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«Pido al Gobierno de España un cambio de rumbo, que actúe, que asuma su liderazgo y apueste por la coordinación efectiva con las comunidades», ha reclamado Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, en las Cortes autonómicas. Mañueco ha puesto sobre la mesa un decálogo para negociar en una conferencia de presidentes en el que pide que de forma urgente se amplíe el famoso 'semáforo' que unifica las medidas a aplicar en función de los niveles de alerta y que no refleja las situaciones de incidencias disparadas, al situar el nivel de riesgo extremo en los 250 contagios por 100.000 habitantes en 14 días. Misma situación, mismas medidas y no la mezcolanza de iniciativas dispares con las que las comunidades afrontan las situaciones especialísimas.
A esa demanda suma el incremento de dosis de vacunas, con apoyo para presionar a la UE y a las farmacéuticas, la rebaja del IVA de las mascarillas y el replanteamiento de los criterios de reparto de los fondos de la Unión Europea, «que es desequilibrado e injusto para Castilla y León». Y un plan estatal de rescate, con ayudas directas, a los sectores más afectados por la pandemia.
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A esa parte de reclamación o propositiva, el presidente de la Junta añadió otra en la que justificó las medidas adoptadas. En especial el adelanto del toque de queda que está pendiente de que el Tribunal Supremo valore si es legal o no. Una medida «equilibrada» para Mañueco. «La que mejor protege la salud de las personas y la que menor daño hace a la economía», añadió el presidente, que ha atribuido a ese adelanto la caída en un tercio de la incidencia de contagios desde el 24 de enero. A pesar de que el adelanto del 'encierro' nocturno ha compartido espacio con el cierre perimetral por provincias y el de la comunidad, la restricción de no convivientes a 4 personas, el cierre de centros comerciales, gimnasios y del interior de la hostelería y de las terrazas 'pecera', la limitación de aforos general en actividades económicas y culturales, extremada a 25 personas máximo en las iglesias y el incremento de los cribados para detectar casos asintomáticos.
Fernández Mañueco ha asegurado que al Gobierno central no el debe parecer tan ilegal y tan vulnerador de un derecho fundamental ese adelanto cuando no ha exigido al Supremo medidas cautelarísimas para solicitar su suspensión. «No se entiende», ha precisado el presidente del ejecutivo autonómico de coalición de PP y CS.
Mañueco ha reiterado que las medidas que ha adoptado la Junta han sido «duras y difíciles de tomar», pero necesarias para cortar el contacto social que propicia los contagios. «El virus utiliza nuestra necesidad de afecto para atacar», argumentó.
Luis Tudanca, secretario del PSOE de Castilla y León y portavoz socialista en las Cortes, ha acusado a Mañueco de mentirle sobre el toque de queda, llegando a asegurar que el presidente engañó a los alcaldes y presidentes de diputación e, incluso a consejeros de su propio Gobierno. Entre los colectivos engañados sumó a los sanitarios, a los sindicatos, empresarios y a los hosteleros. «Usted me mintió. No tenía necesidad de hacerlo, he sido leal», ha apuntado el dirigente del PSOE, recordando el apoyo que brindó a la Junta en los primeros meses de la pandemia.
«Lo hacen todo bien y los resultados en Castilla y león son los peores de España», ha rebatido Tudanca, que ha acusado a Fernández Mañueco de falta de autocrítica y de utilizar el adelanto del toque de queda para generar un conflicto que tape el hecho de que levantaran restricciones para ser de las comunidades «más laxas en la Navidad y no tomaran ninguna medida hasta el 13 de enero, con los contagios disparados».
«Salga de la cueva. Castilla y León necesita consenso, diálogo y cumplir la palabra que se da», ha instado el socialista al dirigente popular. «Apoyaremos cuantas medidas sean necesarias para contener el virus, pero exigimos refuerzo de la sanidad y ayudas a los sectores afectados», ha concluido el socialista, para recordar que han presentado propuestas de actuación acordadas con los diferentes colectivos para hacer frente a la crisis sanitaria y económica y que la Junta puede apoyarlas.
Pablo Fernández, procurador de Podemos, ha acusado a Mañueco copiar las tácticas de confrontación de la madrileña Isabel Díaz Ayuso y transmutarse en «el Torra de la Meseta» con el adelanto unilateral del toque de queda para «tapar su calamitosa gestión» y Luis Mariano Santos, de UPL, ha reconocido a la Junta el acierto en la estrategia de cribados y lamentado la actitud «cicatera» con las ayudas, además de poner de manifiesto lo «enigmático» que resulta el «ser de las comunidades más restrictivas y estar en el pelotón de las más afectadas». El leonesista ha reclamado transparencia para conocer «quién y por qué se han saltado la estrategia de vacunación».
Ha culminado el turno de oradores de la bancada de la oposición Pedro Pascual, parlamentario de Por Ávila y médico de emergencias en activo. «Pueden hacer más, no hagan sanidad política, hagan política sanitaria», ha replicado dirigiéndose Fernández Mañueco y al vicepresidente Francisco Igea. Les ha recordado que los sanitarios están «hartos, muy hartos de cómo se hacen las cosas». El abulense ha relatado que el estallido de la pandemia pilló a todas las administraciones por sorpresa, pero que tras esa primera «onda», se centraron en «salvar el verano» y llegó la segunda. Luego en «salvar la Navidad» y llegó la tercera. «Y ahora hay quién habla de salvar la Semana Santa y vendrá la cuarta», ha avisado.
Los procuradores que han puesto voz a PP y Cs, Raúl de la Hoz y Miguel Ángel González, han respaldado rotundamente la gestión de la Junta. «Este es un Gobierno empeñado en salvar vidas y ustedes son una oposición empeñada en ganar votos», ha arremetido Raúl de la Hoz, que ha recordado que hasta Rumanía cuenta con un plan de ayudas directas de 2.000 millones de euros mientras que el del Gobierno de España, «es de 0 euros».
El parlamentario de Cs ha elogiado la «valentía» del ejecutivo de coalición en general y del presidente Mañueco en particular, en contraposición a la inacción de La Moncloa. «Difícilmente pueden cuestionarse las medidas de Sánchez, porque no las han tomado», remarcó, al tiempo que situó el origen del auge de la tercera ola en «los intensos contactos sociales de la Navidad».
A ese momento se refirió Mañueco en su réplica. «En Navidad estaban las provincias de Castilla y León en los niveles más bajos de toda España», ha justificado. «No les oí decir esto es laxo», ha rebatido Fernández Mañueco a Tudanca. «Queremos seguir acorralando al virus», ha concluido, argumentando que la Junta ha cribado el 10% de la población desde enero: 253.900 personas con 2.771 positivos asintomáticos, «que son 2.771 cadenas de contagio rotas». «Usted es el líder de la oposición y estamos en la hora de la verdad. Castilla y León necesita que trabajemos juntos», ha manifestado el dirigente del pp.
El presidente de la Junta ha acudido a las Cortes para hacer valer su gestión de la tercera ola de la pandemia. A petición propia, pero también a instancias del PSOE, que había reclamado que lo hiciera en enero. El popular Raúl de la Hoz ha criticado la actitud del PSOE y recordado que Pedro Sánchez lleva «desde junio» sin someterse al control del Congreso de los Diputados.
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