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«Yo apoyo al Gobierno de Castilla y León, que para eso soy el presidente». Alfonso Fernández Mañueco respondía así este miércoles a la pregunta de si respaldaba la respuesta que dio Juan García-Gallardo a la procuradora socialista Noelia Frutos, parlamentaria que sufre enanismo ... diastrófico y necesita silla de ruedas y la ayuda de una asistente personal, a la que dijo que iba a contestar «como si fuera una persona como todas las demás», para inmediatamente después defender que los «enemigos» de la discapacidad son los partidos de izquierda «con sus leyes de la muerte, con sus leyes de la eutanasia, y con sus leyes del aborto, la que invita a los padres a abortar, a triturar en el vientre de las madres a los niños a los que se detecta tempranamente la discapacidad».
Fernández Mañueco se dirigía a votar las iniciativas debatidas durante la mañana en el pleno de las Cortes. A la salida no quiso hacer más comentarios. «Ya hablé ayer bastante», se excusó el presidente de la Junta mientras caminaba hacia su despacho en la Cámara autonómica, en un ejercicio de intentar rebajar la tensión y de eludir reconvención alguna hacia su vicepresidente de Vox. Fue la tónica de la mañana. Desde la bancada del PP evitaron hacer declaraciones. La respuesta de García-Gallardo en la sesión de control de la tarde del martes tuvo como antesala una comparecencia el lunes del vicepresidente tras la que el portavoz popular afirmó que el dirigente de Vox confundía roles de responsable de partido y responsable institucional de un gobierno con dos formaciones y precisó que los «portavoces autorizados» eran los consejeros y que el Gobierno lo presidía Fernández Mañueco. En la mañana de ayer trataron de enfriar la polémica del pleno.
Noelia Frutos
También lo hizo García-Gallardo, rodeado de procuradores y asesores de Vox, a primera hora de la mañana, antes de la reanudación de la sesión. A su manera. El vicepresidente se reafirmó en su respuesta a la procuradora del PSOE, que enmarcó en un debate en el que ella le reclamó que no tratara con «condescendencia» a las personas con discapacidad, además de culpar a los socialistas de montar «un circo». García-Gallardo añadió que Alfonso Fernández Mañueco conocía el posicionamiento de Vox y no le había causado sorpresa su planteamiento, y que el Gobierno coalición entre PP y Vox está «unido» y es «fuerte y estable». Dijo que los socios mantienen una convivencia política de «absoluta normalidad» y que «está todo tranquilo». Una tranquilidad sin valoraciones ni opiniones de consejeros ni de procuradores.
Noelia Frutos, que describió lo vivido en el debate con el vicepresidente de la Junta a cuenta de una pregunta sobre el trato a las mujeres con discapacidad como «un momento muy desagradable», echó en falta el apoyo de miembros de la bancada del PP. «Hubiera sido un detalle», confesó la procuradora burgalesa. «A las mujeres y a las mujeres con discapacidad no nos sirve que se agache la cabeza», subrayó.
Sí hubo reacciones contundentes de asociaciones que trabajan con personas con discapacidad, como Aspaym o Cermi, y de algunos dirigentes del PP que expresaron incomodidad y malestar. Desde la vicepresidenta de la Diputación de Ávila al exvicepresidente y exportavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez. El que fuera colaborador estrecho de Juan Vicente Herrera no se anduvo con medias tintas: «Hay políticos que no se merecen los 100 primeros días de cortesía. Esto me indigna y me produce náuseas», precisaba De Santiago-Juárez en un mensaje en su perfil de la red social Twitter al que acompañaba el vídeo de la respuesta del vicepresidente a Noelia Frutos.
«No tengo nada que decir. Es que no sé ni quién es, para que se hagan una idea», replicó Juan García-Gallardo sobre su 'ante-anteceso'r en la Vicepresidencia de la Junta. El antecesor inmediato, Francisco Igea, valoró lo ocurrido cuando intervenía en el hemiciclo en el debate de la primera iniciativa que planteaba Vox para promover la declaración de Patrimonio de la Humanidad de catedral gótica de León, la basílica de San Isidoro, el convento de San Marcos, las murallas de León y el edificio Botines de Gaudí, además de los pendones concejiles del antiguo reino de León. «No hay pendones, no hay cristalera, no hay catedral ni muralla que pueda tapar el bochorno que hemos pasado gracias a ustedes estos dos últimos días», replicó a la bancada de Vox. La iniciativa salió adelante por unanimidad, en un pleno en el que el PP consideró una leyenda urbana que las fundaciones y empresas públicas de la Junta sirvan para esquivar controles en la contratación de obras y de personal, sin atender criterio de eficiencia, publicidad y mérito, y rechazó una proposición del PSOE para suprimir varios de estos entes. Lo hizo con el apoyo de Vox, que en 2019 había votado a favor de la misma iniciativa para reducir esa 'Administración B' autonómica.
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