mayor superficie media. «Este crecimiento de la superficie se ha intensificado con la crisis sanitaria y los demandantes buscan espacio como consecuencia de las mayores necesidades del teletrabajo y otro tipo de factores con incidencia en este aspecto en el nuevo contexto», explican.

En el 57,58% de las operaciones de compraventa de Castilla y León la vivienda transmitida tenía más de 80 m2, algo que en el conjunto de España se da en el 52,44% de los casos.