«Lo mejor de no ir al cole ha sido poder dormir una hora más»

El jueves es uno de los días más esperados por Raquel porque es el único de la semana en el puede ver a sus compañeros de clase y a algunos profesores, aunque sea de forma virtual. El resto de la semana se levanta cada mañana para hacer los deberes que cuelgan en la aplicación los docentes. «Me conecto, descargo los ejercicios y los imprimo, cuando los termino hago una foto y la envío, luego el profesor nos manda las soluciones», explica. Un proceso en el que suele invertir unas dos horas diarias.

A su juicio, el sistema 'online' es algo más fácil que el presencial porque los juegos abundan, así como los debates, «esta semana vamos a hablar de momentos graciosos que hemos vivido en clase y de objetos que nos gustaría inventar, yo haría una máquina para viajar al futuro», señala. Además, asegura que la mayor parte del contenido que han dado desde que comenzó el confinamiento ha sido de repaso.

A todas estas ventajas se suma la más importante «poder dormir una hora más todos los días». No obstante, Raquel tiene claro que el próximo curso quiere volver y es que después de tres meses lo que más echa de menos son los recreos con sus amigos. Otro de los alicientes que menciona es que el curso que viene estará en quinto y con el proyecto anti-bullying de su colegio tendrá la responsabilidad de ayudar a alumnos de tercero a resolver sus conflictos en el patio.