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El gobierno PP-Ciudadanos quiere atraer al PSOE a la mesa de diálogo para abordar la reforma sanitaria en Castilla y León, pero los socialistas, renuentes, no dejan de apuntar sus baterías hacia la Junta. «Ponga día y hora y nos vemos con su ... equipo. Vamos a trabajar todos juntos de la mano», le dijo este martes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, al líder de la oposición, Luis Tudanca, después de que este desgranase el aumento en las listas de espera.
La polémica por la sanidad no cesa. Los socialistas inundaron el pleno de ayer con preguntas sobre esta materia para tratar de desgastar al ejecutivo autonómico, empezando por el presidente Mañueco y siguiendo por la consejera Verónica Casado, objeto de seis cuestiones consecutivas. En el intercambio Tudanca-Mañueco, el líder socialista recordó al presidente que la sanidad es competencia de la Junta y no solo de la consejería, ahora en manos de Ciudadanos. «Me da igual de quién sea la culpa, pero sí sé quién no la tiene:la gente de Castilla y León. Ustedes son como un matrimonio mal avenido que discute y al final lo acaban pagando los hijos», apuntó Luis Tudanca.
El secretario autonómico del PSOE exhibió el aumento en las listas de espera, un punto que ya había causado una fricción entre los dos partidos de gobierno la pasada semana. Entonces, el popular Raúl de la Hoz pidió a la Consejería de Sanidad que no se repitiesen esos números y el vicepresidente Francisco Igea (Cs) replicó en Twitter que las palabras De la Hoz eran «el colmo de la desfachatez» y que «un gobierno de coalición no funciona sin un mínimo de lealtad».
En esa brecha hincó ayer el colmillo Tudanca. «La lista de espera quirúrgica ha aumentado un 43% en los últimos ocho años. La de especialistas se ha multiplicado por 2,5 y la de pruebas diagnósticas, por 6,5. Y eso que estas listas son mentira porque se han manipulado durante mucho tiempo, como ha reconocido el vicepresidente, que dice ahora que las listas 'afloran'. Pido que nos digan la verdad, que depuren las responsabilidades de aquellos que las han manipulado y que pongan medidas urgentes.Le propongo que hagamos una auditoría externa con los profesionales para saber cuáles son las listas de espera reales. Porque no son números ni estadísticas, sino personas con problemas de salud», incidió Tudanca.
Alfonso Fernández Mañueco vio en su contrincante socialista a un «profeta del Apocalipsis, que no se ha dado cuenta de que la Junta es un gobierno transformador». El presidente echó mano de los «barómetros independientes» que colocan a Castilla y León «en puestos de privilegio» de la sanidad autonómica. «Quiero mandar un mensaje de tranquilidad al mundo rural. Los proyectos de la Consejería de Sanidad son para mejorar, no para cerrar consultorios. Buscan garantizar la asistencia sanitaria y rebajar las listas de espera. La consejera tiene el respaldo de todo el gobierno, empezando por mí», recalcó.
Mañueco consideró un «error» que Tudanca se negase a hablar con la consejera de Sanidad, le pidió que rectificase y le emplazó a poner «día y hora» para verse con «su equipo». Asimismo, calificó como «rabieta de niño pequeño» que no dialogase con Verónica Casado al no prosperar la iniciativa parlamentaria de los socialistas. «Prefiere hablar de sanidad con Bildu en Navarra que con la Junta de Castilla y León», le espetó. Además, le calificó como «más sanchista que Sánchez» por no reivindicar «más agilidad» a la ministra de Sanidad en la homologación de especialistas sanitarios no comunitarios. Mañueco consideró que Tudanca «traslada sus frustraciones personales a la política» y le instó a «madurar». «Nosotros somos la garantía para mejorar la sanidad de Castilla y León frente a su catastrofismo», terminó el presidente.
Alfonso Fernández Mañueco dijo ayer que «el mejor remedio contra el nacionalismo excluyente es un nacionalismo útil y leal como el que tenemos en Castilla y León». El presidente de laJunta contestó al procurador de Vox, Jesús García-Conde, que le instó a pedir la ilegalización de partidos separatistas. «No se pueden criminalizar ideas políticas y hay que respetar la separación de poderes», apuntó.
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