Los médicos «a pie de cama» comparten experiencias para optimizar tratamientos

La cascada de datos no cesa. El porcentaje de nuevos casos de coronavirus confirmado en Castilla y León descendió en dos décimas: del 18,6% del día anterior al 18,4% ofrecido ayer. Esto supone 644 infectados más por COVID-19 hasta un total de 4.132 en la comunidad. Los hospitalizados en planta son 1.813. En la UCI hay 249 personas. Han muerto 321 enfermos y se han producido ya 585 altas. Estos son los datos registrados, pero la Junta trabaja con una panoplia de posibles casos mucho más amplia que los registran los ingresos hospitalarios.

A través del programa Medora, la Consejería de Sanidad lleva el número total hasta los 20.596 afectados, una cifra que incluye los casos posibles y los confirmados. En este contexto estadístico hay algunas buenas noticias: la incidencia diaria en Atención Primaria ha ido disminuyendo paulatinamente durante la semana. El lunes hubo 3.000 casos; el martes, 2.400; el miércoles, 2.200; y el jueves 2.100. Son buenos números para aplanar la curva, pero se necesita mantener la tendencia para que el pico no se dispare.

La Consejería de Sanidad pone el foco en la detección de los casos cuando aún son leves porque del tratamiento inicial puede depender el éxito de la evolución. Por eso, Verónica Casado convocó ayer a un grupo de expertos clínicos, con el fin de tener información de primera mano sobre las evidencias que observan en la lucha contra la pandemia del COVID-19. Se trata de conocer cuáles son los mejores tratamientos y pronósticos que ven aquellos que están en la primera línea de batalla de la enfermedad y poner en común sus experiencias.

«Queremos saber cuáles son las últimas novedades, no solo en tratamiento, para poder pronosticar o prever con marcadores si un paciente va a ir mal o no. La idea es indicar el tratamiento lo antes posible, aunque sea en el medio ambulatorio. Sería realmente una ayuda para todos nosotros», explicó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, durante la rueda de prensa ofrecida ayer.

Casado apuntó que el avance es constante, no solo en las investigaciones que emprenden a contrarreloj los laboratorios, sino en la experiencia clínica de los médicos en su atención con los pacientes. «Es lo que nos ha llevado a crear un grupo de expertos clínicos. Ya tenemos nuestro grupo de expertos en general, pero queremos a los clínicos, a los que están tratando a los pacientes a pie de cama o en sus domicilios. Se trata de que ellos analicen la situación para ver cuándo hay que empezar el tratamiento o si hay algún factor de pronóstico que nos pueda permitir saber a quién tratar y cómo tratar. Lo estamos poniendo en marcha», explicó Verónica Casado.

La consejera de Sanidad insiste en la importancia de mantener la cuarentena social ya que lo más importante en este momento pasa por evitar los contagios. Paralelamente a este llamamiento constante, busca analizar casos de enfermos leves, que puedan ser abordados «de una manera diferente». Y de ahí la colaboración «intensa» que se ha empezado a desarrollar con los expertos clínicos.

Sanidad desarrolla varios grupos de investigación en Castilla y León que ya están activos. Uno de ellos trabaja con células mesenquimales en el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca. Las mesenquimales son células madre que, en el caso del coronavirus, pueden ser utilizadas para tratar de rebajar la inflamación de los pulmones.

Otro es el grupo de biosepsis de Valladolid, que investiga la identificación de marcadores biológicos de evolución, con el apoyo de la Gerencia Regional de Salud. «Tenemos varias líneas de investigación. Es importante estar a la última de todos los trabajos de investigación que se están realizando para trasladarlos a la clínica lo antes posible, cuando sea oportuno hacerlo», subrayó Verónica Casado.

A escala mundial, se prueba la eficacia de diferentes medicamentos ya existentes como el Remdesivir (utilizado inicialmente para el ébola), la combinación de cloroquina e hidroxicloroquina o la utilización del plasma sanguíneo de personas que se han recuperado del COVID-19. Esta última posibilidad se va empieza a utilizar, por ejemplo, en hospitales como el Monte Sinaí de Nueva York, mediante el procedimiento conocido como aféresis. Los componentes de la sangre extraída (obtenida con un proceso similar al empleado en la donación) se separan para obtener el plasma. Estados Unidos se convirtió ayer en el país con más contagiados por coronavirus en todo el mundo.

La lucha científica es uno de los grandes caballos de batalla de la crisis actual para combatir la pandemia, pero también existe una importantísima derivada económica, que va desde el plano internacional al autonómico, pasando por el nacional. El Gobierno de España prohibió ayer los despidos mientras dure la crisis del coronavirus, en una medida que ya está en vigor. El Ejecutivo central también revisará todos los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que se están aplicando estos días para comprobar las causas alegadas.

En Castilla y León, la Junta ha recibido 23.009 solicitudes de ERTE dentro el contexto de estado de alarma decretado por el coronavirus COVID-19. Estos expedientes afectan a un número potencial de 121.253 trabajadores en la comunidad, según informó el gobierno autonómico.

Por otra parte, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, participó ayer por videoconferencia en una jornada 'on-line' organizada por la Asociación Familiar de Castilla y León con más de un centenar de empresarios. Fernández Mañueco agradeció la «generosidad» y «solidaridad» de los empresarios que se han volcado ante el llamamiento para hacer donaciones o que han reorientado su actividad para fabricar materiales de protección sanitarios.

El presidente sostuvo que las prioridades de la Junta pasan ahora por «la atención sanitaria, la prestación de servicios sociales y el abastecimiento alimentario y de primera necesidad», pero recordó que en un segundo lugar figura también el mantenimiento del empleo y la actividad empresarial. Mañueco destacó la importancia del plan de choque de 220 millones acordado en el Diálogo Social. Este estímulo abarca nuevas líneas para inyectar liquidez a través de créditos, aplazamiento de impuestos y ayudas a diferentes colectivos. La Junta explicó que se trata de un primer lote de medidas «a las que se añadirán más si es necesario».

El gobierno autonómico enfoca todos sus esfuerzos a combatir la crisis y ayer agradeció, a través de la consejera de Sanidad, la actitud del líder autonómico del PSOE, Luis Tudanca, y de su portavoz de Sanidad, Inmaculada García. «Están colaborando de una manera permanente y proactiva, remitiéndonos contactos de proveedores y ofreciéndose en todo momento a lo que necesitamos. Su actitud nos ayuda ante el único enemigo que tenemos:el coronavirus».